Las mujeres deben conocer estos tips para prevenir y mantener una buena higiene íntima en verano.
Durante los meses más cálidos del año, es crucial que las mujeres presten una atención especial a su higiene íntima. El calor, la humedad, la arena y el cloro presentes en ambientes como la playa o la piscina pueden afectar el equilibrio natural de la flora vaginal. Este desequilibrio puede conducir a irritaciones, molestias e incluso infecciones vaginales.
Es común que durante el verano aumenten las consultas médicas relacionadas con infecciones vaginales, esto se debe a la mayor exposición a los factores que pueden desencadenarlas.

La humedad y la temperatura elevada pueden crear un entorno propicio para el crecimiento de bacterias y microorganismos no deseados en la zona vaginal, lo que aumenta el riesgo de infecciones.
Para evitar complicaciones, es fundamental que las mujeres adopten medidas preventivas; mantener una buena higiene íntima es clave.
Se recomienda el uso de productos suaves y específicamente formulados para la zona vaginal, evitando los jabones perfumados o agresivos que puedan alterar el pH natural. Además, es importante cambiar el traje de baño mojado por ropa seca lo más pronto posible, ya que permanecer con la ropa húmeda puede favorecer el crecimiento de microorganismos.
Los problemas más comunes de salud íntima en verano.
Los problemas más comunes que se pueden desarrollar son los siguientes:
Vaginosis bacteriana.
Esta afección se produce debido a la proliferación excesiva de las bacterias que se encuentran de forma natural en la flora vaginal, alterando su equilibrio.
Los síntomas más comunes son:
• Secreción vaginal delgada, gris, blanca o verde
• Olor vaginal desagradable
• Comezón
• Ardor al orinar

Candidiasis vaginal.
Es una infección por hongos que se produce debido al crecimiento excesivo de un organismo fúngico (Candida albicans). Los síntomas de candidiasis vaginal más frecuentes incluyen:
o Picazón e irritación en la vagina y la vulva
o Sensación de ardor, especialmente al orinar o mantener relaciones sexuales
o Enrojecimiento o inflamación de la vulva
o Dolor y molestias en la vagina
o Sarpullido vaginal
o Secreción vaginal espesa, blanca y sin olor, con aspecto similar al requesón
o Secreción vaginal acuosa
Cómo prevenir las infecciones vaginales en verano.
Es fundamental adoptar precauciones adicionales durante el verano para prevenir las infecciones vaginales, aunque estos problemas de salud íntima pueden surgir en cualquier estación del año.
No llevar ropa húmeda o mojada durante mucho tiempo.
Las infecciones vaginales por hongos, como la candidiasis, prosperan en entornos húmedos y cálidos, por lo que la humedad excesiva en la vulva puede favorecer su aparición. Es necesario cambiarse la ropa interior después de hacer ejercicio o de haber sudado mucho.
Llevar ropa transpirable.
Una de las mejores opciones para minimizar el riesgo de infección es llevar ropa interior de tejidos transpirables como el algodón. Se deben evitar las prendas muy ajustadas y hechas de materiales sintéticos.

Dormir sin ropa interior.
Si se sufre irritación o propensión a las infecciones, dormir sin ropa interior es una forma efectiva de evitar que se acumule humedad en la zona vulvar durante la noche.
No realizar «duchas vaginales».
Para la salud íntima en general, es imprescindible evitar las llamadas “duchas vaginales”.
Seguir una dieta equilibrada.
Los cambios de hábitos alimentarios son frecuentes durante las vacaciones, pero se deben intentar minimizar para evitar alteraciones, ya que los alimentos que se consumen pueden afectar a la flora bacteriana.
Tener cuidado con la depilación.
En verano, es más frecuente depilar la zona íntima. Es importante elegir productos aptos para la zona, como cera o tratamiento con láser realizado por profesionales. Las cuchillas pueden aumentar el riesgo de infecciones y pelos encarnados que se pueden convertir en quistes.
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