En sus inicios era un recinto al que se llamaba “coliseo”, que era un local techado, en el patio se agregaban varias bancas, lo cual permitía tener una audiencia de más de mil espectadores, como fue el caso del coliseo de Puebla, que no es otro que nuestro afamado “Teatro Principal”, el más antiguo de América.
Este teatro fue en realidad el sexto coliseo que se estableció en la ciudad, construido por el Ayuntamiento en el año 1759, en un terreno de su propiedad, ubicado en una parte de la extensa Plazuela de San Francisco, donde se demolió la puerta de acceso a la Alameda. Al año siguiente tuvo lugar la solemne inauguración. La singularidad del coliseo poblano se debe no sólo a la celeridad de su alzado (1759-1760) y al carácter singular de la empresa, sino al hecho del todo insólito de seguir en funciones hasta nuestros días, con el pequeño paréntesis provocado por el incendio de 1902.
El plafón original fue pintado por el famoso pintor poblano Miguel Jerónimo de Zendejas, quien plasmó en él las figuras mitológicas de Apolo y Talía, el escudo que Carlos V otorgó a la ciudad de Puebla, y arriba de esa pintura con caracteres transparentes y de tamaño suficiente para ser leídos desde lejos una inscripción latina que traducida al español decía: “El arte bueno ennoblece a los pueblos”.
En este espacio teatral se han presentado: óperas, obras cómicas, títeres, malabarismos circenses; así como obras clásicas de Moliere, Lope de Vega y Calderón de la Barca, y de autores poblanos como las del dramaturgo: Mariano Dávila y Altamirano, y el poeta y autor teatral Francisco Neve.
¡No dejes de conocer este teatro importante de Puebla¡
Ubicación: 8 Oriente y 6 Norte