La muerte es una parte inevitable de la vida humana. Desde tiempos inmemoriales, las personas han tratado de comprender y darle sentido a la muerte, y así surgió la tanatología.
¿Qué es?
La tanatología es el término que se ocupa a la disciplina que se encarga de encontrarle sentido a la muerte y a los procesos del duelo tanto en sentido social como psicológico.
Quizá este término lo hayamos escuchado alguna vez, y es que en momentos difíciles como la partida de un ser querido necesitamos esta rama que nos ayude con el apoyo emocional y espiritual.
En este artículo, exploraremos el fascinante campo de la tanatología y cómo puede ayudarnos a enfrentar los desafíos de la vida y la muerte.
¿Cuál es la función de un profesional en esta rama?
Los tanatólogos son profesionales capacitados en el acompañamiento y el apoyo a las personas que se enfrentan a la muerte, ya sea su propia muerte o la de un ser querido. Ofrecen un espacio seguro para que las personas expresen sus emociones, miedos y preocupaciones, y les brindan herramientas para enfrentar la realidad de la muerte de una manera saludable.
La tanatología toca temas fundamentales como:
*La creación o el fortalecimiento de alguna creencia en sentido religioso.
*Fundamentos claros sobre la vida y la muerte pero no como fantasía o castigo.
*Aceptación de la muerte como un proceso inevitable de la vida.
*Preparar mentalmente a las personas para enfrentar el duelo de la perdida.
*Tratar con humanidad a aquellos que están cercanos al proceso de la muerte.
*Manejo de emociones durante el proceso del duelo.
Uno de los aspectos clave de la tanatología es el sentido de la vida. Al enfrentar la muerte, muchas personas se cuestionan el propósito y el significado de su existencia. La tanatología nos invita a reflexionar sobre nuestras vidas y a explorar lo que realmente valoramos y apreciamos. Nos ayuda a encontrar un sentido más profundo y significativo en nuestras experiencias y relaciones, lo que puede llevar a una mayor satisfacción y plenitud.
Aprendiendo a soltar emociones, personas y recuerdos para que, con el tiempo, no se convierta en un duelo patológico donde solo nos lastimemos constantemente con recuerdos o el famoso “que hubiera sido”.
La tanatología también nos enseña a enfrentar nuestros miedos y ansiedades relacionados con la muerte. Muchas veces, el miedo a la muerte proviene de lo desconocido y la incertidumbre que la rodea.
¿Qué es el duelo y cuáles son sus procesos?
Se define como un estado de pensamientos y sentimientos ocasionados por la pérdida de algún ser querido o inclusive de algo muy valioso como algo material o simbólico.
El duelo se divide en cinco etapas por la cual debe de pasar una persona para completar el ciclo, no siempre aparecen en este orden.
*Negación. Defensa temporal y no reconocer la realidad.
*Ira o enojo. Al entender que hay cosas que no podemos resolver y que no están en nuestras manos.
*Negociación. Intentar posponer un hecho inevitable y auto sabotearse para evadir los hechos.
*Depresión. La etapa en la que muchas personas se quedan y mezclada con la negación se vuelve un proceso patológico.
*Aceptación. Etapa final donde se puede sentir en paz.
En la tanatología también se trabaja con pacientes de cuidados paliativos, que son aquellos con enfermedades terminales y les ayudan mucho a un proceso menos caótico, tanto en su aceptación del proceso como en sus últimas relaciones con familiares.
En este campo se puede proporcionar apoyo emocional y espiritual invaluable. Nos recuerda que la muerte es parte integral de la vida y que al abrazarla, podemos vivir de manera más auténtica y plena.
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