Lo que se tiene que hacer es conocer las causas para poder tomar medidas y así evitar la molesta acidez estomacal.
Algo que a muchos nos incomoda es la acidez estomacal, sin embargo no le damos la debida importancia, pensando que ‘solo’ es una molestia, un mito del que nos previene una especialista en nutrición.
La licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, María Amaro, dice «no solo es una sensación desagradable, sino que puede acarrear problemas de salud más serios».
Es importante que antes de cambiar la dieta debemos conocer su origen dice la especialista en nutrición.
«El reflujo gastroesofágico es uno de los síntomas más comunes a nivel digestivo en el mundo occidental. Puede darse a cualquier edad -incluso, en recién nacidos-, no solo es incómodo, como ha señalado anteriormente, sino que puede ser peligroso con los años si no se corrige, llegando a desembocar, en algunos casos, en una estenosis esofágica -también conocida como esófago de Barret-, una enfermedad premaligna y que, en un pequeño porcentaje, puede generar en un cáncer esofágico».
Pero ¿por qué se produce? «Porque el cardias, orificio que conecta el esófago con estómago, no cierra bien por diversos motivos (embarazo, obesidad, fumar…), propiciando el regreso del ácido gástrico al esófago».
Amaro refiere que «el síntoma más claro y común, el que da nombre a la patología, es esa sanción de ardor o acidez en la boca del estómago». Además existen «otros muchos síntomas de reflujo gastroesofágico».
De acuerdo a la doctora, «el tratamiento del reflujo gástrico tiene varios escalones. El primero de ellos -y más fácil de llevar a cabo- y ocurre por tomar medidas higiénico dietéticas (descanso, evitar el alcohol, controlar lo que comemos); el segundo se centraría en la dieta y el tercero, por recurrir al tratamiento farmacológico».
Los cambios que se pueden realizar para aliviar la acidez son en primer lugar eliminar las comidas copiosas; deberíamos de comer menos cantidad aunque sea repartida en más veces y hacerlo más despacio para permitir que el estómago le dé tiempo a enviar al cerebro el mensaje de que ya estás satisfecho.
La segunda es cocinar más suave, alimentos que no sean demasiado pesados y controlando la cantidad de aceite a fin de favorecer la digestión.
María Amaro sugirió que se elaboren comidas en el horno, hervidas, a la plancha o en papillote y evitar las comidas fritas, porque indigestan y dificultan el control del reflujo.
La especialista nos explica que el café, el alcohol o el chocolate favorecen el reflujo gastroesofágico, porque irritan la mucosa del esófago.
Lo que tampoco es bueno son las bebidas con gas, porque aumentan el volumen dentro del estómago y favorecen que su contenido suba al esófago y favorecen que su contenido suba al esófago, ni condimentos como el picante.
Las bebidas o alimentos que ayudan a evitar el reflujo.
Uno de estos es la manzanilla, ya que sus propiedades calmantes antiinflamatorias, nos va a ayudar a relajar los músculos del estómago y aliviar la sensación de malestar.
Otro alimento es el jengibre por su poder antiinflamatorio lo que ayuda a reducir los espasmos estomacales.
Además los yogures, por ser probióticos, tiene bacterias benéficas para el sistema digestivo que colaboran en la restauración del equilibrio intestinal y para mejorar la salud digestiva, además el plátano que es fácil de digerir y alivia el malestar estomacal y la avena cuyo aporte en fibra soluble ayuda al tránsito intestinal.
La nutriológa destaca la bondad de las almendras ricas en grasas saludables, es un alimento importante en estos casos; polvo de Matcha, rico en L-teanina, un aminoácido no proteico con propiedades que alivian el estrés.
La manzana, un alimento rico en pectina que ayuda a neutralizar la acidez; la patata, ayuda a relajar el estómago y fuente importante de almidón que ayuda a formar una capa protectora en el estómago, solo si la consumes al vapor o asada, y la papaya fruta que favorece a la digestión por la papaína, una enzima que ayuda a disolver las proteínas.
Lo que se puede hacer fuera de la cocina.
Las cosas que se deben hace son los hábitos de sueño que favorezcan a la digestión, como dormir con la cabeza ligeramente elevada o dejar pasar un mínimo de entre dos y tres horas entre la cena y el momento de irnos a dormir.
También debemos evitar ponernos ropa demasiado ajustada, ya que la presión que se hace a la altura de la cintura puede favorecer al cierre incorrecto del cardias.
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