¿Sabías que Enzo Ferrari nunca se considero un hombre triunfador?
En esta ocasión Revista Única recuerda en su 36 aniversario luctuoso a un piloto, empresario y fundador de la Scuderia Ferrari, hablamos del italiano Enzo Ferrari, quien nunca se consideró un triunfador.
Su nombre completo Enzo Anselmo Giuseppe Maria Ferrari del Piero, nació el 18 de febrero de 1898 en Módena, Emilia Romaña, en Italia, su vida estuvo marca por desgracias, forjo su carácter para salir siempre adelante.
Su infancia.
Enzo nació en el seno de una familia de la clase alta, acomodada y trabajadora; fue el segundo hijo del industrial Alfredo Ferrari y Adalgisa Brisbini.
Al inicio de la Primera Guerra Mundial, tanto Alfredo padre y Alfredino fueron llamados a las filas, uno a la retaguardia y el otro como conductor de ambulancias.
Se decía que Alfredino era el «niño bueno» de la familia Ferrari, ambos murieron durante la guerra a causa de una epidemia de gripe acontecida en 1916.
La empresa familiar entró en quiebra y la viuda sufrió un enorme quebranto.
Ella era la primera en reconocer que Dino era el hijo bueno y Enzo apuntaba a convertirse en la oveja negra… por lo que la situación no se veía que pudiera mejorar.
Como en muchas familias los padres de Enzo aspiraban a que éste fuese ingeniero, pero era mal estudiante y sólo cursó un par de años de mecánica cuando, en 1917, Enzo también fue movilizado en el ejército.
Intentó despuntar en mecánica, si bien acabó en la división de artillería.
Al igual que a su padre y su hermano, una neumonía estuvo a punto de quitarle la vida, por lo que regresó a casa.
En 1919, Enzo consigue una carta de recomendación de su coronel para entrar a formar parte de Fiat.
Fue a la sede de Turín donde no le hacen ni caso y, tras un breve trabajo en un garaje, Enzo se convierte en probador de Costruzioni Meccaniche Nazionali (CMN).
Sus inicios con los pilotos.
Sin pensarlo, Enzo decide invertir gran parte del capital familiar en preparar los Alfa Romeo de la época para competir, después de que su padre le hubiera inculcado esa pasión de los autos en la infancia cuando, con sólo diez años, fueron al circuito de Bolonia.
Fue entonces cuando comenzó a soñar con ser piloto de carreras algún día.
A pesar de la negativa de su madre para iniciarse como competidor, Enzo se arriesga e invierte tanto dinero del patrimonio familiar que en Módena comienzan a llamarle “el loco”.
Ese mismo año acabó cuarto en la subida en cuesta de Parma-Poggio di Berceto, compitiendo contra algunos “míticos” pilotos como Alberto Ascari.
Eso sí, todo el dinero percibido se lo entregó a su madre, como signo de buena fe.
Para el año de 1923 Enzo usa como talismán el logo del Cavallino rampante en un Alfa, una idea de la condesa Baracca.
Seis años después, en 1929 comenzó a trabajar en Alfa Romeo como piloto y director deportivo, creando la propia “Scuderia Ferrari” dentro de la división de competición Alfa Corsa para correr con automóviles – mayoritariamente Alfa Romeo– y motos.
Eso sí, era tan maniático que los viernes no pilotaba.
Su matrimonio.
En 1932, contrajo matrimonio con Laura Dominica y tuvo un hijo al que llamaron Alfredino o, simplemente, Dino.
Había prometido que, cuando se convirtiera en padre, dejaría de competir y así hizo, concentrando todos sus esfuerzos en la gestión del equipo de carreras.
Diez años después de su llegada a Alfa Romeo, los jefes de la empresa decidieron competir con su propio nombre de marca, no bajo la denominación “Scuderia Ferrari”.
Una decisión que, no gustó a Enzo y provocó su salida del equipo de carreras en 1939, quedando comprometido a apartar de la competencia a la Scuderia Ferrari, al menos, durante 4 años.
En ese momento, Enzo empezó a trabajar en lo que sería su primer coche de carreras, el primer Ferrari, con el único objetivo de vencer a Alfa Romeo.
A éste lo denominó Tipo 815 porque montaba un motor de 8 cilindros y 1500 cc, de ahí esa denominación.
Sin embargo, otro conflicto —en este caso la II Guerra Mundial— detuvo el proyecto de Enzo y la factoría Ferrari de Módena se convirtió en una fábrica de armamento militar.
Después de que la fábrica fuese bombardeada durante la guerra en 1944, las instalaciones se trasladaron a Maranello, donde se encuentran actualmente.
Pese a matrimonio con Laura Dominica, en 1945 nació Piero Ferrari, fruto de una relación extramatrimonial con su amante Lina Lardi.
Como buen italiano, adoraba a las mujeres y era un reconocido mujeriego que conciliaba malamente su vida familiar. El ambiente en casa debía ser insoportable.
Su Escudería.
Su mujer conocía los romances de il Commendatore, pues se hablaba de ellos públicamente y, además, odiaba a Adalgisa, madre de Enzo Ferrari.
Ferrari comenzó a fabricar deportivos de calle para sustentar económicamente a la escudería de carreras.
En 1947 comenzó a fabricarse el primer automóvil deportivo de calle, con motor V12: el Ferrari 125 Sport, sólo tres unidades.
En 1948 la cifra ascendió a 25 unidades más. El único objetivo no era otro que sustentar económicamente a la escudería de carreras, que era lo que verdaderamente interesaba.
Los primeros vehículos fabricados eran, simplemente, coches de carreras matriculables, tan válidos para circuito como para dar la nota en los ambientes más selectos de las clases altas.
A partir de ese momento también comenzó una exitosa etapa de competencias tras ganar seis ediciones consecutivas de la Mille Miglia, hasta 1963.
Conquistó las 24 horas de Le Mans en 1949 y el éxito deportivo empezaba a causar furor aunque nadie, ni siquiera el propio Enzo, intuía la historia tan prometedora que le llegaría.
El mundial de Fórmula 1 no comenzó hasta 1950, pero sólo tardó un año en lograr la primera victoria y dos más en que Alberto Ascari ya fuera bicampeón mundial, aunque claro, la Fórmula 1 aún no le importaba a mucha gente.
Las tragedias.
En 1956 se produjo la muerte de su hijo amado Dino —con sólo 25 años murió a causa de una distrofia muscular—.
Tenia proyectos con el y sus planes de sucesión para que algún día dirigiese el negocio, por su nivel personal y profesional.
A raíz de este acontecimiento, Enzo comenzó a lucir esas características gafas negras, en señal de luto y que siempre le acompañarían.
Su mujer, Laura, no llegó a superar la muerte de su hijo y comenzó a padecer una enfermedad mental, por lo que finalmente acabaron separándose, que no divorciándose, algo que no estuvo permitido en Italia hasta 1975.
Un año después de la muerte de Dino, en 1957, sufrió otro durísimo golpe cuando el Marqués Alfonso de Portago –primer piloto español de Ferrari– tuvo un accidente a 260 km/h en la Mille Miglia, donde murió de Portago y matando a 10 espectadores.
El accidente fue tan duro que Enzo se enclaustró durante una semana en casa, sin recibir visitas.
La justicia italiana le investigó por homicidio y durante tres meses le retiró el pasaporte.
Hasta 1957, al menos 50 personas habían muerto por accidentes en los que algún Ferrari estaba involucrado.
Los pilotos que enamoraban a Enzo eran aquellos que ponían su vida en peligro por ganar carreras.
Hasta el punto que, como moscas, iban cayendo uno tras otro. Así la historia del Marqués de Portago y tantos otros, como el de Gilles Villeneuve cuando corría en el GP de Bélgica del 8 de mayo de 1982.
La noticia de la Mille Miglia salió en los medios y la prensa comenzó a llamarle desagradablemente “Saturno” quien, según la mitología romana, devoraba a sus hijos recién nacidos.
A partir del accidente del Marqués de Portago, Enzo declinó viajar, incluso a las carreras, las cuales seguía desde su despacho.
Se trasladó a vivir a un apartamento en la factoría de Maranello, trabajando sin descanso, ni siquiera, vacaciones.
A principios de los años sesenta, en una acalorada discusión con un fabricante de tractores desembocó en la creación de una de las marcas más pasionales de automóviles: Ferruccio Lamborghini estaba cansado de viajar a Maranello para reparar los embragues de sus Ferrari, increpó a Enzo debido a la poca fiabilidad de sus deportivos.
Enzo le respondió que fabricará sus propios automóviles y así lo hizo. Al parecer no fue muy acertada pues “un fabricante de tractores no puede entender la complejidad de un Ferrari”.
Las derrotas.
La Scuderia Ferrari entró en una época de “capa caída” y comenzó a pasar apuros económicos.
Estuvo a punto de ser absorbida por Ford pero, no fue hasta 1969, cuando Enzo no tuvo más remedio que vender el 50% de su compañía a la familia Agnelli, propietaria de Fiat, para conseguir los recursos necesarios para poder tener calidad en la competencia.
Pasaron 20 años desde el accidente de la Mille Miglia, y Enzo Ferrari continuaba escondido la mayor parte del tiempo en su despacho.
En 1977 renunció a su cargo de presidente por su delicado estado de salud. En 1978 murió su mujer Laura y Enzo reconoció oficialmente a su hijo bastardo Piero –que llevaba trabajando diez años en Ferrari– al que convirtió en vicepresidente de la marca y propietario de un 10% de la compañía.
Como único descendiente (el 90% restante de Ferrari pasó a manos de Fiat). Años atrás Enzo no pudo reconocer legalmente a Piero como hijo legítimo por las leyes italianas, que impedía hacerlo hasta la muerte de su esposa Laura.
La vida de Enzo Ferrari llegó a su final el 14 de agosto de 1988, a causa de un fallo renal, en compañía de su familia.
Su muerte se registró el 16 de agosto por deseo expreso, pues su acta de nacimiento certificaba el alumbramiento con dos días de retraso por una copiosa nevada.
Enzo decía que era un error llamarle triunfador: “he perdido todo en mi vida: a mi mujer Laura, a mi hijo Dino, la primera fábrica, mi juventud, la buena vista, la pasión por las mujeres y muchas carreras y coches”.
Datos interesantes de su vida:
A pesar de fabricar algunos de los deportivos más deseados del mundo, el origen de Ferrari es otro: la competición.
En 1929, Enzo Ferrari fundó la Scuderia Ferrari con el objetivo de patrocinar a pilotos aficionados de Módena, su ciudad natal.
Por esa época, Ferrari no fabricaba todavía coches, solo competía.
Tras la Primera Guerra Mundial (época en la que trabajó como herrador de mulas para el ejército italiano), Enzo Ferrari comenzó a trabajar en Turín en una pequeña fábrica de coches como probador.
En 1919 se convirtió en piloto, fundando diez años después la Scuderia Ferrari.
Se retiró de la competición en 1932 tras el nacimiento de su hijo Alfredo, más conocido como Dino Ferrari. Y, hasta su muerte en 1988, su vida estuvo dedicada a los coches.
¿No conoces el origen del famoso caballito negro de Ferrari? Todo surgió a raíz de que en junio de 1923 Enzo Ferrari ganara una carrera en el circuito de Savio (Ravenna).
Allí conoció a la Condesa Paolina, madre del Conde Francesco Baracca; este último fue un héroe nacional en la aviación de la Primera Guerra Mundial y pintaba un caballo enfurecido en el lateral de sus aviones.
La condesa le pidió expresamente a Enzo que pintara el caballo en sus coches y el resto es historia.
Igual de famoso que el ‘Cavallino Rampante’, el color rojo se ha convertido en un símbolo ligado a Ferrari.
Sin embargo, su origen no tiene ninguna explicación creativa. Según dictaban las normas de competición italianas de la época, los coches debían ser rojos y poseer una franja lateral blanca para participar en las carreras.
En sus primeros años al frente de la Scuderia, Enzo Ferrari entrenó a pilotos. Las jóvenes promesas competían gracias a los coches Alfa Romeo.
Con ellos trabajó hasta 1938, cuando fue oficialmente contratado por la marca como presidente de su departamento de carreras.
Dos años después se enteró que pretendían absorber su equipo y se marchó.
Tras abandonar Alfa Romeo, Enzo Ferrari tenía prohibido fabricar coches bajo su nombre durante cuatro años por contrato.
Así nació la Auto Avio Costruzioni Ferrari, que fabricaba (supuestamente) piezas para aviones.
Esta época coincidió en el tiempo con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, lo que supuso una inyección importante en su negocio.
Poco después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Enzo Ferrari decidió instaurar su fábrica en Maranello.
La factoría de Ferrari fue bombardeada y destruida en 1944 durante la contienda. Dos años después, en 1946, se reconstruyó y se comenzó a fraguar la leyenda Ferrari.
En la actualidad, todos los coches Ferrari se fabrican en este lugar.
A pesar de lo que pueda parecer, el primer coche de Ferrari no fue un deportivo: fue un vehículo de carreras.
Durante la época en la que tenía prohibido desarrollar coches por su contrato con Alfa Romeo, Enzo Ferrari construyó el Tipo 815.
A regañadientes, Enzo Ferrari comenzó a fabricar sus coches deportivos en 1947.
El primero de ellos fue el 125 S, que estaba propulsado por un motor V12 de 1,5 litros, diseñado por Gioacchino Colombo.
Con los ingresos de las ventas de sus Ferrari, el creador de la fábrica financiaba la participación en sus competiciones.
Como buen amante de la mecánica y la competición, Enzo Ferrari no era partidario de vender al gran público sus coches.
Para él, era un desprestigio que gente sin conocimientos de automoción los comprara.
De hecho, se dice que odiaba que se considerara tener un Ferrari como símbolo de estatus entre la ‘jet set’.
Las marcas Ferrari y Lamborghini son rivales desde hace años: ambas marcas italianas pugnan por ser las más reconocidas por sus deportivos.
Sin embargo, la enemistad entre ellas es anterior y se remonta a sus fundadores, Enzo Ferrari y Ferruccio Lamborghini.
Sí, aunque ahora mismo al pensar en motos italianos de lujo nos venga a la cabeza Ducati, la historia podría haber sido diferente.
Y es que en los años 30, la Scuderia Ferrari contó con una sección de motos. Fundada en 1932, las máquinas eran unas Rudge 500 TT.
Un Ferrari 250 GTO de 1963 se ha alzado como el modelo más caro de la historia de la casa italiana.
En una subasta «no oficial», un comprador norteamericano anónimo ha pagado por el 70 millones de dólares. El récord anterior lo poseía otro GTO del año 1963.
Como vemos, en las subastas los modelos clásicos de Ferrari están alcanzando cifras astronómicas.
Sin embargo, los precios de los coches nuevos son asequibles al lado de los millones de euros que se pagan por ellos.
Actualmente, Por unos 250.000 euros, puedes hacerte con una de estas joyas.
Así es: aunque muchos soñemos con tener un Ferrari en algún momento, hacerse con una de estas joyas no es tan fácil como se cree.
La primera traba es el precio, pues no están al alcance de todo el mundo. Pero aún hay más… el modelo debe adaptarse a ti, a tu estilo de conducción.
Para mantener sobre sus modelos (aún más) ese aura de exclusividad, en 2013 Ferrari decidió reducir la producción de su fábrica de Maranello.
La jugada le salió redonda: produjo solo 6922 modelos (un 5,4% menos que el año anterior) y consiguió aumentar sus beneficios.
Aunque no se sabe el dato, es cierto que de la fábrica de Maranello no han dejado de salir míticos modelos en todos estos años.
Como curiosidad, el modelo más vendido de Ferrari es el 328 GTS de 1986 a 1989. De él se pusieron a la venta 6.068 unidades, y todas encontraron comprador.
Obviamente, el peso varía de un modelo a otro. Ahora mismo el peso medio de un coche oscila entre los 1.800 y los 2.200 kilos, dependiendo del tipo y el modelo en cuestión.
Sin embargo, podemos contarte que La Ferrari, un modelo extremadamente deportivo, pesa unos 1.250 kilos.
Entre 1984 y 1996 se produjo en Maranello uno de los modelos más míticos de Ferrari, es el Testarossa.
Su nombre, que significa literalmente «cabeza roja», proviene de la pintura roja en la cabeza plana de los 12 cilindros que posee su motor.
Aunque en el caso del Testarossa muchos ven una doble intención en su nombre; y es que podría referirse también a las mujeres pelirrojas.
Esta teoría se basa en que tanto Ferrari como Pininfarina (marca encargada de fabricar las carrocerías para Enzo) solían usar términos descriptivos relacionados con el cuerpo de las mujeres.
El coche con mayor tasa de siniestralidad del mundo es, precisamente, el Ferrari Enzo.
Se fabricó entre los años 2002 y 2005, y su precio actual puede andar en los 1.200.000 euros.
De este modelo, del que se pusieron a la venta 400 unidades, se estrellaron 17 unidades en graves accidentes.
Fue en 1969 cuando Enzo Ferrari vendió la marca de su vida al grupo FIAT.
El fundador se desprendió del 50% de las participaciones de su empresa que pasó a conocerse como Ferrari S.p.a. Eserzicio Fabbriche Automovili e Corse.
En la actualidad, el grupo italiano posee el 90% de las acciones.
Vender su amada marca fue un duro trago para Enzo Ferrari. El fundador del ‘Cavallino Rampante’ falleció en 1988, pero llevaba ya muchos años sin pisar un circuito de carreras.
Y, a pesar de sus éxitos sobre las cuatro ruedas, su vida personal estuvo marcada por la tragedia.
Su primer hijo, Dino, tenía distrofia muscular y murió con 24 años. En señal de luto, Enzo llevaba siempre sus características gafas de sol negras.
Tras su muerte, comenzaron sus problemas conyugales con su mujer, Laura Dominica Garello, lo que les llevó a divorciarse.
Un año antes de la muerte de Enzo Ferrari, en 1987, se presentó el último coche creado bajo su supervisión.
Hablamos del famosos F40, un clásico de la marca. Hoy en día está considerado como el último gran Ferrari de la vieja escuela junto con el 288 GTO.
Aunque ahora mismo Ferrari solo participa en la Fórmula 1, la casa fundada por Enzo Ferrari ha estado ligada a la historia de la competición automovilística.
Por ejemplo, ha tomado parte en las 24 Horas de Le Mans o la Mille Miglia. Y es el equipo más laureado de la historia de los circuitos.
La primera participación de Ferrari en la Fórmula 1 fue en el Gran Premio de Mónaco de 1950.
La casa de Enzo Ferrari participó con el Tipo 125 F1. Aparte de ostentar el honor de ser, en la actualidad, el equipo activo más antiguo del campeonato, también es el que ha conseguido más victorias.
De sus 229 triunfos en Fórmula 1, el que más alegrías ha dado a la casa de Maranello ha sido Michael Schumacher.
El alemán ganó 72 veces con Ferrari. Además, es el piloto que más veces ha participado en una carrera con la casa italiana: 181 salidas.
Aunque cuando pensamos en españoles pilotando un Ferrari en Fórmula 1 siempre pensamos en Fernando Alonso, antes que él existió Alfonso de Portago.
Él fue el primer piloto español que se puso a los mandos de un vehículo del Cavallino Rampante. Falleció en 1957 en la carrera de Mille Miglia de un accidente.
La marca del ‘Cavallino Rampante’ tiene el honor de ser la única en el mundo de la automoción en tener su propio parque de atracciones.
El Ferrari World Abu Dhabi se inauguró en 2010 y ocupa una superficie de 200.000 metros cuadrados.
Tiene una montaña rusa, la Formula Rossa, que es la más rápida del mundo.
Pese a que Enzo Ferreri no se consideraba un triunfador muchos pensamos que si lo fue y agradecemos todo lo que realizó.
Imagen de portada Ferrari.
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