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Viernes Santo rezo del Vía Crucis y los Santos Oficios

Los Oficios que se realizan en Catedral y por las calles de Puebla la Procesión de Viernes Santo.

El Viernes Santo es el único día del calendario litúrgico católico donde no se celebra la Misa, como luto por la muerte del Señor.

Las campanas permanecen mudas, siendo sustituidas en algunos lugares por matracas de madera.

Tampoco el órgano suena, excepto para marcar el tono y se evita el canto polifónico. El Viernes Santo es un día de luto, porque este día tuvo lugar la Pasión y Muerte de Jesús.

A las 10 de la mañana en el interior de la Catedral se reza el Vía Crucis, a las 12:00 horas se realizará la Predica de las 7 palabras dentro del templo.

Después a partir de las 17:00 horas se realizará el rezo de los Santos Oficios y a las 18:00 horas el rezo del Santo Rosario.

Desde temprana hora el Viernes Santo se acostumbra en muchas parroquias de Puebla rezo del Vía Crucis, por las calles de las colonias.

En tanto que en el interior de la catedral se realizaba este rezo a las 10 de la mañana donde el arzobispo hace una reflexión por cada una de las 14 estaciones.

Pero ¿qué es el Vía Crucis? Es una expresión latina que significa «camino de la Cruz», es decir, el que recorrió Cristo durante su Pasión, desde el Pretorio de Pilatos hasta el Calvario.

También es usada de modo habitual para designar una forma de oración acompañada de meditación sobre los acontecimientos ocurridos en ese camino de Cristo, al que se añaden el hecho de su muerte en la cruz, el descendimiento de la misma y su sepultura.

Esta formada por diversas oraciones, en general de penitencia y arrepentimiento, y se van intercalando catorce meditaciones, que se llaman «estaciones», porque los que hacen este ejercicio de piedad se «estacionan» o detienen unos momentos para meditar en cada uno de los siguientes acontecimientos o escenas:

Estos precedentes del Vía Crucis datan de los primeros siglos del cristianismo, de la piadosa compasión con que los cristianos primitivos veneraban los pasos de la Vía Dolorosa.

La española Silvia Eteria, peregrinó a Tierra Santa en el siglo IV. Y en su Peregrinatio describe el ejercicio piadoso de los cristianos de Jerusalén, recorriendo durante la Semana Santa el camino del Calvario.

La mayoría de estas «estaciones» han sido tomadas del Evangelio, otras las ha deducido o añadido la tradición piadosa del pueblo cristiano con una sana lógica.

Estas estaciones son las siguientes:

1a. Estación: Jesús es condenado a muerte.

2a. Estación: Jesús carga con la cruz.

3a. Estación: Jesús cae por primera vez.

4a. Estación: Jesús se encuentra con su madre.

5a. Estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz.

6a. Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.

7a. Estación: Jesús cae por segunda vez.

8a. Estación: Jesús habla a las mujeres de Jerusalén.

9a. Estación: Jesús cae por tercera vez.

10a. Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.

11a. Estación: Jesús es clavado.

12a. Estación: Jesús muere en la cruz.

13a. Estación: Jesús es bajado de la cruz.

14a. Estación: Jesús es sepultado.

viacrucis

Las escenas o «estaciones» directamente descritas en los Evangelios son las siguientes:

· Primera: se encuentra en Mateo 27,1-31; Marcos 15,120; Lucas 23,1-25; Juan 18,28-40 y 19,1-16.
· Segunda: esta en Juan 19,17.
· Quinta: en Mateo 27,32; Marcos 15,21 y Lucas 23,26.
· Octava: en Lucas 23,27-32.
· Décima: en Mateo 27,35; Marcos 15,24; Lucas 23,34 y Juan 19,23-24.
· Undécima: en Mateo 27-25 s.; Marcos 15,24 s.; Lucas 23,33 s. y Juan 19,18.
· Duodécima: en Mateo 27,50-51; Marcos 15,37; Lucas 23,46 y Juan 19,30-33.
· Décimo tercera: en Mateo 27,57-59; Marcos 15,42-45 y Lucas 23,50-53.
· Décimo cuarta: en Mateo 27,55-61; Marcos 15, 42-47; Lucas 23,50-55 y Juan 19,38-42.

estaciones viacrucis

Las otras estaciones –tercera, cuarta, sexta, séptima, novena– que ha añadido la tradición piadosa de los cristianos están relacionadas o deducidas de la descripción que los evangelistas hacen del camino que recorrió Jesús hacia el Calvario.

Son posibles las caídas –estaciones 3ª, 7ª y 9ª, debido al agotamiento del Huerto, de los interrogatorios y sobre todo de las vejaciones –azotes, espinas– y episodios que acompañaron al arresto.

Se deduce al menos una del hecho de haber pedido a Simón de Cirene que llevase la cruz, y se suponen lógicamente otras caídas, aunque no podamos saber el número exacto.

Fue casi seguro el encuentro de Cristo con su Madre antes de la cruz (4ª estación), según Juan 19,25-27 y otros pasajes.

Es muy probable el episodio de la Verónica según Lucas 23,27 ss. y relatos escritos que se remontan a los siglos III y IV que pueden depender de relatos y tradiciones orales anteriores.

viacrucis viernes

En relación a los orígenes de este ejercicio piadoso, es cierto que los cristianos de las primeras centurias veneraron los lugares relacionados con la vida y muerte de Cristo.

Esto se facilitó a partir de la paz otorgada a la Iglesia por Constantino, con lo que se multiplicaron las peregrinaciones a los Santos Lugares, y de las que se conservan descripciones desde el s. IV.

La célebre peregrina Eteria, por ejemplo, da una relación de los actos que se celebraban en Jerusalén en la Semana Santa en los distintos lugares relacionados con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Con motivo de las Cruzadas se manifestó aún más la devoción hacia los lugares en que se había realizado algún episodio de la Pasión de Cristo.

No se contentaron los cruzados con haber venerado esos mismos lugares, sino que trajeron a sus respectivos países la idea de realizar algo parecido a lo que habían visto y obrado en Jerusalén.

De ahí que se erigiesen en muchas partes «Calvarios», luego «Vía Crucis», con los que los fieles manifestaban su fervor, agradecimiento y amor a la Pasión de Cristo, oraban y meditaban en ella, etc.

Los franciscanos contribuyeron mucho a extender y propagar esta devoción, aún no muy bien definida, sobre todo cuando en el s. XIV se les concedió la custodia de los Santos Lugares.

También la difundió mucho el beato Alvaro de Córdoba, dominico, a su regreso de Tierra Santa (1420).

Después, el principal apóstol de esta devoción fue San Leonardo de Puerto Mauricio, que, en el curso de unas misiones por Italia (1731-51), erigió más de 572 Vía Crucis.

Había cierta diversidad con respecto al número de «estaciones».

caidas

Fueron los franciscanos los que establecieron en sus iglesias el número de catorce, para que los fieles las recorriesen a imitación de los devotos peregrinos que iban personalmente a venerar los Santos Lugares de Jerusalén.

Parece que la forma definitiva, según se suele practicar hoy, surgió en España. De aquí pasó a Cerdeña y a otros lugares.

En el siglo XX diversos autores han pretendido que se añadiese otras estaciones, como la Resurrección, con la que culmina la Pasión y Muerte histórica de Cristo, y su Via Crucis continuado a lo largo de la historia humana.

Posteriormente daba inicio la prédica de las 7 palabras que estará a cargo de los padres Mercedarios, a las 5 de la tarde los Santos Oficios y a las 7 de la noche el rosario de Pésame a la Virgen, es de mencionar que todas las limosnas que se colectan este día son para la conservación de los lugares Santos.

lugares santos

En la religión católica siguiendo una antiquísima tradición, en este día no se celebra la Eucaristía y se adora la Cruz.

En lugar de la Misa, se celebra la «Liturgia de la Pasión del Señor» a media tarde del viernes, de ser posible cerca de las tres de la tarde, hora en la que se ha situado la muerte del Señor en la cruz.

Por razones pastorales puede celebrarse más tarde, pero no después de las seis de la tarde.

El sacerdote y el diácono visten ornamentos rojos, en recuerdo de la sangre derramada por Jesucristo en la cruz.

Los obispos participan en esta celebración sin báculo y despojados de su anillo pastoral.

Antes de iniciar la celebración, el templo se presenta con las luces apagadas, y de no ser posible, a media luz.

El Altar (y los laterales) se encuentran sin manteles ni adornos, mientras que a un costado de éste, ha de disponerse un pedestal para colocar en él la santa cruz que será ofrecida a veneración.

El comienzo de esta celebración es en silencio. El sacerdote se postra frente al altar, con el rostro en tierra, recordando la agonía de Jesús.

El diácono, los ministros y los fieles se arrodillan en silencio unos instantes. El sacerdote, ya puesto de pie, se dirige a la sede donde reza una oración (a modo de oración colecta).

En seguida, estando los fieles sentados, se proclaman dos lecturas, la primera del profeta Isaías (el siervo sufriente) y la segunda del apóstol san Pablo, intercaladas por un salmo («Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»).

Después de la segunda lectura, sin aclamación, se proclama el relato completo de la «Pasión según san Juan», en cuya lectura participan varias personas, leyéndose los papeles de Jesús (por el diácono o el sacerdote), el cronista por una persona y el Sanedrín (las personas que aparecen en el relato) por otro, siendo un seglar el que informa de lo que se va a ir realizando a lo largo de ésta celebración, al igual que en el día anterior.

La homilía es algo más breve de lo habitual debido a lo extenso del Evangelio.

Luego tienen lugar las peticiones, hechas de manera solemne por la Iglesia, el Papa, los clérigos, fieles, gobernantes e incluso por los no católicos, los judíos y los ateos.

judios no catolicos

Después tiene lugar la veneración del Árbol de la Cruz, en la cual se descubre en tres etapas el crucifijo para la veneración de todos.

El sacerdote celebrante va a los pies de la iglesia junto con dos personas (diáconos o monaguillos normalmente) que portan unos cirios y va avanzando con la cruz tapada con una tela oscura o roja y la va destapando mientras canta en cada etapa la siguiente aclamación:

«Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la Salvación del Mundo«, respondiendo los fieles y el coro «Venid a adorarlo«, de modo que al llegar al Altar queda totalmente descubierta.

A continuación los sacerdotes besan la cruz y después todos los fieles. Mientras, se suele cantar alguna canción, la única en toda la celebración.

Las que están mandadas en el Misal Romano son tres, que se cantan a continuación una de otra: Los «Improperios» o reproches de Jesús al pueblo, el «Crux Fidelis» («Oh Cruz fiel», alabanzas a la cruz de Cristo), y el «Pange Lingua»

misal romano

Terminada esta parte, se coloca un mantel en el Altar y el celebrante invita a los fieles a rezar el Padre Nuestro como de costumbre.

Se omite el saludo de la paz, y luego de rezado el Cordero de Dios, se procede a distribuir la Comunión a los fieles con las Sagradas Formas reservadas en el monumento el día anterior, o sea, Jueves Santo.

La celebración culmina sin impartirse la bendición, al igual que en el día anterior ya que la celebración culminará con la Vigilia Pascual, y se invita a esperar junto a María la llegada de la Resurrección del Señor, pero mientras tanto, se produce un profundo silencio y meditación sobre la Muerte del Señor.

A continuación los sacerdotes, diáconos y ministros se marchan en silencio a la sacristía. En esta acción litúrgica se recoge una colecta, destinada a financiar el mantenimiento de los Santos Lugares donde vivió Jesucristo.

Los encargados de mantener estos lugares son los Franciscanos Custodios de Tierra Santa.

Procesión de Viernes Santo.

La Procesión de Viernes Santo en Puebla, es una tradición que se realizaba en la ciudad pero se vio interrumpida luego de las leyes de reforma.

En su nueva etapa inició en el año de 1992, en esta participan 5 imágenes de templos antiguos de la ciudad, estas son la del Padre Jesús del templo del Santo Ángel mejor conocido como Analco, Jesús Nazareno de la parroquia de San José, el Señor de las Maravillas del templo de Santa Mónica, Nuestra Señora de la Soledad del Sagrario Metropolitano o como se conoce popularmente la iglesia de la Soledad y la Virgen de los Dolores de la iglesia del Carmen.

Y presidiendo esta Procesión en el atrio de catedral en la Puerta del Perdón se coloca el Cristo de la expiación también del templo del Carmen, este Cristo también presidió la ceremonia que se realizó en el Seminario Palafoxiano en su primera visita el Papa San Juan Pablo II.

En los últimos años se sumaron dos imágenes más a esta Procesión la del Santo Niño Doctor de Tepeaca y la del Señor de la Misericordia.

procesion viernes

Imágenes Pixabay y Única

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Alejandra Delgadillo
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UPAEP. Colaboradora en El Sol de Tlaxcala. Reportera de Noticias en Grupo Acir Puebla, donde tenía a mi cargo las fuentes de Salud, Instituciones Asistenciales, Iglesias, Agrarias, Ecología y Empresariales. Participé en el área de prensa de la Delegación del ISSSTE Puebla. Las secciones que escribo son: Vida Sana, Cábalas y Tradiciones, Mamás y Algo Más, Feminismo Hoy, Salud, Economía, Ciudad y Seguridad, en Revista Única. Además, soy colaboradora del programa de radio Cinco Mujeres en Cinco Radio. Coautora del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”.

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