En su aniversario luctuoso recordamos a los caudillos de la Independencia.
Hoy recordamos a tres héroes de la Independencia quienes murieron fusilados un 26 de junio de 1811 ellos son Mariano Jiménez, Juan Aldama e Ignacio Allende; dentro de la historia de México no son todos conocidos, pero hoy sabremos sobre su vida. ¿Quién fue Mariano Jiménez? Nació en San Luis Potosí el 18 de agosto de 1781 y murió en el estado de Chihuahua, el 26 de junio de 1811. Vivió hasta sus quince años en la calle « ahora 5 de mayo, número 610, colonia Centro», entre Mariano Abasolo e Ignacio Comonfort, «código postal 78000», convertido hoy en un homólogo Centro Cultural, en donde se exhiben obras artísticas de diversas corrientes de humanistas potosinos. Estudió en el Colegio de Minería de México donde obtuvo el título de Ingeniero en Minas, y se graduó el 19 de abril de 1804. Posterior a la toma de la Alhóndiga de Granaditas, Mariano Jiménez refrendó su apoyo a las filas insurgentes. Fue poseedor de una disciplina, lealtad y gallardía envidiables que le valieron granjearse la confianza de Miguel Hidalgo y, tanto posterior como rápidamente, también el grado de coronel. Fue enviado por Miguel Hidalgo a cumplir varias misiones en la tierra que lo vio nacer, aportando importantes ventajas en materia de estrategias militares y territoriales.
Sus grandes dotes como minero le permitieron proveer a ‘los alzados’ de la menesterosa artillería que necesitaban para seguir en la lucha. Según el Archivo Histórico Militar, Mariano Jiménez participó en la Batalla del Monte de las Cruces; posteriormente, viajó donde el virrey —que ya para aquel entonces duraban poco en el poder y la desventura le sucedió a Francisco Xavier Venegas: acusado años después de comportarse ‘blando’ con los «indios: rebeldes sin causa». Como no llegaron a un trato en el que las dos partes salieran conformes y/o beneficiadas, el movimiento armado continuó su camino. En marzo de 1811 fue aprehendido en Acatita de Baján, Coahuila, en compañía de otros insurgentes Ignacio Allende, Juan Aldama y Miguel Hidalgo, además de otros jefes rebeldes. Fue trasladado, finalmente y después de mucho andar por varias partes del país, a su último y fatal destino, Chihuahua, lugar donde se le procesó y condenó a muerte. Fue ejecutado con Allende y Aldama, un 26 de junio de 1811. A sus cuerpos se les dio cristiana sepultura en el panteón de la Orden de San Francisco; pero, antes de ser enterrados, fueron decapitados y sus cabezas expuestas, para que el pueblo escarmentara, en la Alhóndiga de Granaditas.
El otro caudillo es Juan Aldama participó en la primera etapa de la Guerra de Independencia al lado de los conspiradores Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, Miguel Hidalgo y Costilla, Miguel Domínguez. Juan Aldama e Ignacio Allende, pertenecieron al ejército realista, por lo que fueron señalados como traidores y rebeldes al desertar de las fuerzas virreinales para unirse a la causa independentista. Su nombre completo era Juan José Marcos Gaspar Antonio Aldama González, nació en San Miguel el Grande (hoy de Allende), Guanajuato, el tres de enero de 1774. Fue hijo de Domingo Aldama y María González y tuvo nueve hermanos, entre los que está Ignacio Aldama, quien también estuvo presente en la lucha por la Independencia de México. Los padres de los hermanos Aldama eran hacendados y criollos, por lo que Juan e Ignacio se enfocaron en su carrera como militares, en la que ambos alcanzaron grados importantes. Cuando estalló la guerra de Independencia, en 1810, Juan Aldama era capitán del Regimiento de Caballería de las Milicias de la Reina. Tuvo tres hijas y un hijo. La mayor, Sebastiana Aldama Acevedo, fue hija de Luisa Acevedo, que falleció. Al enviudar Aldama, éste se volvió casar, ahora con María Luisa Vallejo de Quevedo, y tuvo sus demás hijas e hijo: María Petra, María Sebastiana e Ignacio.
¿Qué hizo Juan Aldama? Recordemos que la lucha por eliminar el mando de la corona en la Nueva España fue iniciativa, en buena parte, de varios grupos de criollos que estaban en desacuerdo con los manejos del virreinato. Cuando se gestaba el inicio de la independencia, Juan Aldama estaba en contacto con los conspiradores de Querétaro, siendo capitán de regimiento del ejército virreinal. Al ser descubierta la conspiración de Querétaro, se dice que Juan Aldama fue quien fue a darle aviso a Miguel Hidalgo y Costilla, hecho con el cual se adelantó el inicio de la lucha con el hecho simbólico del Grito de Dolores, en el que Hidalgo llamó a la población a tomar las armas en contra del virreinato y la corona española. Juan Aldama estuvo presente esa noche y abandonó su cargo en el ejército realista para adherirse a la causa insurgente.
Batallas en las que participó Juan Aldama:
Toma de la Alhóndiga de Granaditas, septiembre de 1810.
Batalla del Monte de las Cruces, 10 de octubre de 1810. El ejército insurgente, comandado por Miguel Hidalgo, venció al realista.
Toma de Valladolid, octubre de 1810.
Batalla de Aculco, noviembre de 1810. El ejército realista venció al insurgente.
Batalla de Guanajuato, noviembre de 1810.
Batalla de Puente de Calderón, 17 de enero de 1810. El ejército insurgente fue vencido por el ejército realista, mucho menor en número en ese enfrentamiento.
Las derrotas en Aculco y Puente de Calderón mermaron la lucha y al ejército insurgente por lo que los principales decidieron retirarse hacia el norte del país con el fin de rearmarse. Traicionados por Ignacio Elizondo, el ejército insurgente fue emboscado en Acatita de Baján, Coahuila, donde arrestaron a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Jiménez y Juan Aldama. Fueron llevados a Chihuahua, donde fueron juzgados en un tribunal militar y fueron fusilados el 26 de junio de 1811, acusados de rebeldía. También fueron decapitados y sus cabezas fueron expuestas en cada esquina de la Alhóndiga de Granaditas, como una advertencia para todos los simpatizantes de la insurgencia. En 1824, cuando la lucha armada terminó, sus cabezas fueron recuperadas por sus correligionarios y fueron enterradas, junto con sus cuerpos, bajo el Altar de los Reyes de la Catedral Metropolitana, para luego ser llevados a la Columna de la Independencia. En el Bicentenario de la Independencia, año 2010, los restos fueron sacados de las urnas para ser analizados en el Museo de Historia (Castillo de Chapultepec) y homenajeados en el Palacio Nacional. Luego fueron devueltos al monumento coronado con una victoria alada, en el Paseo de la Reforma.
Finalmente, Ignacio Allende, nació el 21 de enero de 1769 en San Miguel el Grande hoy San Miguel de Allende Guanajuato, fue hijo de Domingo Narciso de Allende y Ayerdi y de María Ana de Unzaga se crió en el seno de una rica familia dedicada al comercio y a la agricultura. Su nombre completo Ignacio José de Jesús María Pedro de Allende y Unzaga, estudió en el Colegio de San Francisco de Sales donde conoció a los hermanos Aldama, quienes, también destacarían en el movimiento independentista. Su carrera militar se inicia en 1795, cuando por la necesidad de establecer un cuartel militar en San Miguel el Grande se autorizó la integración del Regimiento Provincial de Dragones de la Reina en la región. Allende fue nombrado teniente y ratificado por despacho real en febrero de 1796. En enero de 1801, el virrey Félix Berenguer de Marquina lo nombró teniente del Cuerpo de Granaderos, bajo el mando del general Félix María Calleja, trasladándose al norte de la Nueva España. En 1802, contrajo matrimonio con María de la Luz Agustina de las Fuentes, fueron padres de tres hijos: Indalecio, José Guadalupe y Juana María.
Entró en contacto con miembros de grupos liberales y masones, así como con oficiales del ejército colonial que coincidían con los ideales de libertad e independencia. Al retornar a San Miguel en 1808, participa en reuniones de conspiradores. En 1809 intervino en la conspiración de Valladolid, promovida por los militares José María Obeso y José Mariano Michelena, pero fue descubierta y sus dirigentes detenidos. Allende logró escapar. Conoció al cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla y promueve la organización de varios centros insurgentes; el de mayor importancia fue el de Querétaro. En un principio se decidió iniciar el levantamiento en diciembre de 1810 en la población de San Juan de los Lagos, que sería encabezado por Allende y Aldama. La detención del corregidor Domínguez, obligaron a que en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en la Villa de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, en compañía de Ignacio Allende y Juan Aldama, decidieran convocar de manera inmediata al levantamiento en contra del dominio español, iniciando el movimiento de independencia. Fue proclamado como generalísimo, al renunciar Hidalgo al mando en enero de 1811.
Batallas:
Toma de la Alhóndiga de Granaditas.
Batalla del Monte de las Cruces.
Batalla de Aculco.
Toma de Valladolid.
Batalla de Guanajuato.
Batalla de Puente de Calderón.
En su viaje al norte del país, fue aprehendido en Acatita de Baján, Coahuila, juntamente con los demás cabecillas insurgentes, al ser traicionados por Elizondo. Fue enviado a Chihuahua, donde se le enjuició como rebelde y se le sentenció a muerte. Ignacio Allende fue fusilado en Chihuahua el 26 de junio de 1811. Su cabeza fue expuesta en la alhóndiga de Granaditas (Guanajuato). En 1821, Anastasio Bustamante ordenó su descenso y entierro con honores. Sus restos reposan en la Columna de la Independencia en la ciudad de México.
Sabías que… La apariencia de Ignacio Allende era la siguente: Era alto, de pelo rubio y crespo, nariz aguileña, aunque ligeramente torcida, contextura atlética.
«Sin importar el tamaño de la ciudad o pueblo en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente del tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos». Ignacio Allende.
Con información de Excelsior, Cultura Colectiva y Busca Biografías