Por Pilar Bravo.
La noticia del deceso de Amy Camacho corrió como pólvora por todo Puebla, después de las 3 de la tarde, volvió a llover, como una muestra de la tristeza que nos invade por esta pérdida de los poblanos.
Sus hermanos estaban listos para recibir el desenlace, pues ya el fin de semana se habían complicado las cosas y el derrame cerebral es una sentencia, dijeron en el Hospital Ángeles; resistió muchos días como guerrera de la tribu que siempre fue, pero ante la enfermedad y el designio de Dios, no hay más que decirle adiós.
Su salud se quebrantó desde el año pasado, estuvo internada varias semanas en la Ciudad de México, se hablaba entonces de un virus y los médicos la atendieron. Fue raro no verla en fiestas de fin de año, pero estuvo con sus hijos, sus hermanos y su tribu.
Amy Louise Camacho Wardle fue una poblana entrañable, sonriente, amable y con un historial que todos conocemos. Todo lo hacía con pasión, una de sus ilusiones era celebrar los 50 años de AFRICAM que el año próximo se cumplen.
Sin duda los cinco mil animales que habitan el zoológico hoy están de luto, han perdido a mamá Amy.
Hoy correrá mucha tinta y palabras de reconocimiento a esta mujer que deja un enorme vacío en los poblanos y poblanas; contar su historia es del dominio público.
El legado del Capitán Camacho
Su padre, el Capitán Carlos Camacho, fallecido en 1976, apenas había arrancado en 1972 el único parque zoológico en el país con animales al aire libre, sin jaulas y con una tribu africana.
El deceso trágico de la muerte del Capitán fue el zarpazo de su tigre preferido “Raja“. Cuatro años más tarde, falleció Louise Wardle, esposa del Capitán Camacho, dejando en la orfandad la tribu de niños Camacho Wardle.
Quedó huérfana apenas adolescente.
Amy, mujer de carácter
A la cabeza, Amy forjó carácter ante la adversidad, con talento, sacrificio y madurez sacó adelante a sus hermanos y lo más importante a AFRICAM junto a todos sus habitantes. Conocía a todos, desde los elefantes hasta el murciélago más escondido de la cueva.
Los políticos de todos los partidos la querían seducir para llevarla a la política, pero siempre se negó, la única vez que aceptó ser Secretaria de Turismo fue en el 2011, pero fue durante muy poco tiempo, confirmó que la política no era lo suyo y emprendió nuevos proyectos, el último era abrir un parque similar a Africam en Chile.
Hoy y mañana dirán todo de ella, pero me quedo con el recuerdo de la niña que hace 50 años con una mariposa entre sus rizos, vestido verde y con un chango de peluche en los brazos, entraba a la oficina de su papá, Laboratorios Mayo en la 24 Sur y 9 Oriente, mientras Raja dormía como un lindo gatito.
