Se cumplen más de dos años del asesinato de Cecilia Monzón quien a sus 38 años perdió el derecho de ver crecer a su hijo, amarlo y acompañarlo en los momentos más entrañables de su vida.
Esta mujer que entabló una relación con un hombre de poder político, yace en otro plano y su familia continúa luchando para que se le haga justicia.
Les comparto que la Organización de las Naciones Unidas, señala que al menos 10 mujeres son asesinadas al día en México, uno de los países con las mayores tazas de feminicidios y que hasta ahora, un altísimo porcentaje continúan impunes.
En este a espiral de violencia en contra de las mujeres surge la voz de una familia y concretamente de una hermana: Elena que no ha parado de insistir para que las instituciones en México funcionen apegadas a derecho.
El tema viene nuevamente a este espacio, porque recientemente se estrenó el documental por televisión española y otras plataformas, “Justicia para Cecilia”, ahí el fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, dijo que no tiene duda de que los detenidos son culpables. Entre ellos, la expareja sentimental de Cecilia, Javier López Zavala.
Textualmente Higuera Bernal señala lo siguiente: “Lo que importó fue identificar a los autores materiales y logramos obtener de manera muy rápida los indicios suficientes para lograr la aprehensión de las personas y posteriormente pudimos identificar una persona más participe, hasta ahora en calidad de probable responsable, como autor intelectual”.
Agrega: “tenemos total convicción de que tenemos las pruebas suficientes para que sean sentenciados condenatoriamente quienes en este hecho participaron. Yo no tengo ninguna duda de que así es; debo decirlo que cuando digo que no tengo duda es porque yo mismo estuve participando en la dirección de la investigación”.
Contundentes afirmaciones del Fiscal Poblano, que resuenan en el clamor de “Justicia para Cecilia” por parte de su familia, amigos y personas que la conocieron como una mujer que defendía a otras mujeres, pero que no resuenan en el Poder Judicial, porque a más de dos años de haber ocurrido su asesinato aún están en espera.
Me pregunto en espera de qué, que se olvide el caso, ganar tiempo para poder realizar alguna maniobra legal y dictar una sentencia absolutoria, las dudas son justificables, dado que quien dio la cobarde orden del asesinato, es un personaje que aún tiene conexiones con el poder político, esperemos que no sea el caso y esta situación se deba sólo a aspectos de carga de trabajo, porque es un hecho que los juzgados en México están rebasados ante los miles de presuntos culpables en espera de una sentencia.
Me parece que se debe a mi segundo planteamiento, quiero creer que se actuará en forma contundente y que, ante un hecho tan mediático, no se desvíen los juzgadores y den el mensaje de que aún se puede creer en la justicia de nuestro país.
Lo necesitan, lo piden, lo exigen, todas aquellas personas que han sufrido una lamentable pérdida y que no tienen la misma voz, ni los recursos para exigir que se les haga justicia.