Hoy cumpliría 116 años Francisco Gabilondo Soler, el Grillito Cantor.
En Revista Única recordamos a un gran compositor quien nació un día como hoy pero de 1907, hablamos de Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, el Grillito Cantor, quien en su trayectoria escribió 216 canciones infantiles.
José Francisco Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz, fue el mayor de los hijos de Emilia Soler Fernández, hija de catalán y malagueña y Tiburcio Gabilondo Goya, de origen vasco.
En Orizaba, lugar donde vivió hasta 1929, su afición era aprender y por esto aprendió geografía, matemática, astronomía, cuentos y música. Tanto se dedicó a estas dos últimas que acabó trabajando de compositor.
La escuela le aburría por lo que solo cursó hasta el sexto grado de primaria. Le gustaba leer las obras de Hans Christian Andersen, de Hauff, de Julio Verne, los hermanos Grimm, las fábulas de Esopo y de Emilio Salgari.
Cuando termino la primaria, continuó con su formación de manera autodidacta, en materias como las matemáticas, geografía, historia y literatura universal.
Decidió tomar un curso como linotipista en Nueva Orleáns en el año de 1926 y uno más de navegación celestial por correspondencia desde Maryland, Estados Unidos, sus grandes pasiones fueron la astronomía y en especial la música, así pudo dominar el piano, instrumento que tocaba con buen gusto.
Su juventud.
Inició con su carrera como compositor a finales de los años veinte, cuando vivía en su ciudad natal. Compuso ritmos como tango, fox-trot y danzón: sus primeras obras desaparecieron por varias décadas, pero la Fundación Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, A. C., rescató la totalidad de las obras creadas entre 1926 y 1930.
Los temas rescatados son: «Amor internacional», «Parece raro», «Madrid», «Consejos», «Cita de amor» y «Los pistoleros».
Así que llegó a la Ciudad de México en el año de 1928 en busca de cumplir su sueño de estudiar. Entró al Observatorio Nacional como voluntario, pero lo dejó al poco tiempo por falta de recursos.
Francisco se casó muy joven, en mayo de 1927, casi terminando la adolescencia y por insistencia de Rosario Patiño Domínguez, su primera esposa, a la que conoció en Orizaba se instaló en la Ciudad de México.
Los hijos de este matrimonio fueron Jorge Gabilondo Patiño y Diana Gabilondo Patiño, quienes fueron los primeros niños que conocieron la música del Grillito Cantor; Francisco Gabilondo veía en sus ojos y sonrisas si las piezas compuestas por el eran de su agrado.
Su hija Diana fue muy cercana a él. Aunque su mayor pasión fue siempre la astronomía (donó un telescopio al Observatorio Nacional), la música fue el camino que lo llevó al estrellato.
La radio.
Para el año de 1932 incursiona en la estación de radio XYZ con un programa humorístico y también de crítica social, por el cual ganó el apodo de El Guasón del Teclado.
Así Othón Vélez le da una oportunidad de presentar canciones para niños; a petición solicitada por Rosario Patiño quién representaba a Francisco Gabilondo Soler además de ser funcionaria en la XEW.
Entonces el 15 de octubre de 1934 inicia un programa de 15 minutos -sin patrocinadores ni publicidad- y así en la XEW La Catedral del Radio se narraban historias sobre animales y otros personajes.
Este programa era previo a La hora azul, estelarizada por Agustín Lara y Pedro Vargas. A sugerencia del mismo señor Vélez, adoptó el nombre de Cri-Crí, El Grillito Cantor. Las canciones que interpretó durante esa primera emisión fueron El Chorrito, Batallón de Plomo, Bombón I y El Ropero. El programa se mantuvo al aire durante 27 años, siendo su última emisión el 30 de julio de 1961.
La astronomía.
Gabilondo ingresó a la Sociedad Astronómica de México como miembro activo el 31 de octubre de 1951; construye un observatorio en el pueblo de Tultepec (al norte de la Ciudad de México) para que los aficionados de la astronomía hicieran prácticas.
De manera posteriormente cede esas instalaciones a la S.A.M. Sobre esta pasión expresaba:
«Me gustaba leer los libros de Salgari, de Verne …, quería ser como [un] pirata de Salgari; a esos piratas lo vi muy buenos, muy generosos y hasta bondadosos … y así quería ser, un pirata… pero un pirata debía conocer los mares…, y la geografía, para recorrer el mundo … Debía estudiar las estrellas, pues ¿cómo orientarse en el mar sin conocer las constelaciones? Había que estudiar cosmografía y también aritmética y geometría, pues las cosas se hacen a base de suficiente preparación. Quise ser de todo, astrónomo, geógrafo, ingeniero … […] Éramos siete [amigos de un colegio] a quienes, creyendo ser ya sabios, se nos metió la idea de concurrir al Observatorio de Tacubaya, no como simples visitantes, sino para que se nos dejara usar los instrumentos para descubrir otros planetas, cometas, y muchas nebulosas … Don Joaquín Gallo tuvo la paciencia de tolerar nuestro deseo y nos enseñó cosas del Observatorio, pero también nos hizo cierto examen con el que enseñamos el cobre y ya no salimos de ahí tan seguros de nuestro vale. Sin embargo, regresamos, y aunque amablemente se nos permitió incursionar por las instalaciones, sólo pudimos meter la nariz, no nuestro talento. En el observatorio se nos conocía como Los Siete Sabios de 🇲🇽 …»
Para mediados de la década de 1970, a fin de eludir el ambiente urbano, decide retirarse al pueblo de San Miguel Tocuila, cerca de Texcoco, en donde hizo construir una casa con cierta semejanza a la que tuvo en su infancia.
A pesar de los efectos de la edad y las limitaciones visuales continuo dedicadose a la astronomía con un telescopio y binoculares, con cálculos matemáticos y, excepto en sus últimos días, la lectura.
Su muerte.
Francisco Gabilondo Soler falleció víctima de una enfermedad cardíaca en el Texcoco, Estado de México el 14 de diciembre de 1990 a la edad de 83 años. Sus restos fueron depositados en el Panteón de Orizaba junto con los de su abuelo José Antonio Soler, un coronel español que viajó a la ciudad de Orizaba en 1862.
El cine.
En el año de 1963 se estrenó la película Cri Crí el grillito cantor, protagonizada por Ignacio López Tarso y Marga López, sobre la vida de Francisco Gabilondo desde pequeño cuando vivía con su abuela hasta sus últimos años en los que ya no hacía su programa.
En la película se interpretan diversas canciones escritas por él, y también incluye una secuencia animada por Walt Disney para la canción de Los Cochinitos Dormilones.
Compuso 216 canciones de las cuales solo se grabaron 120, además creó más de 500 personajes y escribió 3 mil 500 página de cuentos.
Imagen Wikimedia
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