domingo, julio 7, 2024
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

OTROS ARTÍCULOS

Los alimentos vivos tienen un poder sanador

El kéfir, es un producto lácteo, que otorga a los alimentos muchos beneficios para el organismo.

“La cocina es siempre una transformación de los alimentos y entre todas las posibles maneras, la fermentación es la más misteriosa y milagrosa de todas. Uno deja un alimento, casi, a merced del tiempo y este se transforma en algo delicioso y con más propiedades que al inicio” dice Michael Pollan, periodista y crítico culinario, en su documental Cooked.

Los alimentos fermentados adquieren su sabor por el crecimiento de bacterias y hongos, por esto posiblemente no quieras probarlos, y es precisamente este proceso de conservación el que le da a los alimentos grandes beneficios para la salud, te motivara a degustarlos y convertirlos en parte esencial de tu dieta.

Si lo que quieres es recuperación de la salud, uno de los puntos claves es cambiar la condición de nuestro sistema digestivo, especialmente el intestino, y los alimentos fermentados son de gran ayuda.

Práctica milenaria.

Una de las biotecnologías aplicadas más antiguas es la fermentación. Fue utilizada para la conservación de alimentos durante más de seis mil años. Este proceso además de ser fácil y es barato se adecua en donde otros métodos son inaccesibles o inexistentes como las conservas y la congelación.

¿Qué son los productos fermentados?

El proceso de fermentación los microorganismos transforman la materia orgánica mediante la catalización de enzimas. Así los alimentos fermentados pasan por un proceso que involucra el crecimiento y la actividad de microorganismos como levaduras, mohos y bacterias.

¿Para qué sirven?

El organismo humano requiere suficientes enzimas para digerir, absorber y utilizar nutrientes adecuadamente, pero conforme envejecemos disminuye la producción, así que los alimentos fermentados —ricos en estas enzimas— en estas etapas cobran gran relevancia.

Algunos de sus beneficios:

Contienen lacto-bacilo (Acidophilus) que promueven poblaciones de bacterias intestinales buenas.

Tienen una gran cantidad de enzimas y están predigeridos.

Ayudan a regular el peso corporal.

Contienen antioxidantes y reguladores del PH corporal.

Su acidez inhibe las bacterias patógenas.

Potencian las vitaminas y hacen más asimilables los minerales.

Proporcionan enzimas y vitaminas que ayudan a asimilar mejor los alimentos.

Predigieren el alimento igual que la germinación.

Los alimentos sometidos a fermentación láctica contienen niveles más altos de vitamina K2, ácido fólico y B12.

La variedad de productos fermentados es muy amplia; se estima que casi un tercio de los alimentos que consumimos son fermentados. Te damos una lista de los más comunes en nuestra época:

Kombucha.

Es una bebida producida mediante la fermentación de té dulce con un cultivo de levadura y bacterias. Su existencia se remonta al año 220 a.C., pero a Europa llegó a principios del siglo XX.

Kimchi.

Es una mezcla de verduras fermentadas es un clásico de la cocina oriental. Aunque solo es una guarnición, es el producto más consumido en Corea. Los ingredientes habituales son la col china y diversas variedades de rábanos muy condimentados con chile en polvo, jengibre y sal.

Yogur.

Este posiblemente es el alimento fermentado más conocido de todos. Su origen se remonta al año 5000 a.C. Se prepara mediante la adición de cultivos de bacterias vivas a la leche y contiene bacterias que se alimentan del azúcar presente en la leche (lactosa) para convertirla en ácido láctico.

Este ácido láctico es responsable del sabor ligeramente ácido del yogur y del espesamiento de la leche, dándole así la consistencia cremosa que conocemos y que tanto nos gusta.

Pese a esto no todos son buenos, pues a veces los fabricantes le añaden colorantes, endulzantes y otros elementos que aniquilan todos sus beneficios. Revisa la etiqueta y asegúrate que especifique que contiene una cierta cantidad de cultivos vivos y activos.

Chucrut.

Este es un clásico favorito entre los alimentos fermentados de elaboración casera, es simplemente col cortada fermentada. De sabor ácido, textura crujiente y tan solo 33 calorías por 100 g y una gran cantidad de fibra alimentaria, el chucrut es perfecto para quienes cuidan su peso.

Kéfir.

Es u producto lácteo fermentado similar al yogur y hecho a partir de cualquier tipo de leche animal. También se pueden fermentar los gránulos de kéfir en agua azucarada para elaborar el conocido kéfir de agua. Su nombre proviene de la palabra turca ‘keif’ que quiere decir ‘sentirse bien’

El origen de este alimento se ubica en las montañas del Cáucaso, donde los pastores almacenaban leche en recipientes de cuero para que fermentarlo y convertirlo en un agrio yogur.

Encurtidos.

Si eres de los que comes pocos alimentos fermentados —o ninguno— prueba los encurtidos, que no son más que verduras frescas fermentadas con la ayuda de microorganismos en una solución salina.

Las verduras son fermentadas para que se puedan consumir en las estaciones frías. Los arqueólogos sitúan su origen en la antigua Mesopotamia sobre el año 2400 a. C. Los pepinillos aparecen nombrados dos veces en la Biblia.

El vinagre.

Este producto esta hecho principalmente de agua y ácido acético. Nace de la fermentación de etanol (alcohol etílico) por las bacterias de ácido acético. Es preferible que sea orgánico.

En la actualidad el vinagre de manzana es un suplemento dietario muy usado en el mundo por su posible rol en la reducción de grasa corporal y otros efectos benéficos sobre la homeostasis de la glucosa.

¿Los fermentados son para todos?

Los especialistas aconsejan tener especial cuidado con el sodio, en particular las personas con hipertensión. Otro motivo de preocupación sería quienes viven con diabetes, son intolerantes a la lactosa o la levadura y quienes sufren de ciertas alergias.

Más allá de esas personas no existen impedimentos para comenzar a consumir este tipo de alimentos a cualquier edad, aunque no estaría de más acudir al doctor antes de introducir cualquier cambio nuevo en tu dieta.

Otros tips:

Las aceitunas y encurtidos que vienen en latas han sido pasteurizados y no contienen bacterias vivas.

Por esto los fermentados reales se almacenan en la sección refrigerada de los mercados

Prefiere los orgánico.

ÚLTIMOS ARTÍCULOS