La autoestima es una necesidad emocional, que en el caso de los niños depende también de su entorno familiar y académico. Por ello Revista Única te explica cómo ayudar a tu hijo a mejorar su autoestima.
La autoestima es la base de la felicidad infantil.
El desarrollo integral de un niño implica que los padres, como adultos, no sólo atiendan sus necesidades materiales, sino también, las emocionales: amor, cariño, atención y afecto. A veces estas cosas se olvidan y la autoestima del niño puede resentirse.
La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la infancia y la etapa adulta: una persona mayor es consciente de sí misma y de su identidad, por tanto, su bienestar depende, principalmente, de sí misma y de su actitud. Sin embargo, un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también del entorno familiar y académico.
De hecho, ambos ámbitos están en clara conexión, por ello, es muy positivo que exista una comunicación constante entre los profesores del colegio y los padres. Las tutorías tienen como objetivo intercambiar impresiones para analizar no sólo la evolución académica del niño, sino también su actitud y su comportamiento. En muchos casos, cuando un niño baja su rendimiento académico, tiene esta respuesta en base a un problema en el hogar: Proceso de divorcio, carencias afectivas o también, falta de integración con los compañeros de clase. Ambos, padres y profesores, deben tenerlo en cuenta para actuar en consecuencia y ayudar al niño a encontrar soluciones.
Las principales causas de una baja autoestima en el niño son:
- Falta de amigos.
- Complejos físicos.
- Familias desestructuradas.
- Falta de integración en clase.
- Soledad.
- Falta de interacción familiar.
Para ayudar a mejorar su autoestima sigue estas sencillas técnicas y ayúdalo a sanar.
Cero comparaciones.
- Es muy común hacer comparaciones entre los hijos pero en toda comparación siempre hay alguien que sale perdiendo, y este tipo de mensajes son muy negativos para la autoestima del niño que se siente a la sombra de su hermano.
Gestos de afecto.
- Dichas caricias pueden ser físicas o emocionales. Un abrazo o un beso es una muestra de expresión corporal. Sin embargo, existen caricias verbales que llegan de una forma directa al corazón de cualquier niño en forma de bienestar emocional. La caricia más positiva es decirle: “Te quiero mucho”.
Juega con Él.
- El juego no sólo es una forma de entretenimiento sino también un excelente estímulo a nivel emocional para alimentar la autoestima de cualquier niño. Existen actividades muy placenteras que favorecen el contacto con la naturaleza: andar en bicicleta, realizar una excursión, salir al parque, hacer deporte.
Hábitos familiares.
- Crear hábitos ayudarán a crear un hogar gratificante: la comida y la cena es un momento para compartir. Por ello, en caso de que por motivos de horarios sea imposible comer todos juntos entre semana, entonces, es recomendable poder hacerlo el fin de semana. Por supuesto, no hay mejor forma de despedir el día que leer un cuento de buenas noches al niño.
Responsabilidades.
- Los niños también pueden asumir responsabilidades de una forma acorde a su edad. En la casa, pueden hacer estas tareas a partir de los siete años: poner la mesa, recoger su cuarto, doblar su ropa.
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