El sexo es un tema sensible y más entre los judíos ultraortodoxos de Israel, que son altamente conservadores. Pero un terapeuta en Jerusalén ha escrito una guía sexual dirigida específicamente a esta comunidad el doctor David Ribner.
En la oficina del doctor Ribner se encuentra una fila de cajas con lubricantes, vibradores y aceites de masaje, además de una inusual colección de libros en la pared, con títulos como «El deleite del sexo» (The Joy of Sex), dispuestos junto a volúmenes de textos religiosos judíos.

Ribner nació en Nueva York, obtuvo la ordenación rabínica y un doctorado en trabajo social, luego se trasladó a Israel, donde ha tratado pacientes judíos devotos durante los últimos 30 años. También fundó un programa de entrenamiento de terapia sexual en la Universidad de Bar-Ilan en Tel Aviv, además que publicó el manual de sexo para judíos ortodoxos.
A los niños y niñas ultraortodoxos los educan por separado y tienen poca interacción con el sexo opuesto hasta la noche de bodas, cuando se espera que consumen su unión. El contacto físico con el sexo opuesto, incluso algo como un apretón de manos sólo se permite con el cónyuge y con los miembros cercanos de la familia. El acceso a películas y a internet es a menudo restringido.
Ribner dice que el judaísmo considera el sexo como algo positivo, pero que hablar de ello abiertamente se ha convertido en un tabú. «El sexo sólo es apropiado en un contexto marital», dice. «Más allá de eso, no se habla al respecto. Por tal motivo se ha hecho muy difícil para la gente tener algún tipo de diálogo sobre el tema».

En la comunidad ortodoxa y ultraortodoxa de Israel, hay manuales escritos para las novias y los novios, con el objeto de guiarlos en el tema de la intimidad en la vida matrimonial, pero emplean una terminología alegórica, vaga, y no ofrecen instrucciones explícitas de cómo se hacen las cosas en materia de las relaciones sexuales.
Así que el libro de Ribner entra en un territorio desconocido. En sus páginas no se ven ilustraciones. En cambio, trae un sobre cerrado en una aleta de la contraportada, con una advertencia a los lectores de que contiene diagramas sexuales. Si no desea verlas, puede arrancar el sobre y tirarlo a la basura. Hay tres diagramas de posiciones sexuales básicas.
«Queríamos dar a la gente no sólo una sensación de dónde colocar sus órganos sexuales, sino dónde poner sus brazos y piernas», señala. «Si nunca has visto una película, si nunca leíste un libro, ¿Cómo se supone que sepas lo que haces?».

Los dibujos son simples: figuras con contorno y sin rostros. «Queríamos que fuese aceptable para una población que fuese lo más amplia posible y con el menor riesgo de ser ofensivos», dice. «Consultamos muchos otros manuales sexuales para ver el tipo de ilustraciones que usaban y sentimos que eran demasiado gráficas y podían incomodar a gente que realmente no ha tenido contacto con este aspecto de sus vidas».
El sexo es parte fundamental de una relación marital para los judíos ortodoxos y ultraortodoxos. Y tener muchos niños es deseable. Pero la mayoría de los niños ultraortodoxos son educados en escuelas religiosas especiales, donde reciben muy poca o nula educación sexual.
Tal «silencio» crea una «barrera de vergüenza» sobre cuestiones que tienen que ver con el sexo, y aquellos que buscan educarse a sí mismos sobre el tema pueden ser vistos como «subversivos y rebeldes».

El libro de Ribner fue lanzado el año pasado en inglés, y está a punto de ser publicado en hebreo, lo que hará que sea mucho más accesible a un público israelí. Ribner dice que le tomó tiempo encontrar a un traductor de mente abierta y de origen judío ortodoxo, que pudiese traducir el libro usando un lenguaje que fuese atractivo para un lector devoto. El libro es directo en su lenguaje y toca temas que pueden ser incómodos para algunos, incluyendo el sexo oral y la masturbación.
Con información de bbc.com