Aunque no lo creas esta duda es muy común. ¿La saliva es un buen lubricante? Hoy hablaremos de este y otros mitos sobre el sexo desmentidos por la ciencia.
La cultura popular mantiene ideas como que las personas casadas tienen menos relaciones sexuales que las solteras o que los encuentros espontáneos generan los mejores orgasmos, pero hay estudios que demuestran que no tiene por qué ser así
Los mitos sobre sexo parecen no tener fin. Cuando ya se ha superado aquello de que si uno se masturba le salen ronchas o que no se puede tener relaciones sexuales durante la menstruación, aparecen otros que, por ejemplo, vinculan el deseo sexual al signo del zodíaco o el masturbarse con un menor rendimiento en el gimnasio.
Hay varios motivos por los que la cultura popular mantiene estas ideas, a pesar de ser desmentidas por los estudios.
Para empezar y como sucede con todos los tabúes, porque cuadran con la idea previa que se tiene sobre el sexo y tendemos a validar todo aquello que coincide con nuestras opiniones, gustos o creencias.
Por otro lado, porque sigue habiendo ciertos prejuicios alrededor de este tema y se sigue hablando poco de forma productiva, abierta e informada.
La información, las ganas de querer aprender sobre un tema y el espíritu crítico para dudar de lo que leemos son los antídotos contra los mitos.
Hoy te dejamos información sobre algunos mitos sexuales que están vigentes aún.
Si has tenido un orgasmo, lo sabes
Esta frase es seguramente cierta en un porcentaje elevado de personas. Entonces, ¿por qué hay mujeres que no saben identificar su orgasmo? En el caso de los hombres, orgasmo y eyaculación van habitualmente unidos (aunque pueden darse por separado al ser procesos diferentes) y esto se convierte en una señal física muy evidente de que se ha llegado al clímax.
Pero en muchas mujeres no existe esa señal tan clara. Además, esta es una experiencia diferente para cada persona, con lo que, a lo mejor, unas lo sienten de forma muy explosiva y otras, no tanto. Y es en el caso de estas últimas cuando puede pasar que no se identifique el punto máximo de placer.
Una pista para identificar el orgasmo femenino son las contracciones, más o menos evidentes, que se experimentan en la zona vaginal. Pero para responder a la pregunta de ¿cómo sé si he tenido un orgasmo?, hay que tener una buena educación sexual y autoconocimiento.
El mejor sexo es el espontáneo
Nada que objetar respecto a lo maravilloso de un encuentro apasionado, donde dos (o más) personas se ven, coquetean y llegan al sexo como en una película. Pero hay que ser conscientes de la parte de ficción que también tiene.
Ni siempre el sexo espontáneo trae los mejores orgasmos ni planificar el sexo es algo anticlimático. Esta última es algo necesario si queremos mantener una erótica sana en parejas que llevan ya un tiempo juntos. En algunos estudios ha quedado demostrado que la satisfacción sexual no difiere si la relación es espontánea o planificada.
La humedad no engaña
“La humedad no engaña” es lo que dicen algunas personas respecto a la lubricación vaginal como signo evidente de excitación sexual e incluso de deseo. Pero la humedad no es siempre señal de ello y mucho menos de tener ganas.
Y es que la excitación es una cosa y los procesos fisiológicos, otra. Es fácil entenderlo haciendo un paralelismo con la erección del pene: no siempre que hay erección es por excitación.
De la misma manera que puede pasar lo contrario: que no haya lubricación (o erección) y sí haya excitación. Por otro lado, está estudiado que es habitual que haya respuesta sexual fisiológica en mujeres ante estímulos que no necesariamente tienen que ver con sus gustos eróticos. La hipótesis de por qué pasa eso, es que esa respuesta es un mecanismo de adaptación o protección ante una posible penetración.
Las personas casadas tienes menos sexo que los solteros
Existen estudios que certifican que las personas casadas o las que conviven con su pareja practicaban más sexo que las solteras.
El dicho de que casarse implica dejar de tener relaciones sexuales tiene una parte cierta. Y es que los años, la rutina y la convivencia acaban con la pasión inicial y si no se cuida la erótica en pareja se puede acabar perdiendo.
Pero no siempre es así y hay investigaciones que lo confirman. Ahora bien, puede que haya una tendencia entre las personas casadas y con pareja estable a practicar cada vez menos sexo, mientras que las solteras tienen una vida sexual cada vez más activa.
Sea como sea, esto no es una competición, con lo que intentemos cuidar nuestra salud sexual, cada cual como lo necesite.
La saliva es un buen lubricante
Esto esta incluso en dichos populares, pero lo cierto es que, los cuerpos necesitan un tiempo para prepararse para la penetración y la saliva no cumple esta función. Utilizarla es un recurso socorrido en el cine, pero realmente no es una buena opción.
La saliva es un líquido que en un 99% es agua y el agua se seca con mucha facilidad. Con lo cual, aunque inicialmente se aplique en zona vaginal o anal, se va a evaporar rápidamente y el efecto lubricación va a durar poco. Una vez seca, no protege de la fricción, con lo que se pueden provocar pequeñas lesiones.
Ante esto hay dos opciones: estar constantemente aplicando saliva, cosa que no parece ni práctico ni cómodo, o utilizar lubricantes específicos, como los muchos que hay en el mercado.
