martes, mayo 21, 2024
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Lucha Reyes, la gran intérprete de música ranchera

Existen muchos mitos alrededor de la vida de Lucha Reyes que involucran, en primer término su origen y en segundo, su depresión, que la llevó a la muerte. Hoy la recordamos a 79 años de su fallecimiento.

Hija de Miguel Ángel Flores y Victoria Aceves, María de la Luz, nació el 23 de mayo de 1906 en Guadalajara, Jalisco. Intentos de biografías, segmentos y películas, nunca han dejado en claro el origen de la cancionera.

Por alguna razón aún desconocida, al inicio de su carrera como intérprete en 1919, durante sus incipientes presentaciones aparecía con el nombre de Lucha Reyes utilizando el apellido del segundo esposo de su madre.

Su gran voz le permitió presentarse en diversas carpas al lado de Amelia Wihelmy, José Limón y los hermanos Acevedo. Pocos años después, su éxito la llevó a firmar un contrato para trabajar  en Los Ángeles, California, hasta 1924.

SOBRE SU TRABAJO

De regreso a México trabajó en diversos teatros, como el Iris y el Lírico, como parte del trío de cantadoras Ascencio. Pero su depresión constante y el ambiente incidió en que Lucha se aficionara al trago, y en cada presentación, so pretexto, de enronquecer su voz que la hizo famosa, se bebía una botella de tequila, la cual vaciaba en un par de horas, el tiempo justo que duraba su presentación. Tras bambalinas, ella misma argumentaba que

Lucha Reyes

«»ni siquiera la música, que era su vida, ni el trago, aminoraban su depresión, por la vida, tan ingrata, que le había tocado»».

En Alemania grabó un primer disco, pero las bajas temperaturas y la ropa inapropiada le provocaron una terrible enfermedad que la dejó afónica, perdiendo la oportunidad de seguir grabando y de cumplir con sus presentaciones. Sin dinero, sin voz y con el ánimo por los suelos volvió a México y con cuidados especiales pudo volver a cantar hasta un año después de su partida.

Lucha Reyes

En plenos años nacionalistas, en que el machismo se encontraba a flor de piel, sobre todo en un ambiente en que el estereotipo del charro era el llevaba la voz cantante en todos los ámbitos de la cultura popular mexicana y en un ambiente en que comenzaba el auge de las del cine y la radio, Lucha y su enorme talento pudo sobreponerse y ganarse el respeto de aquello que competían en el oficio de la interpretación folclórica.

En ese sentido, se rumora que Lucha tuvo sus amoríos con Silvestre Revueltas, fundador del legendario Mariachi Vargas de Tecalitlán, y precisamente a partir de ello, fue el mismo Vargas quien apoyó a la cantadora para ingresar a la incipiente XEW en 1930.

Los entendidos afirman que Lucha Reyes es la mamá de los pollitos en la música ranchera. Es la creadora de un estilo bravío que sigue vigente y muchos intérpretes lo han adoptado en su trayectoria musical.

La cantante también actuó al lado de Pedro ArmendárizDolores del Río, Jorge Negrete, Flor Silvestre y fue dirigida por Emilio “Indio” Fernández en los 30 y 40.

La sensación que Lucha provocaba en el público con sus canciones era un delirio. Muy pocas veces o casi nunca una mujer interpretaba así ese tipo de música.

Un testigo de la época aseguró:

«»prodigaba su voz hasta desgarrarla, gemía, lloraba, reía y hasta maldecía»».  Su estilo generaba todo tipo de reacciones, algunas muy severas por el tipo de letras (pa’ que me sirve la vida, entre copa y copa, cartas marcadas y rayando el sol, por ejemplo) y por su «»poco refinamiento para interpretarlas»».

A Lucha poco le importaba, ella misma decía:

«al cantar estas canciones siento ganas de echarme unos buenos tragos, porque me forman nudos en la gargant».

Pero lo suyo continuaba siendo la interpretación y como una cascada vinieron uno tras otro los éxitos, hasta completar un repertorio por demás significativo. Destacan entre otras: Canción mexicana, de Lalo Guerrero; La Panchita de Joaquín Pardavé; La feria de las flores, de Chucho Monge; Juan Colorado, El herradero, La mensa, Caminito de Contreras, Yo me muero donde quiera, Por un amor, etcétera. Y por fin, la canción que la simboliza, la representa y en buena medida la inmortalizó: La Tequilera.

SU ENFERMEDAD

La vida sentimental de la cantante de Reyes fue un tobogán. A pesar de su personalidad arrolladora, su potentes y rasgada voz, además de su sensibilidad extrema, su vida en fue una búsqueda infructuosa del amor y la amistad que nunca llegarán plenamente.

Pero Lucha Reyes estaba enferma. Volvió a su estado depresivo y a su alcoholismo, en buena medida provocado por el abandono de su marido, a quien llegó a considerar el amor de su vida. La abandonó por otra mujer.

Para 1944, Lucha Reyes ya casi no salía de su casa por su estado de borrachera permanente. Postrada en un sillón dejaba pasar el tiempo ante lo absorto de su pequeña hija de 11 años.

El 25 de junio le pidió a su hija que corriera a la botica por un frasco de barbitúricos. Consumió 25 de  los cuarenta con que contaba el frasco. Cuando se desvaneció su hija pidió auxilio a los vecinos, quienes a su vez llamaron a la Cruz Roja.

Todos los intentos médicos fueron en vano. Luz María Flores Acevedo, Lucha Reyes, la gran intérprete de música vernácula había fallecido a la edad de 38 años.

Miles y miles de personas llegaban al sepelio. Canciones como La Tequilera, La Panchita y otras fueron entonadas por el Mariachi Vargas al pie del sepulcro, asistieron Agustín LaraDolores del Río y otros artistas.

Imagen de Portada Caracteres MX con información de Wikiméxico

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