La oración de santa Mónica por un hijo descarriado o rebelde, la recordamos en su fiesta
Este día es la fiesta de santa Mónica, en Revista Única te contamos su historia nació en Tagaste (África), en la primera mitad del siglo IV.
Fueron madre de san Agustín de Hipona, quien en su juventud fue rebelde y caprichoso. Mónica fue criada en la fe cristiana, pero se casó con un hombre de nombre Patricio, quien no compartía su fe, ya que era un político ateo.
Tuvieron tres hijos, su matrimonio no fue fácil, porque Patricio era un hombre violento y regularmente abusaba de Mónica.
A lo largo de su vida matrimonial le fue infiel; a pesar de esto Mónica fue muy paciente, otras esposas con problemas matrimoniales iban a buscarla para que les dieron su consejo, así se convirtió en el consuelo para quienes sufrieran durante su vida matrimonial.
Santa Mónica sirvió a su esposo con amor desinteresado y devoto, y oraba por él todos los días. Eventualmente, sus oraciones dieron frutos.
Un año antes de la muerte de Patricio, él se convirtió al catolicismo, debido, en su mayoría, a las oraciones de santa Mónica y a su poderoso ejemplo.
Mónica se vio muy complacida con la conversión de su esposo, a ella aún le preocupaba su hijo Agustín.
Aunque él era brillante y estaba dotado de dones, pasaba la mayor parte de su tiempo en las calles con amigos, robando comida y viviendo promiscuamente.
Incluso tuvo un hijo fuera de matrimonio. Pese a todo esto Mónica se negaba a renunciar a su hijo, de la misma manera en la que se había comprometido a su esposo.
Ella oraba intensa y diariamente por Agustín, ayunaba por su bien y le rogaba a Dios que le ayudara a regresar al camino de la fe.
Cuando Agustín viajó a Roma y Milán por motivos de educación, Mónica le siguió y continuó orando por él.
Mientras se encontraban en Milán, ella conoció a San Ambrosio, el obispo local quien más tarde sería canonizado.
Ambrosio se convirtió en su guía espiritual. Él observó su anhelo incesante por su hijo y las horas que pasaba orando por él.
San Ambrosio le prometió a Santa Mónica: «Te aseguro que el hijo de tantas lágrimas no perecerá».
Agustín y Ambrosio establecieron amistad e iniciaron discusiones acerca de la cristiandad.
Ambrosio fue el primer pensador de alto nivel que Agustín conocía. Como resultados de sus diálogos, Agustín finalmente decidió convertirse al catolicismo.
San Ambrosio bautizó a un Agustín de 32 años, que eventualmente crecería para llegar a ser uno de los pensadores con más influencia en la historia occidental, y uno de los más grandes santos en la Iglesia Católica.
Mónica apenas y pudo contener su entusiasmo luego del bautizo de Agustín. Ella y su hijo comenzaron a compartir bellas conversaciones acerca de Dios y del cielo.
Cuando ella yacía en su lecho de muerte, contenta al haber visto tanto a su esposo como a su hijo regresar a la fe, sintió como la entera misión de su vida había sido completada.
Por esto también se la conoce como intercesora de las madres con hijos descarriados y rebeldes.
Esto por su perseverancia en la oración para que primero su esposo y posteriormente su hijo se convirtieran a la fe católica y pudiera llegar a ser doctor de la Iglesia y uno de los grandes teólogos de la religión católica.
En Puebla el templo dedicada a santa Mónica se encuentra en 5 de mayo entre 16 y 18 poniente, en la que se encuentra la venerada imagen de «El Señor de las Maravillas» y mucha gente le llama templo del Señor de las Maravillas.
Oración a Santa Mónica por un hijo descarriado o rebelde.
Santa Mónica, necesito tus oraciones. Tú sabes exactamente cómo me siento y porque tú misma te sentiste así. Estoy herida, me siento incapacitada y desesperada. Quiero desesperadamente que mi hijo regrese a Cristo en su Iglesia pero no puedo hacerlo solo. Necesito de la ayuda de Dios. Por favor únete en mis peticiones de la gracia poderosa del Señor en la vida de mi hijo. Pídele al Señor Jesús que ablande su corazón, prepare un camino para su conversión, y para que active el Espíritu Santo en su vida. Amén.
Imagen portada Holyart @
Santa Mónica, modelo de madre cristiana y patrona de las víctimas de adulterio