En el Día Mundial de la Alegría te compartimos todo sobre este sentimiento que nos ayuda a ser mejores.
Este inicio de mes festejamos el Día Mundial de la Alegría se instauró en el año 2010 a iniciativa del colombiano Alfonso Becerra en el Congreso de Gestión Cultural que se celebró en Chile.
Al principio la fecha solo se conmemoraba en unos catorce países del mundo incluidos Chile, Brasil y Argentina, entre otros pero ahora se celebra de forma universal.
Ahora el Día Mundial de la Alegría tiene como fin el reflexionar sobre la importancia de tener presente un sentimiento en cada momento de la vida y su poder transformador.
Pero ¿qué es la alegría?
Los psicólogos dicen que la alegría como emoción pasajera se manifiesta mediante la risa o la sonrisa, pero también es cierto que la alegría provoca manifestaciones de todo tipo, desde saltos, aplausos, bailes… Y es que cada persona se manifiesta de manera diferente.
Así la alegría es una emoción subjetiva y depende de la persona a la que se le pregunta. Lo cierto es que una persona alegre tiende a estar más sano, supera las dificultades y provoca alegría a las personas que están a su alrededor.
Es una de las emociones básicas de los seres humanos. En esta refiere a la satisfacción o gozo que se tiene después de un logro propio o ajeno; es más esta coincide con lo que se desea, por lo que la alegría podría ser un estado constante en la vida de las personas.
Para se usan sinónimos como contento, entusiasmo, felicidad, agrado, gozo. Produce un estado interior generador de bienestar general, con altos niveles de energía, además de una gran disposición a la acción constructiva.
¿Lo qué la causa?
Generalmente se presenta como un sentimiento de placer debido a un suceso o situaciones favorables, tanto por la ocurrencia de un evento deseado o bien por la eliminación de otros desagradables.
Es considerada algo bueno que se debe buscar y procurar en todo momento, no esperar pasivamente a que llegue, porque no es probable que sea así.
Además el hecho de estar alegres nos vuelve productivos, se le encuentra un mejor sentido a la vida y nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los demás.
El amor puede ser la causa más profunda y común para la alegría, porque puede conllevar a una óptima manera de relacionarnos con las otras personas, circunstancia que causa más alegría.
Actualmente pueden ser muchas la circunstancias que motivan a que buena parte de la comunidad esté de mal humor.
Pero el ser humano tiene la capacidad para estar alegre aun cuando sus circunstancias no sean las mejores y tener una actitud positiva, una predisposición a aceptar la realidad como es y entregarse a ella sin ponerse a la defensiva e intentar cambiarla necesariamente.
Y es que la alegría se contagia y devuelve a la gente el entusiasmo y las ganas de vivir. Pero es más común el caso de los que carecen de esperanza y eligen quedarse; con una actitud negativa de las personas que viven aferradas a situaciones pesimistas y negativas.
Para manifestar la alegría.
Esta se manifiesta con un buen estado de ánimo, satisfacción, tendencia a mostrar una sonrisa o a reírse, sentirse relajados, presentando una apariencia positiva en el lenguaje que empleamos, en nuestras acciones y decisiones.
Lo más común es que la alegría se exteriorice con gestos, acciones o palabras y nos den ganas de bailar, saltar o aplaudir.
Además si estas alegre puedes presentar un incremento en la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea, fluctuaciones en la actividad electrodérmica en la piel la cual consiste en una variación de las propiedades eléctricas de la piel producto de la sudoración.
Es más en algunas ocasiones se pueden presentar de forma adicional escapes de orina, debido a una relajación de los músculos del esfínter vesical.
Se pueden presentar lágrimas, tono elevado de voz, elevación de los párpados y estrachamiento de su apertura. Pero cada persona tiene formas distintas de manifestar su alegría.
Por lo que cuando estamos alegres, nos sentimos felices y el cuerpo libera endorfinas que viajan desde la médula espinal hasta el torrente sanguíneo.
¿Existen diferentes tipos da alegría?
Podemos decir que hay diferentes tipos de alegría y algunas de estas no son positivas:
Alegría real o verdadera. Se presenta de manera natural y espontánea en la persona después de un acontecimiento placentero.
Alegría hilarante o jocosa. Esta se presenta en función de la gracia que nos produce algo o alguna situación, como ejemplo el escuchar un chiste.
Alegría simulada. Se da de manera intencionada se aparenta alegría, sin que exista una causa real que la produzca. Además se genera usualmente para evitar algo, al no querer presentar otro tipo de respuesta ante una situación que nos incomoda. Un ejemplo se presenta cuando nos preguntan algo que no queremos responder, podemos reírnos para eludir dar una respuesta.
Alegría ‘maligna’. Esta presente cuando nos reímos de la desgracia ajena. Nos da alegría porque a otras personas no les va bien en la vida o porque cometen algún error y eso les resta ventaja de algo; por ejemplo que alguien caiga y nos causa gracia. Hay una hipótesis de que, este tipo de situaciones, la respuesta de risa o gracia puede simplemente estar expresando alivio.
Alegría patológica. Este es un exceso de alegría, pero como en el resto de las emociones, también puede ser peligrosa y representar un riesgo a la salud mental. Ya que una persona que siempre se está riendo o que está siempre feliz puede dejar de ser objetiva y perder el control de la situación. Esta se caracteriza por un episodio maníaco, manifestándose por un estado de hiperactivación desproporcionado.
Sin embargo ¿para qué nos sirve el sentirnos alegres?
Y es que la alegría tiene varias funciones principales: adaptativa, social, motivacional, psicológica y como un valor.
La función adaptativa. Esta consiste en acercarse a la persona al suceso que la ocasiona, a diferencia de las emociones que activan a la persona para que se aleje del suceso. Con esto la persona alegre experimenta gran tranquilidad, que le provoca disfrute de su situación y le permite interactuar exitosamente con otras personas, al incrementar su empatía y la realización de actividades altruistas en la comunidad a la que pertenece, creando un ambiente favorable donde vivir.
Función social. Se trata de comunicar a las personas que nos rodean información relevante acerca del sentido de nuestras posibilidades acciones y con ello facilita la interacción con los demás de forma agradable. Un ejemplo es cuando mejora el desempeño y rendimiento, tanto a nivel académico como laboral.
Función motivacional. Nos permite que las personas se acerquen más a una meta satisfactoria y aumente el optimismo que se crea ante cualquier situación que se le pueda presentar en la vida diaria. El hecho de estar alegres mejora la productividad de las personas.
Función psicológica. El estar alegres nos ayuda a regular el estrés. Se tiene comprobado que reírnos hace que segreguemos hormonas como adrenalina, endorfinas, que se encargan de reducir el estrés. El estar felices nos ayuda a tener una mejor opinión sobre nosotros mismos; esto es, aumenta la autoestima y a tener mejor disposición para afrontar los problemas. Nos da mayor fortaleza a la hora de tener que hacer frente a los problemas.
La alegría como valor. Esto se manifiesta desde el interior y se refleja a través de sensaciones de bienestar. Lo que crea un estado placentero, satisfactorio y de plenitud.
Otra cuestión es que la alegría tiene un impacto positivo en la salud. Ya que cuando una persona se siente gozosa, el cerebro libera endorfinas, hormonas que aumentan la fortaleza del organismo y minimiza los dolores, acelera procesos de curación, cicatriza más rápido las heridas causadas por el sufrimiento, mejora las relaciones interpersonales; también fortifica el sistema inmune, mejora el sueño, tanto en calidad como en cantidad y nos permite ver el lado bueno que tienen todas las cosas.
Generalmente la alegría nos libera, nos prepara y fortalece para hacer cosas diferentes, nos permite volar con la imaginación, inventar cosas nuevas, atraer a la gente, disuelva rencores y resentimientos permite olvidar las penas y minimizar las adversidades.
Para elevar la frecuencia de la alegría en la vida.
Tenemos que disfrutar de las cosas pequeñas y cotidianas que se encuentran a nuestro alcance.
Mantener un estado tranquilo, sin que exista estrés ni presiones.
Tienes que tener presenta que lo que te motiva y lucha por esto.
Procura buscar y disfrutar el diálogo familiar.
El hecho de pensar de forma positiva; nos aleja de los pensamientos negativos.
Procura tener cerca a una persona positiva y optimista.
Debes mantener la armonía en la vida, ya sea en el trabajo, familia o en cualquier contexto.
Tienes que aceptar la realidad y afrontarla positivamente.
Finalmente contagia a los demás con tu alegría; las personas siempre buscarán estar con quienes los hacen sentir bien.
El umbral que necesita atención.
Tienes que saber que la alegría debe tomar muchas formas, desde una felicidad serena y silenciosa hasta una explosión ruidosa de júbilo. Por lo que dependiendo del estímulo al cual se responda, se puede experimentar alegrías más intensas o más controlables las que dependerán de esto y de nuestra personalidad, se puede manifestar de un modo socialmente convencional o no.
En el momento en que la alegría se torna en un estado de euforia incontrolable y persistente, ya no se le considera alegría sino ya es un síntoma de una manía o hipermanía.
No se debe confundir la alegría con la felicidad; está supone un estado de satisfacción más duradero y más vinculado con la evaluación racional de la propia vida y el propio desempeño.
Frases de alegría.
Finalmente, estos son algunas frases célebre sobre el sentimiento de alegría, que se han generado en la literatura a lo largo de la historia:
La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro. Benjamin Franklin.
Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre. Volteire.
La mitad de la alegría reside en hablar de ella. Proverbio persa.
Hazles comprender que no tienen en el mundo otro deber que la alegría. Paul Claudel.
La alegría es el ingrediente principal en el compuesto de la salud. A. Murphy.
La alegría, cuanto más se gasta más queda. Emerson.
Bueno es tener la alegría en casa y no haber menester de buscarla fuera. Goethe.
El corazón alegre hace tanto bien como el mejor medicamento. Salomón.
No existe nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor. Charles Dickens.
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