Patrona de los peluqueros, las mujeres, los perfumistas, este día es la fiesta de María Magdalena, en Revista Única te hablamos de su vida.
Este 22 de julio se celebra a Santa María Magdalena, es patrona de las mujeres, de los pecadores arrepentidos, de los estudiantes, de los fabricantes de peines, de los peluqueros, perfumistas, maquilladores, fontaneros, bodegueros, protectora de los niños con dificultades de aprendizaje, de los problemas en los ojos, las tormentas y las plagas.
El nombre de esta mujer era María, que significa «preferida por Dios», y era natural de Magdala en Galilea; de ahí su sobrenombre de Magdalena. Magdala, ciudad a la orilla del Mar de Galilea, o Lago de Tiberiades.
La imagen tiene como atributos: el cabello largo, el cráneo, vaso de perfume y abrazo en los pies de Cristo crucificado. En cuanto a la vida de esta mujer discípula de Jesús hay muchas historias, y en la Biblia se habla de varias mujeres con este nombre, pero quien es la Madalena.
María, hermana de Marta y Lázaro, eran de una familia con recursos pero ella era una pública pecadora, por lo que se fue de la casa y vivía sola, hasta que tocada un día por la gracia, vino a rendirse a los pies del Señor. “No te acerques a mí, porque estoy puro”, le dirían los soberbios; pero el Señor, al contrario, la recibe y perdona.
Por eso Jesús, “acoge bondadoso la ofrenda de sus servicios”, y le ofrece para siempre un sitial de honor en su corte real. La contrición transforma su amor. “Por haber amado mucho, se le perdonan muchos pecados”.
Movido por sus ruegos resucita Jesús a Lázaro, su hermano, y cuando Jesús es crucificado, le asiste, más muerta que viva; preguntando, como la esposa de los Cantares, a dónde han puesto su esposo Divino, Cristo la llama por su nombre, y la manda a llevar a los discípulos la nueva de su Resurrección.
En los Evangelios se le menciona en cuatro ocasiones:
1) Los siete demonios. Lo primero que dice el Evangelio acerca de esta mujer, es que Jesús sacó de ella siete demonios (Lucas capítulo 8, versículo 2), lo cual es un favor grandísimo, porque una persona poseída por siete espíritus inmundos tiene que haber sido impresionantemente infeliz. Esta gran liberación obrada por Jesús debió dejar en Magdalena una gratitud profundísima.
El Señor decía que cuando una persona logra echar lejos a un mal espíritu, este se va y consigue otros siete espíritus peores que él y la atacan y así su segundo estado llega a ser peor que el primero (Lucas capítulo 11, versículo 24). Eso le pudo suceder a Magdalena. Y que enorme paz habrá experimentado cuando Cristo alejó de su alma estos molestos espíritus.
2) Se dedicó a servirle con sus bienes. Amor con amor se paga. Es lo que hizo la Magdalena. Ya que Jesús le hizo un gran favor al librarla de los malos espíritus, ella se dedicó a hacerle pequeños pero numerosos favores. Se unió al grupo de las santas mujeres que colaboraban con Jesús y sus discípulos (Juana, Susana y otras). San Lucas cuenta que estas mujeres habían sido liberadas por Jesús de malos espíritus o de enfermedades y que se dedicaban a servirle con sus bienes (Lucas capítulo 8, vesículo 3). Lavaban la ropa, preparaban los alimentos; quizás cuidaban a los niños mientras los mayores escuchaban al Señor; ayudaban a catequizar niños, ancianos y mujeres, etc…
3) Junto a la cruz. La tercera vez que el Evangelio nombra a Magdalena es para decir que estuvo junto a la cruz, cuando murió Jesús. La ausencia de hombres amigos junto a la cruz del Redentor fue escandalosa. Sencillamente no se atrevieron a aparecer por ahí. No era nada fácil declararse amigo de un condenado a muerte. El único que estuvo junto a Él fue Juan. En cambio las mujeres se mostraron mucho más valerosas en esa hora trágica y fatal. Y una de ellas fue Magdalena.
San Mateo capítulo 27, versículo 55, San Marcos capìtulo 15, versículo 40 y San Juan capítulo 19, versículo 25; afirman que junto a la cruz de Jesús estaba la Magdalena. En las imágenes religiosas de todo el mundo los artistas han pintado a María Magdalena junto a María, la Madre de Jesús, cerca de la cruz del Redentor agonizante, como un detalle de gratitud a Jesús.
4) Jesús resucitado y la Magdalena. Uno de los datos más consoladores del Evangelio es que Jesús resucitado se aparece primero a dos personas que habían sido pecadoras pero se habían arrepentido: Pedro y Magdalena. Como para animarnos a todos los pecadores, con la esperanza de que si nos arrepentimos y corregimos lograremos volver a ser buenos amigos de Cristo.
Los cuatro evangelistas cuentan como María Magdalena fue el domingo de Resurrección por la mañana a visitar el sepulcro de Jesús. San Juan lo narra de la siguiente manera:
«Estaba María Magdalena llorando fuera, junto al sepulcro y vio dos ángeles donde había estado Jesús. Ellos le dicen: – ¿Mujer, por qué lloras? – Ella les responde: – Porque se han llevado a mi Señor, y no sé donde lo han puesto.
Dicho esto se volvió y vio que Jesús estaba ahí, pero no sabía que era Jesús.
Le dice Jesús: – ¿Mujer por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el encargado de aquella finca le dijo: – Señor, si tú lo has llevado, dime donde lo has puesto, yo me lo llevaré.
Jesús le dice: ‘¡María!’
Ella lo reconoce y le dice : ‘¡Oh Maestro!’ (y se lanzó a besarle los pies).
Le dijo Jesús: – Suéltame, porque todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: ‘Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios a vuestro Dios’.
Fue María Magdalena y les dijo a los discípulos: – He visto al Señor, y me ha dicho esto y esto.» Juan capítulo 27, versículo 11.
Esta mujer tuvo el honor de ser la encargada de comunicar la noticia de la Resurrección de Jesús.
Imagen portada Holyart
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