Revista Única te cuenta una conmovedora leyenda sobre Artabán, el cuarto Rey Mago, quien vivió muchas peripecias para llegar a Belén.
Generalmente el día de Reyes es esperado por muchos niños ya que desean ver los regalos que les dejaron los Reyes Magos.
Pero muy pocos conocen al cuarto Rey Mago, Artabán quien no llego a su destino, sin embargo pese a esto lo recompensaron.
Este personaje era un hombre de largas barbas, ojos nobles y profundos quien vivía en el año 4 A. C. en el monte Ushita.
Se sabe que Artabán poseía el don de enterarse, gracias a un oráculo, de algunas cosas que para los demás no percibían.
Pese a que conoció de la llegada al mundo de un ser de luz que traía consigo el perdón de los pecados, ¿habrá adivinado lo que le esperaría en el camino?
Se desconoce igual se desconocer los detalles sobre la vida de Artabán, sin embargo, se sabe son las hazañas que hicieron que no llegara a adorar al niño junto con los otros
Artabán confirma su presagio.
Cuando Artabán se encontraba en las cuevas del monte Ushita y poco después predecir la llegada del niño Jesús, recibió un mensaje que provenía de Melchor, Gaspar y Baltazar.
La misiva le avisaban de la buena nueva, donde confirmaban la noticia del próximo nacimiento y además se le invitaba a iniciar el viaje desde Borsippa, lugar donde se reunirían los cuatro Reyes y serían guiados por una estrella de luz resplandeciente.
Por lo que Artabán preparó su caballo, eligió las ofrendas que sería para el Mesías; un diamante, un jaspe y un rubí y se puso en marcha.
El primer tropiezo.
Sin embargo cuando Artabán estaba a las afueras de Borsippa se topó con un hombre cuyo cuerpo y espíritu habían caído en la desgracia, se acuerdo a lo que contó al cuarto Rey Mago, era un comerciante y le habían robado y quitado todo hasta sus ropas además de golpearlo y dejarlo al borde de la muerte.
Artabán se apiado de él y no dudo, le hizo entrega del diamante que tenía otro fin muy diferente.
El cuarto Rey Mago inicia el viaje solo.
Dicho encuentro de Artabán con el comerciante enfermo hizo que el Rey Mago tuviera un retraso por lo que en el momento de la reunión no se dio ya que los demás no lo podía esperar más por lo que decidieron irse.
Le dejaron dicho como continuar el camino ya que tenía que ir por el desierto y guiarse por la estrella hasta llegar a Belén.
Así que Artabán inicia su viaje sin embargo apura tanto a su caballo que el corcel muere en el camino y el Rey tiene que recorrer el resto de la distancia solo.
A su llegada a Belén es apresado.
Después de muchas penurias el Rey llega a Belén, esta sucio, cansado y con la ropa casi destrozada. Ahí pregunta por los otros Reyes pero nadie tiene noticia de ellos, sin embargo se entera de la persecución y masacre que inició el rey Herodes en contra de los niños menores de dos años.
Artabán fue testigo de la masacre por lo que una impotencia terrible crecía en su pecho. Y en el momento en que vio cómo un soldado estaba a punto de matar a un pequeño, que le ofreció al hombre el rubí, a cambio de la vida del niño.
Pero el jefe del soldado se dio cuenta del soborno y encarceló al Rey, quien estuvo preso cerca de 30 años.
La liberación del Rey.
Paso el tiempo ya era un viejo, ciego y cerca de la muerte, fue liberado por los soldados.
Al poco tiempo de salir, su gran corazón hizo que ayudará a una persona más una jovencita.
En el momento en que Artabán caminaba por las calles sucias, llenas de dolor y esperanza. los pobladores estaban a punto de crucificar a un falso profeta quien había ofendido a Dios diciendo que era su hijo, nos imaginamos quien era el hombre.
Y en su camino escucha el ruido que provoca la subasta de una jovencita, quien era vendida como esclava y Artabán, quien no poseía nada, conmovido por el acto recuerda que aun cuenta con una joya.
Por lo que el Rey Mago hace entrega del jaspe a cambio de la libertad de la joven.
La recompensa.
Así que la joven, agradecida por el gesto, besa las manos heridas y los ojos ciegos del anciano y él solo le sonríe.
Unos segundos después la tierra se agita, se abre y se traga el cuerpo viejo pero estando aun con vida Artabán, el cuarto Rey Mago, antes de morir escucho una voz que lo cura y además agradece lo que hizo.
Pero Artabán no entiende cuando hizo algo por la voz y esta le responde «lo que hiciste por mis hermanos, lo has hecho por mí».
Entonces Artabán murió en los brazos de Dios.
Imagen de portada Aleteia
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