¿Qué hizo Miguel Hidalgo en la Independencia de 1810?
Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, mejor conocido como el cura Hidalgo, o simplemente Miguel Hidalgo, fue un sacerdote revolucionario que se destacó por el acto del Grito de Dolores, el cual es considerado como el punto de partida que de la guerra de Independencia de México. Nació en Pénjamo (Hoy en día Guanajuato), México el 8 de mayo de 1753; fue hijo de Cristóbal Hidalgo y Costilla, y Ana María Gallaga.
La zona en la que se estableció la familia Hidalgo y Costilla Gallaga era abundante y prodigiosa lo que permitió un gran desarrollo agrícola, textil y minero así como el aumento de la población y la consolidación de una sociedad más mestiza que criolla. Los hijos de la familia siempre estuvieron en contacto con las personas que ahí se desenvolvían sin importar su estrato social, lo que les permitió conocer las diversas formas de vida de la sociedad novohispana.
Para el mes de junio del año 1765, Miguel Hidalgo y su hermano José Joaquín fueron enviados a estudiar al Colegio de San Nicolás Obispo, en Valladolid, capital de la provincia de Michoacán. Hidalgo estudió letras latinas, leyó a autores clásicos como Cicerón y Ovidio, y a otros como San Jerónimo y Virgilio.
¿Quién fue Miguel Hidalgo?
Al cumplir 17 años, ya era profesor de filosofía y Teología, por lo que sus amigos y estudiantes lo apodaron “El Zorro”, debido a la astucia que tenía a la hora de resolver problemas. Gracias a la relación que tuvo con los trabajadores de la hacienda donde vivió su infancia, Hidalgo aprendió varias lenguas indígenas habladas en Nueva España, entre ellas la otomí, náhuatl y purépecha. Todos los conocimientos adquiridos, le permitieron a Miguel Hidalgo dar clases de latín y filosofía a la vez que desarrollaba sus estudios.
Tras culminar sus estudios, trabajó en su alma mater entre los años 1782 y 1792, realizando labores de tesorero y maestro, hasta que en el año 1788 se le dio el cargo de rector.
Sucesos en la guerra de independencia de México.
La invasión de Francia a España en el año 1808, causó la crisis política de 1808 en México, reconocida por el derrocamiento del virrey José de Iturrigaray a manos de los españoles. Cuando Andalucía cayó en manos de los franceses en 1810 toda España ya estaba en poder del ejército napoleónico. La Archidiócesis de Zaragoza, encargada de los temas religiosos en metrópoli, ordenó a los párrocos de todo el imperio predicar en contra de Napoleón, por lo que Miguel Hidalgo siguió esta orden.
Por otro lado, en Querétaro se gestionaba una conspiración organizada por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, donde también participaban los militares Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. Allende se encargó de convencer a Miguel Hidalgo para que se uniera a su movimiento, ya que el cura tenía contacto con personajes muy influyentes de todo el Bajío e incluso de la Nueva España, por lo que era considerado como un buen líder.
¿Qué hizo Miguel Hidalgo en la Independencia de 1810?
Después de aceptar participar en el grupo de Allende y comenzar a trabajar, El intendente de Guanajuato, Juan Antonio Riaño, dio la orden de investigar sobre aquellos rumores de la conspiración en contra del gobierno a la que pertenecía Hidalgo. El 11 de septiembre de 1810, se realizó un operativo en Querétaro con el objetivo de capturar a los responsables; en la redada se logró arrestar a Epigmenio González.
El 16 de septiembre de ese año, Allende comunicó a Miguel Hidalgo sobre la persecución que se les estaba haciendo, por lo que tomaron la decisión lanzarse a la lucha armada antes de que los españoles acabaran con sus planes. Ese mismo día, el cura Hidalgo convocó a la misa patronal del pueblo y dio el Grito de Dolores, con lo que empezó formalmente la lucha por la independencia de México.
Tiempo después, con un ejército de soldados, Hidalgo acompañado de Allende, Aldama y Abasolo comenzó la lucha. En pocos días entró sin ninguna resistencia en Celaya, donde fue proclamado como capitán general de los ejércitos sublevados.
Para el 28 de septiembre de 1810, el cura Hidalgo lideró la llamada Toma de la Alhóndiga de Granaditas, desatando una fuerte batalla. El ejército insurgente y los militares al mando de Allende y Aldama penetraron en la alhóndiga, donde mataron a todos los españoles que habían. El 17 de octubre, Miguel Hidalgo y su ejército entraron a la ciudad de Valladolid (Hoy en día Morelia) y tomaron parte del patrimonio del episcopado local. El 25 de octubre Toluca cayó en poder de los insurgentes.
El 30 de octubre, los insurgentes se enfrentaron a Torcuato Trujillo en la batalla del Monte de las Cruces. Lo siguiente era tomarse la Ciudad de México, Sin embargo, Miguel Hidalgo quiso evitar una masacre como la de Guanajuato, por lo que el 1 de noviembre envió a sus emisarios a negociar con el virrey Francisco Xavier Venegas. El 7 de noviembre, luego de la retirada, Hidalgo fue derrotado por el brigadier y capitán general de San Luis Potosí, Félix María Calleja, en la batalla de Aculco.
Tiempo después, Miguel Hidalgo y Allende se separaron para continuar con la lucha. Tras la separación, viajó a Valladolid, donde se dieron masacres de españoles y saqueos contra las propiedades de los peninsulares, situación que se repitió en Guadalajara, a donde el cura Hidalgo llegó el 22 de noviembre. El 8 de diciembre, Allende, Aldama y Jiménez se unieron a Hidalgo.
El 17 de enero de 1811, Miguel Hidalgo junto Allende, Rayón, Aldama y Jiménez, llegaron al Puente de Calderón para enfrentar a Calleja, en un hecho denominado la batalla de Puente de Calderón. Esta batalla no fue favorable para los insurgentes, ya que tuvieron perdiendo dinero, pertrechos y efectivos. Para el 21 de marzo de ese mismo año, Allende, Abasolo, el hijo de Allende e Hidalgo fueron capturados y llevados a prisión, donde fueron condenados a muerte. Gracias al obispo de Durango, quien dio la orden del proceso para degradar de su condición sacerdotal al ex párroco de Dolores, Hidalgo quedó libre del fuero eclesiástico ante las autoridades civiles para poder llevar a cabo su ejecución. La sentencia de degradación fue expedida el 27 de julio de 1811 y con eso se despojó de su investidura sacerdotal a Miguel Hidalgo.
Muerte de Miguel Hidalgo.
Miguel Hidalgo fue ejecutado el 31 de julio de 1811, con dos descargas de fusilería y dos tiros de gracia disparados a quemarropa contra su corazón que pusieron fin a su vida; tras haber muerto se le cortó la cabeza. Su cuerpo fue enterrado en la capilla de San Antonio del templo de San Francisco de Asís, en la ciudad de Chihuahua, y su cabeza fue llevada a Guanajuato y fue ubicada en la Alhóndiga de Granaditas.
Honores.
En el año 1821 su cuerpo fue exhumado en Chihuahua, y junto a su cabeza, se le enterró en el Altar de los Reyes, de la catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Desde el año 1925 reposa en el Ángel de la Independencia, ubicado en Ciudad de México.
En 1869 fue erigido en su honor el Estado de Hidalgo siendo su capital Pachuca.
Miguel Hidalgo y Costilla pasó a la historia como el hombre que inició la Guerra de Independencia de la Nueva España para dar paso a lo que hoy es México. Miguel Hidalgo era sacerdote y “gozaba del don de gentes” de acuerdo con algunos investigadores de la historia de México. Conoce la biografía de Miguel Hidalgo y Costilla, qué hizo y sus aportaciones al México virreinal.
El cura Hidalgo, como ya era conocido, no fue el primero en intentar conjurar contra el gobierno virreinal pero las iniciativas previas no seguían su curso después de ser descubiertas o no tenían eco en la población. Cuando la conspiración de Querétaro fue descubierta y le avisaron a Miguel Hidalgo, él tomó la decisión de iniciar la lucha por la Independencia, de forma precipitada a sus planes pues originalmente sería Ignacio Allende quien iniciará la lucha.
De acuerdo con Miguel Ángel Fernández, investigador del INEHRM, fue gracias a ese carisma con la gente que logró reunir a un buen número de personas para luchar en contra de la corona española, claro que ya tocado el tema pero no de forma directa. A Miguel Hidalgo se le reconoce como el Padre de la Patria por ser quién inició la lucha armada insurgente y fue quien comandó a los ejércitos en la primera etapa de la Guerra de Independencia.
Fuente: Cultura Colectiva, Historia-Biografia
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