Un buen indicador de calidad es que los primeros ingredientes sean naturales y fáciles de identificar.
Josefa Gallego, especialista en nutrición infantil y fundadora de @mamaenjulio nos comparte las claves para elegir verdaderos alimentos saludables y así cuidar mejor a nuestra familia.
Constantemente mamás y papás enfrentan el mismo reto: llenar la despensa familiar. Hoy, sin embargo, los pasillos del supermercado están saturados de versiones distintas de un mismo producto: yogurt “light”, pan “integrales”, galletas “naturales” o jugos “sin azúcar”.
Esa diversidad aparente puede ser engañosa y confundir a quienes buscan lo mejor para sus hijos. La clave está en aprender a leer etiquetas nutrimentales y diferenciar entre alimentos realmente saludables y aquellos que son ultraprocesados.
“Muchos padres creen que elegir un producto con la leyenda saludable o sin azúcar garantiza que es una buena opción. Pero al leer la etiqueta con detenimiento encontramos exceso de sodio, grasas poco saludables o edulcorantes artificiales que no son recomendables para los niños”, explica Josefa Gallego, especialista en nutrición infantil y fundadora de @mamaenjulio.
Un alimento ultraprocesado es aquel que pasa por múltiples procesos industriales y contiene una larga lista de ingredientes difíciles de reconocer en la cocina de casa, como colorantes, saborizantes, conservadores, azúcares añadidos o grasas modificadas. Suelen presentarse como prácticos y atractivos, pero aportan poco valor nutricional.
Mientras más extensa y menos comprensible sea la lista de ingredientes, mayor es la probabilidad de que se trate de un ultraprocesado. Un buen indicador de calidad es que los primeros ingredientes sean naturales y fáciles de identificar.

Guía rápida para leer etiquetas nutrimentales
- Lista de ingredientes: se presenta en orden descendente por peso; el primero es el predominante.
- Azúcares añadidos: identifica términos como jarabe de maíz, dextrosa, fructosa o azúcar moreno.
- Grasas poco saludables: evita aceites refinados (palma, coco) o grasas hidrogenadas.
- Ingredientes artificiales: limita colorantes y edulcorantes.
- Longitud de la lista: entre más larga y técnica, más probable que sea ultraprocesado.
- Alérgenos: deben estar claramente señalados.
- Consejo clave: si el primer ingrediente es azúcar o grasa, mejor descártalo.
Un carrito de súper saludable debe incluir: frutas y verduras frescas, cereales integrales, proteínas (huevo, pescado, pollo, leguminosas), grasas saludables como aguacate y semillas, además de lácteos naturales sin azúcares añadidos.
Te brindamos las siguientes recomendaciones:
Sí
- Planear el menú semanal antes de comprar.
- Priorizar productos frescos, locales y de temporada.
- Involucrar a los niños en la elección de frutas y verduras.
- Optar por etiquetas claras y con pocos ingredientes.
No
- Comprar con hambre/antojos o sin lista clara de tu menú semanal, así además evitarás desperdiciar.
- Confiar en publicidad o etiquetas como light o fit sin revisar la etiqueta del reverso.
- Llenar el carrito de jugos, bebidas saborizadas o productos “para niños” altos en azúcar.
Sobre @mamaenjulio
Josefa Gallego, coach nutricional infantil, especialista en alimentación en primera infancia; alimentación complementaria; BLW/BLISS; alimentación selectiva; certificada internacionalmente por CELACMA, CHILE.
Diseñadora y cocinera por Hobby, creadora de la comunidad @mamaenjulio, enfocada en acompañar y ayudar a familias para transformar la alimentación de los niños, por medio de herramientas prácticas, talleres y contenido digital.
Su enfoque está basado en la educación alimentaria, desmentir mitos, crear nuevos hábitos, hábitos duraderos, realistas y realmente saludables.
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