Fleming tuvo dos grandes descubrimientos por los que paso a la historia la penicilina y la lisozima.
En su aniversario recordamos a Alexander Fleming nació el 6 de agosto del año 1881 en Darvel en Escocia, y falleció el 11 de marzo de 1955 en Londres. Nació en el seno de una familia campesina afincada en la vega escocesa. Fue el tercero de los cuatro hijos habidos en segundas nupcias por Hugh Fleming, el cual falleció cuando Alexander tenía siete años, dejando a su viuda al cuidado de la hacienda familiar con la ayuda del mayor de sus hijastros. Fleming recibió, hasta 1894, una educación bastante rudimentaria, obtenida con dificultad, de la que sin embargo parece que extrajo el gusto por la observación detallada yel talante sencillo que luego le caracterizó.
Cumplidos los trece años, se trasladó a vivir a Londres con un hermanastro que ejercía allí como médico. Completó su educación con dos cursos realizados en el Polytechnic Institute de Regent Street, empleándose luego en las oficinas de una compañía naviera. En 1900 se alistó en el London Scottish Regiment con la intención de participar en la Guerra de los Boers, pero ésta terminó antes de que su unidad llegara a embarcarse. Sin embargo, su gusto por la vida militar le llevó a permanecer agregado a su regimiento, interviniendo en la Primera Guerra Mundial como oficial del Royal Army Medical Corps en Francia.
A los veinte años, la herencia de un pequeño legado le llevó a estudiar medicina. Obtuvo una beca para el St. Mary’s Hospital Medical School de Paddington, institución con la que, en 1901, inició una relación que había de durar toda su vida. En 1906 entró a formar parte del equipo del bacteriólogo sir Almroth Wright, con quien estuvo asociado durante cuarenta años. En 1908 se licenció, obteniendo la medalla de oro de la Universidad de Londres. Nombrado profesor de bacteriología, en 1928 pasó a ser catedrático, retirándose como emérito en 1948, aunque ocupó hasta 1954 la dirección del Wright-Fleming Institute of Microbiology, fundado en su honor y en el de su antiguo maestro y colega.

Fleming fue la reencarnación de la vieja idea del “hombre que se hace a sí mismo”. Pues desde unos orígenes campesinos, Alexander, encauzó su vida para costearse unos estudios que le encaminarían al mundo médico, donde inventó y desarrolló uno de los componentes básicos de los antibióticos, la penicilina.
Fleming descubrió la penicilina de forma casual
En 1928, cuando iba a destruir cultivos, vio que en una placa con Staphylococcus aureus un hongo crecido de manera espontánea había matado a las bacterias a su alrededor. Era el moho Penicillium notatum, que produce una sustancia natural antibacteriana: la penicilina.
Su meticulosidad le llevó a observar el comportamiento de dicho cultivo, comprobando que alrededor de la zona inicial de contaminación los estafilococos habían sido destruidos. Alexander Fleming comprendió que dicho fenómeno fue efecto de algún tipo de substancia antibacteriana segregada por el mismo hongo.
Comprobó entonces, que un caldo de cultivo puro, el hongo adquiría en muy poco tiempo un importante nivel de actividad antibacteriana. Allí comenzaron sus pruebas con numerosas bacterias capaces de generar enfermedades en los seres humanos, y comprobó que la sustancia del hongo reaccionaba con las bacterias, quedando éstas destruidas al entrar en contacto con el cultivo.

Fleming publicó su descubrimiento en el British Journal of Experimental Pathology en 1929 y no lo patentó. Nadie le prestó atención.
Aunque fue en ese momento cuando nació la penicilina, su internacionalización no sería posible hasta 13 años más tarde, pues aún hubo que hacer ciertos “reajustes” en la fórmula para adaptarla al organismo humano sin que éste sufriese daños.
Oficialmente, el invento de Fleming comenzó a dar resultados positivos en el año 1941, ayudando a combatir múltiples enfermedades infecciosas, como la temida Sífilis, que hasta el momento no tenían cura, sentando las bases de la farmacología moderna.
En la Segunda Guerra Mundial el antibiótico despertó el interés de los químicos. El alemán Ernst Boris Chain y el australiano Howard Walter Florey desarrollaron un método para sintetizar penicilina y pusieron en marcha plantas de producción en EE UU. En 1945, compartieron con Fleming el premio Nobel de Medicina.
Los dos mayores descubrimientos, de Fleming por los cuales pasó a la Historia, fueron el de la lisozima y la penicilina. Este descubrimiento revolucionó la medicina, porque a partir de él se crearon otros antibióticos, con los que se han salvado millones de vidas.
El descubrimiento de la lisozima (1922): Estudiando posibles tratamientos para un tipo de infección conocida como gangrena gaseosa, Fleming descubrió la acción antibacteriana de la lisozima al percatarse de la destrucción de las bacterias de unas de sus placas sobre la que previamente había estornudado accidentalmente y se percató que las mucosas corporales continente la enzima lisozima. Alexander Fleming falleció en Londres el 11 de marzo de 1955.
Con información de Red Historia, Biografías y vidas y Saber es práctico
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