El glaucoma, a menudo denominado la «ladrón silencioso de la vista», es una enfermedad ocular progresiva que afecta el nervio óptico y puede llevar a la pérdida de la visión.
El Día Mundial del Glaucoma se celebra anualmente el 12 de marzo con el objetivo de aumentar la conciencia pública sobre esta enfermedad ocular y fomentar la importancia de la detección temprana. Esta iniciativa fue lanzada por la Asociación Mundial del Glaucoma y la Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma, en colaboración con diversas organizaciones y profesionales de la salud visual.
La elección de la fecha no es aleatoria; el 12 de marzo coincide con el aniversario del nacimiento de Sir Harold Ridley, oftalmólogo británico pionero en la implantación de lentes intraoculares después de cirugías de cataratas.
Aunque no tiene cura, la detección temprana y la gestión adecuada pueden ayudar a ralentizar su progresión y preservar la visión. En este artículo, exploraremos estrategias clave para prevenir y detectar el glaucoma.
1. Concientización y exámenes regulares
La falta de síntomas evidentes en las etapas iniciales del glaucoma hace que la concientización y las revisiones oculares periódicas sean cruciales. La Academia Americana de Oftalmología recomienda exámenes de la vista cada dos años para adultos mayores de 40 años y anualmente para aquellos mayores de 60. Estos chequeos pueden incluir pruebas de la presión intraocular, evaluación del nervio óptico y pruebas de campo visual.
2. Monitoreo de factores de riesgo
La identificación de factores de riesgo puede ayudar en la prevención y detección temprana. Personas con antecedentes familiares de glaucoma, diabetes, hipertensión arterial, y aquellos de ascendencia africana o asiática tienen un mayor riesgo. Además, las personas mayores de 60 años y aquellas con lesiones oculares previas también deben estar alerta.
3. Control de la presión intraocular
La presión intraocular elevada es un factor de riesgo importante para el glaucoma. Se recomienda medir la presión ocular regularmente, ya que un aumento repentino podría indicar un riesgo mayor. Sin embargo, es importante señalar que algunas personas pueden desarrollar glaucoma incluso con niveles normales de presión intraocular, por lo que otros factores deben considerarse en la evaluación del riesgo.
4. Vida saludable para la vista
Adoptar un estilo de vida saludable puede contribuir a la prevención del glaucoma. Mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes, realizar ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco son prácticas beneficiosas para la salud ocular.
5. Educación Continua
La educación continua es esencial para sensibilizar a la población sobre la importancia de la salud ocular. Campañas de concientización, materiales educativos y programas comunitarios pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de la prevención y detección temprana del glaucoma.
El glaucoma es una enfermedad ocular seria, pero su detección temprana y la gestión adecuada pueden marcar la diferencia en la preservación de la visión. La clave está en la concientización, los exámenes regulares y la adopción de un estilo de vida saludable. Al tomar medidas preventivas, podemos arrojar luz sobre el «ladrón silencioso» y proteger la visión de generaciones futuras.
Foto de portada: Ksenia Chernaya: https://www.pexels.com/es-es/foto/oftalmologo-irreconocible-escaneando-los-ojos-de-la-mujer-en-el-examinador-de-vision-5765830/