Revista Única sabe que no todos estamos o buscamos una relación de pareja, por lo que hoy te dejamos estos tips para amar la soltería y no morir en el intento.
Aquí te probamos que estar sola es lo mejor que te podría pasar (aunque te digan lo contrario).
Decir que uno está soltero da miedo, como si un manto de inseguridad, vulnerabilidad y aislamiento nos cubriera la piel distinguiéndonos de los otros (de los que sí tienen pareja y parecen felices en redes sociales).
A veces hasta duele porque ese manto se puede convertir en una especie de recordatorio de que hay algo que nos hace falta para completarnos o llenarnos, y nos conduce hasta la inevitable pregunta sin respuesta de que si tenemos de malo para estar soltero.
Sin embargo, ¿qué tiene realmente de malo vivir y disfrutar de la soltería? Basándonos en que existe una idea predispuesta desde el inconsciente de la sociedad de que hace falta una pareja para estar de buen humor, para realizar el mayor logro de la vida, para compartir la vida o al menos para no parecer una persona rara, podría decirse que el origen de ese miedo a la soltería es que el amor de una pareja es necesario para el éxito.
Es como si no importara todos los logros académicos o profesionales ni todas experiencias o aprendizajes alcanzados a lo largo de la vida ni el proceso de autoaceptación y amor propio ni de vivir de forma autónoma e independiente.
Nada de eso tiene importancia si uno no posee el gran amor de su vida. Cuando en realidad, al ir desenredando el nudo de ese miedo, uno se da cuenta de que la clave para superarlo es cambiar esa perspectiva, esa idea de que es necesario una pareja para ser más feliz que nunca.
En otras palabras, para amar la soltería y no morir en el intento es indispensable comprender que el amor de la pareja no es necesario (como lo es el respirar, el comer, el dormir, el cuidarse física y emocionalmente) para la vida.
Es como si uno se diera cuenta de que el amor siempre estuvo ahí, de manera independiente de dónde venga: una pareja, un familiar, una amistad y de uno mismo. Gracias a ello se pueden realizar numerosas actividades que permiten cambiar ese chip de la necesidad de una pareja.
Cambiar el chip es como si se tratase de cambiar los lentes de sol negros a la vista normal; por tanto se requiere de una serie de actividades que vale la pena realizar poco a poco:
Analizar si uno se encuentra en el lugar correcto con las personas correctas
Realizar un pequeño proceso de introspección o análisis acerca de dónde nos encontramos, con quiénes estamos e incluso nuestras propias actividades cotidianas, decisiones o rasgos de personalidad puede ser siempre benéfico para estar en paz y amar a la soltería.
¿Las personas de nuestro alrededor nos motivan a cumplir nuestros sueños o nos intoxican y estancan? nos suelen dar críticas negativas y recurrentes sobre uno mismo o promueven la autonomía e independencia personal.
En este caso siempre nos podemos mover hacia un mejor sitio, ponerle límites a las personas tóxicas y realizar aquellas actividades que realmente nos hacen felices.
No ser tan duro con uno mismo
Cuando nos analizamos, solemos exagerar los defectos de uno mismo; es decir, solemos vernos como personas que nadie podría amar ni respetar. Llegan pensamientos como “no soy lo suficientemente guapa ni estoy lo suficientemente buena”, “no soy tan inteligente ni interesante”.
Sin embargo es indispensable comprender que:
a) son juegos de la mente y,
b) son mentiras de nuestro Consciente.
Por tanto una manera de reflejarnos la realidad es darnos cuenta que estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo: no estás destruyendo tu vida ni la de alguien más, enfrentas dificultades y desarrollas soluciones al respecto, intentas reírte con la vida por más complicada que parezca, no tratas mal a animales o a personas, te esfuerzas por alcanzar objetivos personales, etcétera.
Simplemente es reflejarnos que somos humanos tratando de vivir lo mejor posible una vida: solo o acompañado.
Hacer actividades que nos hagan amar la soltería
Hobbies, pasar tiempo a solas, citas con uno, aprender cosas nuevas a o algún deporte son algunas ideas de las actividades que hacen amar a la soltería.
Son aquellas que nos hacen sentir empoderados, motivados, felices, y que, lo mejor de todo, nos brindan un enorme placer porque se realizan a solas.
Son aquellas que se convierten en nuestros momentos personales y que no necesitamos compartir con nadie más. Son aquellas que se vuelven en nuestro santuario que nos enseña a encontrar tanto la libertad como la pasión de que uno es suficiente para sentirse en plenitud.
Cuestionarse el por qué o para qué se quiere una pareja
El amor aparece de maneras inesperadas: en un momento en que uno no deseaba o con una persona con gustos, creencias, ideologías, sexo o cultura contrarios.
Por tanto, el amor no está para ser forzado ni para ser sólo inmortalizado en una fotografía publicada en IG; el amor no se trata de llenar vacíos de soledad ni de complejos; el amor no es amor si se obliga, si se falta al respeto, se miente o se omite.
Entonces el amor es libertad, es crecimiento, es evolución, es expansión, es tranquilidad, es bienestar. El amor por la soltería es realmente un reflejo por el amor de uno mismo, y por eso es importante tenerlo en cuenta para nunca volver a caer en la desesperación de la presión social ante un soltero.
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