viernes, marzo 29, 2024
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El extraordinario compositor Frédéric Chopin

Actualmente investigadores siguen interesados por las causas de la muerte de Chopin, aquí algunos estudios realizados a su corazón

Un día como hoy 17 de octubre pero de 1849 fallece el extraordinario compositor musical y pianista polaco Frédéric Chopin, uno de los mejores representantes del romanticismo musical y de la música clásica. Su nombre Fryderyk Franciszek Chopin, los datos del día de su nacimiento se encuentran un pocos confusos porque su familia aseguraban que fue un 1° de marzo y en los documentos de bautismo, está asentado el día 22 de febrero de 1810.Sus padres, Mikołaj Chopin, francés, con ascendentes polacos, por lo que emigró a Polonia en 1787. Profesor de literatura francesa y el idioma francés. Vivieron en Varsovia, en la casa del Conde Skarbek, Mikolaj era el administrador y se casó con la dama de compañía de la Condesa y quien sería la madre de Frederic.

Tekla Justyna Krzyżanowska, de familia noble polaca, de fuerte carácter y personalidad, es el nombre de la madre del músico. De esta unión nacieron sus cuatro hijos, Ludwika (1807-1855), Frédéric (1810-1849), Izabella (1811-1881) y Emilia (1813-1827). Frédéric desde niño tuvo serias complicaciones de salud.Gracias a las relaciones sociales de sus padres, Frédéric siempre tuvo contacto con la aristocracia y burguesía polaca. Fue un niño prodigio, frecuentaba grandes salones en los que asombraba al público presente por su extraordinario talento.  Como se ha dicho en la biografía de Chopin,creció junto a sus hermanas en un ambiente musical, poético y cultural respetable. Su hermana Ludwica tocaba el piano y enseñó a sus hermanos, donde Frederic, desde los cuatro años de edad, fue el más destacado.

Tocaba duetos con Ludwica, a cuatro manos, lo cual era un espectáculo visual y musical. Incursionó tempranamente en la composición. Todo un talento natural. Sus padres al ver tal prodigiosidad lo llevaron a los mejores maestros y compositores de música de la época.Uno de ellos, Wojciech Zywny, gran violinista, quien se apoyaba en las enseñanzas de los excelentes compositores, Johann Sebastian Bach y Wolfang Amadeus Mozart.Contó igualmente con las enseñanzas y orientaciones de Jozef Elsner, director de la Escuela de Música de Varsovia, donde obtuvo las bases teóricas y técnicas que refinaron y perfeccionaron su innato talento.

A los siete años de edad, Frédéric compuso su primera obra, una Polonesa en sol menor (género de Chopin o composición musical que acompañaba a los bailes del mismo nombre, del siglo XVI), publicada en 1817. También, en ese año, Polonesa en Si bemol mayor, seguidas por otras más o menos conocidas junto a marchas y variaciones (obras rítmicas). Las polonesas, variaciones y rondós, tenían una marcada influencia del romanticismo de principios del siglo XIX.

Frédéric Chopin empezó su carrera profesional en Viena, Austria, presentándose como solista en conciertos, en el año 1830. No fue fácil enfrentarse a un público que sólo escuchaba los valses de Josef Lanner y Johann Strauss, ambos austríacos.  Aparte de que su condición de polaco no era bien vista, por los sucesos de insurrección latentes, contrarios al imperio austríaco. Se mantuvo por ocho meses en Viena, donde obtuvo un discreto éxito con sus dos recitales ofrecidos.De esos dos recitales de piano, quedó evidenciado “el estilo brillante” con el que calificaron sus presentaciones los destacados compositores, en los que el pianista resaltaba sobre la orquesta que sólo se limitaba a acompañarlo.

Como consecuencia de los conflictos entre Polonia y Rusia, Chopin se exilió en Francia, en el año 1831, donde se dio a conocer por su talento, como pianista, profesor y compositor, codeándose con los más afamados compositores del momento. Héctor Berlioz, francés, Gioachino Rossini y Vincenzo Bellini, ambos italianos, le alentaron e influyeron en su recién iniciada carrera musical profesional. París, cuna cultural, artística y musical, para Chopin fue un sueño hecho realidad, quería conquistar al mundo con su admirable talento, cosa que no le fue del todo imposible. Primeramente formó parte de esa intensa vida social y cultural. Conoció a muchos escritores, intelectuales, compositores y músicos, especialmente al “Rey del piano”, Friedrich Kalkbrenner, quien lo asesoró y ayudó a corregir algunos defectos en sus interpretaciones al piano, en un año que lo tuvo como alumno.

Su primer concierto público en París, se llevó a cabo el 26 de febrero de 1832, en la Sala Pleyel, en el que obtuvo un rotundo éxito. Franz Liszt, compositor romántico, se encontraba en la sala ese día. Chopin logró conocerlo y hacer una buena amistad por bastante tiempo. La vida social y cultural tan intensa en París, le permitía asistir a conciertos y óperas, de los que sacaba su mejor provecho, tanto en el roce con los afamados artistas que se presentaban, como alimentando sus conocimientos culturales y musicales. Su vida personal y profesional transcurrió como profesor de piano, profesión que le dio muy buenos dividendos durante el resto de su vida. Se presentaba sólo en veladas privadas, con gente de la aristocracia, culta y de sensibilidad musical, cosa que atraía a Chopin, tomando en cuenta su sentido musical poético, refinado lirismo y una sutileza que no fue igualada por ningún otro pianista compositor.

Entre los que asistían a estas soirées, estaban Eugene Delacroix, pintor francés muy conocido, Adam Mickiewicz, poeta y patriota polaco, la condesa Marie d’Agoult (amante de Franz Liszt) y Franz Liszt, entre otros, también pertenecientes a la alta sociedad. No ofrecía conciertos públicos.Sus mejores años fueron entre 1832 y 1835. Se catapultó a la fama como un “genio de la música clásica”, “pianista fuera de serie” y muchos otros adjetivos de alabanza que se oían en las calles, así como en los más reconocidos teatros y salas del país. Es importante destacar que Frédéric Chopin se acogió como refugiado político en Francia. Nunca quiso renovar su pasaporte en Rusia, después de ésta haber dominado a Polonia, por lo que perdió el derecho de regresar a su país natal.

Recibió invitaciones a Viena, para dar conciertos de piano bajo el patrocinio de los fabricantes de piano Stein Graff y Rodolphe Kreutzer, violinista famoso. Por Frédéric Chopin composiciones, se presentó en dos ocasiones en el Teatro Kärntnertor, con un éxito arrollador y sorpresivo para Chopin, quien jamás imaginó la gran receptividad que tendría en esas tierras vienesas. Hasslinger, editor, publicó su primera obra en el extranjero, en abril de 1830. Francia no escapó del talento de Chopin. Su prestigio se corrió como pólvora en Europa. Firmó contratos en Francia, Alemania y Londres. Fueron años muy productivos, daba clases por el día y recitales por las noches. Los editores le adelantaban dinero para que escribiera más composiciones, situación que mantuvo totalmente ocupado a Chopin. Entre los años 1833 y 1834, conoció muchas más personas importantes e influyentes del mundo artístico, tocó en el Conservatorio de París, en festivales, en todos salió airoso y con grandes ovaciones y alabanzas.

Desde el invierno de 1835, Frédéric Chopin enfermó seriamente, obligándose a redactar por primera vez un borrador de su testamento. Esto no le impidió pedir la mano de una jovencita, de la que se enamoró, María Wodzinska, de apenas 17 años, por lo que mantenían esa relación en secreto. La familia rechazó la petición considerando las condiciones de salud de Chopin. Regresó a París y en octubre de 1836, en una reunión en el Hotel de France con sus amigos Franz Liszt y Marie d’Agoult, conoció a la baronesa Dudevant, novelista, mejor conocida como George Sand. Era una mujer culta, inteligente y muy conocida en los círculos sociales e intelectuales de París.

No tuvieron gran acercamiento el día de conocerse, más bien, se rechazaron mutuamente. Pero después, en el verano del año 1836, Chopin invitó a unos amigos a su casa, y George Sand asistió ataviada con un traje polaco y con otra actitud más amigable hacia Chopin. Se convirtieron en pareja, y en 1838 se establecieron en la isla de Mallorca, atendiendo a una recomendación de su médico, ya que Chopin enfermó de bronquitis. En la isla, se confirmó el avance de la enfermedad, Chopin había contraído tuberculosis. Ese año el invierno en la isla fue inclemente, lo que hizo que empeorara el estado de salud de Chopin, pero no impidió que compusiera la mayoría de sus preludios. El viaje pasó de ser una estadía de placer y descanso a un infierno, Sand se ocupaba de todas las atenciones a las dolencias de Chopin, y éste esperaba la llegada de un piano Pleyel, que le enviarían desde París, Francia.

Estaban alojados en una celda alquilada, en el Palacio de Valldemosa, o Cartuja de Valldemosa, antiguo castillo del Rey Sancho I. Frédéric Chopin recayó y salieron de improviso en febrero de 1839, se agravaron sus condiciones respiratorias. El piano que había recibido se convirtió en un obstáculo para abandonar la isla, por cuanto no era fácil trasladarlo y además, difícil pagar los trámites aduaneros, que ya habían sido costosos para ingresarlo a la isla. Finalmente lo tuvieron que vender a un matrimonio, banqueros de Palma, quienes se encargaron de pagar a Monsieur Pleyel y liberaron de la deuda a Chopin.

Regresaron a Barcelona, donde estuvo de reposo por ocho días para volver a Marsella a tratarse con su médico personal, el Dr. Cauviéres. Estuvieron juntos por aproximadamente ocho años, hasta que Sand decidió separarse alegando no recibir la suficiente atención como mujer, pero reconociendo la valiosa ayuda y amistad que Chopin le había aportado en la relación y a sus hijos. En el año 1845 se debilitó nuevamente, volvió a presentarse en algunos recitales, escribió y recibió cartas de sus amigos, así como siguió componiendo las Mazurcas, Sonata para violonchelo y piano y la Polonesa-Fantasía. Esta mujer fue un factor motivador en la carrera de él, pues, las mejores obras de Chopin las compuso mientras estuvo junto a ella, hasta 1847. A partir de ese año su salud se debilitó nuevamente, hasta que en 1848 cae definitivamente en cama.

A finales del año 1845 se presentan diversos conflictos emocionales en casa de los Chopin-Sand. De índole familiar, amoroso y de salud. El crecimiento de los hijos de Sand, ya adolescentes, le crea un ambiente tenso e incómodo a Chopin, quien reflexiona sobre su papel de padrastro y no haber consolidado la relación con Sand. George Sand, escribe una novela, Lucrezia Floriani, en la que los personajes son ella y Frédéric Chopin, llamados Lucrezia y Karol, en el que recrea la vida que vivió junto a Frederic, siendo un poco “insensible” con él en sus críticas. Delacroix dijo, ante la lectura de esa novela: «Ella maltrató escandalosamente a mi amigo Chopin en una novela detestable, divinamente escrita».

Su último concierto fue en París, el 16 de febrero de 1848, Chopin lo llamó El canto del cisne. Fue un espectáculo extraordinario, con éxito de taquilla y de reencuentro con su público. Una semana más tarde París se encendió con la Revolución de Febrero”. Chopin se enferma nuevamente. El año 1849 fue el último de Frédéric Chopin. Conociendo su situación, muchos amigos, alumnos y admiradores lo iban a visitar para darle palabras de aliento y en última instancia, verlo por última vez. Su hermana Ludwika viajó desde Varsovia con su familia, para atenderlo en sus últimos días. George Sand fue a visitarlo, más Ludwika no se lo permitió. A Solange, la hija de George le dio entrada para que se despidiera de Frédéric Chopin.

Frédéric Chopin falleció la madrugada del 17 de Octubre de 1849. Su causa de muerte, según un estudio realizado en el año 2017, reveló que fue por una pericarditis (inflamación de una capa del corazón), a consecuencia de una complicación de la tuberculosis que padecía. Murió a la temprana edad de 39 años.

Frédéric Chopin quedó inmortalizado gracias a su destacado papel en la historia musical a nivel mundial. Hay infinidad de sitios, asociaciones, calles, festivales, concursos, premios y muchas cosas más, que llevan su nombre. El Museo de Fryderyk Chopin (Muzeum Fryderyka Chopina), fue construido en el Castillo de los Ostrogskich, en la escarpa del Vístula, Varsovia. El Instituto de Fryderyck Chopin, adquirió valiosos documentos y pertenencias de Chopin a sus familiares, que fueron destinados a la creación de este museo en 1935.

Cuenta con la colección más grande de objetos, pertenecientes a este afamado pianista. Autógrafos, cartas, manuscritos de obras, piano y otros efectos personales. Es el más moderno de Europa. Tiene exhibiciones multimedia, pantallas táctiles que conjugan el mundo real con el virtual. En él se pueden recorrer escenarios de cómo vivió Chopin, su casa, su Varsovia en aquellas épocas, el París que tantos éxitos y alegrías le regaló, el olor de violetas, su flor preferida, sus amores y muchos detalles más de la vida de Frédéric Chopin. Al final, hay una sección de la muerte de Chopin, representado por una caja negra.

En relación a su muerte, dos médicos españoles, Manuel Vázquez Caruncho y Francisco Brañas Fernández, de los servicios de radiología y neurología del hospital gallego de Lugo, han llegado a la conclusión de que el compositor y pianista polaco Frédéric Chopin, que padeció una gran cantidad de enfermedades a lo largo de su vida, también sufría epilepsia. Los investigadores, que han publicado sus conclusiones en la revista científica Medical Humanities, afirman que se trataba de epilepsia de lóbulo temporal, que podría ser la responsable de las alucinaciones descritas por Chopin en muchas de sus cartas. En una de ellas, fechada en 1848, el músico relata cómo durante un concierto en Inglaterra en el que estaba tocando su Sonata en B menor, vio a criaturas aterradoras que surgían de su piano y que lo obligaron a abandonar el lugar repleto de espectadores.

La amante del músico, la escritora George Sand, escribió que en varias ocasiones Chopin dijo experimentar alucinaciones visuales, incluida una durante un viaje a un monasterio de Mallorca «plagado de terrores y fantasmas».Chopin, considerado el músico romántico por excelencia, no gozaba de buena salud. Tosía mucho, tenía infecciones pulmonares, fiebre y, hacia el final de su vida, dolores de cabeza. También sufría depresión. Murió de tuberculosis en Francia, donde pasó la mayor parte de su vida adulta, a los 39 años de edad.

En otro estudio en Varsovia, Polonia, madrugada del 14 de abril de 2014. Dos científicos, acompañados por otras 11 personas, entre ellas el arzobispo de la ciudad y el ministro de cultura polaco, entran en silencio en la Iglesia de la Santa Cruz. Serán las primeras personas en más de 60 años que podrán ver con sus propios ojos uno de los mayores tesoros del país: el corazón de Frédéric Chopin, conservado en un frasco con coñac en uno de los pilares de la iglesia. El interés de los investigadores es descubrir la verdadera causa de la muerte del compositor.
Chopin murió en un apartamento en París en 1849, con 39 años, y sus huesos aún descansan en la capital francesa. 10 años antes le había sido diagnosticada tuberculosis, y se determinó que esa fue la causa de su fallecimiento.

Antes de morir, el músico manifestó el deseo de que, a su muerte, le fuera extraído el corazón y fuera transportado a su patria, Polonia. Más allá del indudable sentimiento nacionalista de Chopin, otras versiones apuntan a que el compositor quería que le sacaran el corazón para asegurarse de no ser enterrado vivo, un temor bastante frecuente en aquella época, y que encaja con su personalidad aprensiva.

En cualquier caso, su hermana Ludwica cumplió su voluntad y consiguió llevar clandestinamente el órgano desde París hasta Varsovia, en aquel momento controlada por los rusos. El corazón se mantuvo en la Iglesia de la Santa Cruz, conservado en licor, hasta la Segunda Guerra Mundial. Durante la contienda cayó en manos de los nazis y, según cuenta la leyenda, un comandante de las SS lo custodió y evitó que fuera destruido junto con el templo. Una vez acabada la guerra, el corazón regresó a su lugar en 1951, y allí sigue desde entonces.

En la primera década del siglo XXI, algunos investigadores sugirieron que tal vez Chopin no murió debido a la tuberculosis, y apuntaban a la fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta a los pulmones, como posible causa de la defunción. Algunos de los síntomas que padecía Chopin concuerdan con la hipótesis de la fibrosis quística, que en 1849 aún no había sido descubierta. Estos síntomas incluían fiebres frecuentes, infertilidad, infecciones respiratorias o pubertad tardía.

Finalmente, tras muchos años de insistencia en los que los científicos reclamaban poder ver el corazón y realizar análisis de ADN, el gobierno polaco y los familiares de Chopin accedieron en 2014 a que se realizara un examen visual. Ni siquiera sacarían el frasco de su contenedor.

Los investigadores realizaron más de mil fotografías y no lograron obtener una respuesta concluyente. Afirmaron que sería necesario extraer muestras del tejido para dar un diagnóstico exacto. De momento, parece que seguiremos con la duda durante algunos años más, ya que, después de sellar de nuevo el envase, han recomendado no volver a abrirlo hasta el año 2064.

La razón de tanto recelo por parte de las autoridades puede residir en que quieran proteger la figura del músico, ya que los polacos sienten una gran devoción por él, y un análisis del ADN de su corazón podría ser visto como algo parecido a una profanación. Sin embargo, otras voces afirman que la causa sería el temor a que un análisis de ese tipo revelara que el corazón que hay en la iglesia no fuera realmente el de Chopin. Mientras tanto algunos miembros de la comunidad científica continúan con su empeño de averiguar qué fue lo que acabó tan temprano con la vida de uno de los mayores genios que ha dado el mundo de las artes.

Personajes Históricos, Muy Interesante y Muy Historia

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