Hoy es la fiesta de santo Tomás apóstol, quien creyó hasta que toco.
Tomás fue uno de los doce apóstoles pero a diferencia de los demás no creía en que Jesús había resucitado, solo creyó al tocar las heridas que recibió el Maestro.
Su fiesta es el 3 de julio y se celebra desde el siglo VI, es patrono de los jueces, constructores, arquitectos y teólogos. El nombre de Tomás significa gemelo en arameo, es también llamado Judas Tomás Dídimo este último nombre en griego también significa gemelo. Es venerado por la Iglesia católica y por la ortodoxa.
¿Quién es Tomás? Era judío y posiblemente nació en Galilea, fue un humilde pescador de oficio, fue apóstol de Jesús en el año 31.
Es conocido por los demás apóstoles por su incredulidad, que se desvaneció en presencia de Jesús resucitado; él proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas palabras: “¡Señor mío y Dios mío!”. Nada se sabe con certeza acerca de su vida, aparte de los indicios que nos habla el Evangelio. Se comenta que evangelizó en la India.
El evangelio de Tomás, hallado en Nag Hammadi, inicia con lo siguiente: “Estas son las palabras secretas que pronunció Jesús el viviente y que Dídimo Judas Tomás consignó por escrito”.
La tradición siria informa que el nombre completo del apóstol era Judas Tomás y en el apócrifo conocido como Hechos de Tomás, escrito en Siria oriental a inicios del siglo III, es identificado con Judas, uno de los cuatro hermanos de Jesús mencionados en Marcos capítulo 6 versículo 3.
Ningún texto indica que quién es gemelo Judas, pero, partiendo de las premisas antes según la tradición eran solo primos de segundo grado. La interpretación cristiana tradicional no considera que Judas y Tomás sean la misma persona.
Pero en los evangelios sinópticos y en los Hechos de los Apóstoles aparece en la lista de los apóstoles Mateo capítulo 10 versículo 3, Marcos capítulo 3 versículo 18 y Lucas capítulo 6 versículo 15, pero no se dan más detalles de él.
También se habla de él en Juan capítulo 11 versículo 16: Lázaro acaba de morir y los discípulos se resisten a la decisión de Jesús de volver a Judea, donde los judíos lo esperan para apedrearlo.
Jesús está decidido, pero es Tomás quien dice la última palabra: “Vamos también nosotros, para que muramos por él”. Juan capítulo 14 versículo 5: Durante la Última cena, Jesús asegura a sus discípulos que conocen el camino al lugar a donde él va a ir. Tomás, sin embargo, pregunta: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues podemos saber el camino?”.
Jesús replica que él es el camino, la verdad y la vida y que sólo a través de él conocerán al Padre; interviene después Felipe pidiendo que les muestre al Padre. A esto sigue una compleja exposición que hace Jesús de su relación con el Padre.
Y finalmente en Juan capítulo 20 del versículo 24 al 29: Aunque a Tomás se le anuncia la resurrección de Jesús, se niega a admitirla: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado no creeré”. A los 8 días después, Tomás toca con sus manos las heridas de Jesús en las manos y en su costado.
Aquí Jesús le recrimina haber necesitado ver para creer. Es el más conocido de todos los episodios evangélicos relacionados con el apóstol.
Los escritos atribuidos a Tomás circularon durante los primeros dos siglos de la era cristiana. Pero el más importante es el Evangelio de Tomás, apócrifo descubierto en 1945 en Nag Hammadi, este según las fuentes patrísticas debió ser escrito en el año 50 después de Cristo y el siglo 3.
Es un conjunto de 114 dichos de Jesús, en sus conversaciones con los discípulos, el evangelio de Tomás hace especial hincapié en que el reino de Dios está dentro de nosotros. Este evangelio fue declarado hereje, los motivos principales fueron que invitaba a que nos relacionamos con Dios directamente a través de nuestro interior.
Además, tuvo amplia difusión otro apócrifo, el llamado Evangelio del Pseudo Tomás, que fue escrito probablemente a finales del siglo II, tal vez en Siria, que se encuadra en el grupo de los apócrifos de la infancia.
En el texto gnóstico del siglo III Pistis Sophia, Tomás es citado como uno de los tres testigos encargados de transmitir las enseñanzas de Jesús, junto a los apóstoles Felipe y Mateo, lo que parece demostrar que estaba bastante difundida su inclusión entre los evangelistas.
Se atribuyen a Tomás la evangelización de Oriente, tiene gran importancia tanto en Siria como en la India. Tomás tiene un papel trascendente en la leyenda del rey Abgar de Edesa, ya que envió a Tadeo, no se debe confundir con Judas Tadeo a predicar en Edesa después de la Ascensión de Jesús.
En la década del 380, la monja Egeria describió su visita en una carta dirigida a su comunidad de religiosas en Occidente.
Eusebio de Cesarea cita un texto de Orígenes, que vivió en la primera mitad del siglo III, en el que afirma que Tomás fue el apóstol de los partos.
Sin embargo, Tomás es más conocido como evangelizador de la India al este de Partia, según se relata en los Hechos de Tomás hacia el año 200. En Edesa donde se veneran sus reliquias, el poeta Efrén el Sirio escribió un himno. Se conservan varios himnos al apóstol Tomás, atribuidos a Efrén el Sirio, en códices de los siglos VIII y IX.
La tradición según la cual los restos de Tomás fueron llevados a Edesa desde la India por un mercader; las reliquias, según la citada tradición obraron milagros tanto en la India como en Edesa.
Las diversas denominaciones de los modernos cristianos de santo Tomás, creen según una tradición no escrita que según ellos se remonta a finales del siglo II, que Tomás desembarcó en Kodugallur en el año 52 y fundó las iglesias popularmente conocidas como “Ezharappallikal” o siete iglesias y media, estas eran las de Kodungallur, Kollam, Niranam, Nilackal o Chayal, Kokkamangalam, Kottakkayal o Palavoor o Chattukulangara y Thiruvithamkode esta es la media iglesia.
Los Hechos de Tomás describen, en su capítulo 17 la visita del apóstol al rey Gondofares, en el norte de la India. Según este texto, Tomás viajó a la India por mar. Que tales viajes eran posibles es conocido a través de textos como el Periplo del Mar Eritreo. En 1872 se descubrió que el rey Gondofares había existido realmente y había reinado entre los años 21 y 47.
Posiblemente, el autor de los Hechos de Tomás manejó datos históricos fidedignos en lo referente a la India; esto, no obstante, no constituye prueba alguna de historicidad en lo referente al supuesto viaje del apóstol. Tomás sufrió martirio en la India el 3 de julio del año 72, por esa razón su festividad se celebra ese día.
En el siglo XVII el matemático e historiador mexicano Carlos de Sigüenza y Góngora volvió a suponer, al parecer, que el apóstol santo Tomás habría en realidad predicado no en la India sino en las Indias y que su recuerdo se habría transformado en los aborígenes prehispánicos en la figura de Quetzalcóatl.
En 1790, al descubrirse en la Plaza de Armas de la Ciudad de México; importantes reliquias prehispánicas la estatua que se identificó con Coatlicue y la Piedra del Sol o Calendario Azteca, un abogado mexicano, retomó estas teorías, creyendo encontrar en el análisis de esos documentos históricos confirmación a la identificación de santo Tomás con Quetzalcóatl, asegurando además que el manto de la Virgen de Guadalupe era en realidad la capa de santo Tomás Quetzalcóatl en la que la Virgen en persona habría impreso su huella.
Estas curiosas suposiciones fueron sin embargo aceptadas y defendidas por el padre dominico Servando Teresa de Mier en el famoso sermón que pronunció ante el Arzobispo de México y el Virrey de la Nueva España el 12 de diciembre de 1794, en la Insigne y Real Colegiata de Nuestra Señora de Guadalupe, en la solemne festividad de la milagrosa aparición de dicha santa imagen, produciendo una gran conmoción en tanto negaba la aparición de la imagen, que llevó a que se abriera un proceso en el que se desmontarla extravagante suposición de hacer al apóstol santo Tomás en la América del siglo I, lo que no quita para algunos la sigan teniendo por cierta.
Imagen portada Desde la Fe
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