La ansiedad y el stress derivados de la búsqueda y la convivencia en pareja cansa y lleva a mujeres y hombres a preferir una vida sin una pareja permanente e incluso a vivir sin pareja por largos períodos de tiempo.
La búsqueda de pareja para algunas personas, no es una actividad agradable y divertida, sino que es vivida con dificultad y angustia, especialmente cuando pasan las semanas y meses y esa expectativa no se concreta. Es necesario recordar que buscar una pareja significa una actividad de selección a partir de una serie de características predeterminadas (a veces exageradamente específicas).
Supongamos que superamos esa etapa de búsqueda y ahora nos enfrentamos a la
presión emocional que nos produce mantener un compromiso de pareja; compromiso de pareja cuyo costo, muchas veces rebasa el grado de gratificación que esperábamos de la vida misma en pareja.
El compromiso básicos de pareja generalmente tiene que ver con la fidelidad afectiva y sexual que, muchas veces, en aras de su estricto cumplimiento, no hace la necesaria distinción entre amigos y amigas y las va eliminando del horizonte reservado a la pareja, al igual que elimina de forma inquietante, la natural curiosidad por conocer a otras personas.
Otros factores que desafían la tranquilidad emocional que mujeres y hombres solteros valoran y que llevan al cansancio de tener una pareja tienen que ver con la alteración en el uso individual del tiempo por demandas y necesidades de la pareja incluyendo el tiempo reservado al descanso y las vacaciones; la utilización de recursos económicos para fines no derivados de las necesidades propias; los gustos personales, las rutinas, los roles y formas de ser propias, el régimen alimenticio, el vocabulario, las creencias religiosas y políticas, que pueden verse no sólo no reconocidas sino incluso descalificadas por la otra persona.
La naturaleza sabe que somos seres que nos cansamos de todo -incluso antes de intentarlo-, y por eso nos dotó de la capacidad de sentir atracción física y emocional por otras personas.
Angustiarse y estresarse al buscar una pareja o mantener un compromiso de pareja no ayuda, es mejor relajarnos y dejarnos ser; si de casualidad existe alguien en todo el mundo que en algún momento despierte esa parte receptiva aunque dormida de tu cerebro y te haga sentir interés por su forma de ser o sientas atracción por su físico y despierte tu deseo, despabílate, sal de tu cansancio y atrévete a vivir una nueva experiencia en tu vida. -Si funciona o no ya es otra historia-.
Sexólogo Alfonso Aguirre Sandoval