El 30 de octubre pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT), correspondiente al tercer trimestre del año. Según los datos difundidos, la economía mexicana registró una contracción de 0.3% en términos reales, tanto a tasa trimestral como anual. Este retroceso representa la primera caída del PIB desde el primer trimestre de 2021 y rompe con la tendencia positiva observada en los dos trimestres anteriores, cuando se reportaron crecimientos de 0.2% y 0.7%, respectivamente.
El análisis sectorial revela un comportamiento heterogéneo. Las actividades primarias (agricultura, ganadería y pesca) mostraron un crecimiento robusto de 3.2% trimestral y 3.0% anual, consolidándose como el sector más dinámico. En contraste, las actividades secundarias (industria y construcción) retrocedieron 1.5% trimestral y 2.9% anual, reflejando la debilidad persistente del sector industrial. Por su parte, las actividades terciarias (comercio y servicios) apenas crecieron 0.1% trimestral y 0.9% anual, lo que sugiere una desaceleración del consumo interno.
A pesar de este adverso panorama, el secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, reafirmó que se mantiene la expectativa de crecimiento económico para el cierre de 2025, que estaría entre 0.5% y 1.5%, sustentada en la solidez de los ingresos públicos y la estabilidad macroeconómica. En su comparecencia ante medios y en los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al tercer trimestre, el funcionario destacó que la recaudación tributaria creció 7.0% anual, mientras que los ingresos totales del sector público mostraron el mayor incremento desde 2016.
Este desempeño positivo en materia de ingresos se atribuye a una combinación de factores: una mayor eficiencia recaudatoria, el dinamismo del mercado laboral —que generó 365 mil empleos formales adicionales respecto al mismo periodo de 2024— y un aumento del 3.5% en el salario real promedio. Además, la inversión extranjera directa alcanzó un récord de 34.3 mil millones de dólares en el primer semestre del año, lo que refuerza la confianza en la economía nacional.
Para 2026, la Secretaría de Hacienda proyecta ingresos tributarios por 6.5 billones de pesos, lo que representa una expansión real del 9.1% respecto al año anterior. Esta previsión se sustenta en la continuidad de políticas fiscales prudentes, el fortalecimiento del mercado interno y la expectativa de una recuperación gradual del sector industrial.
En suma, aunque el tercer trimestre de 2025 evidenció una desaceleración económica, los sólidos fundamentos fiscales y el desempeño positivo de los ingresos públicos permiten al gobierno federal mantener una perspectiva optimista tanto para el cierre del año como para el ejercicio fiscal de 2026.
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