En este mes se van a cumplir dos años que la OMS declarara pandemia al virus de COVID 19. Durante este tiempo el mundo ha visto al menos 4 olas, en distintas variables de este virus. Llegando casi a los 450 millones de contagiados y más de 6 millones de fallecidos. Sin embargo, ante esta situación, existen millones de personas que pese a tener una exposición alta al virus, no se han contagiado. ¿Qué misterio esconde su cuerpo, para no contagiarse?
La respuesta a esta incógnita, desafía a la comunidad científica internacional. Que parece encontrar la respuesta en la genética de cada persona, cuyas peculiaridades actuarían a modo de escudo frente al Covid 19, creando hiperinmunidad.
En un trabajo publicado en Nature Immunology, por el inmunólogo y pediatra francés Jean-Laurent Casanova señala lo siguiente. «El panorama genético de un individuo y de una población, parecía desempeñar un papel fundamental en la configuración de la dinámica del Covid-19”.

Proponía «hasta tres puertas de entrada genéticas potencialmente importantes para la infección por covid-19 y que podrían explicar, al menos en parte, las discrepancias de su propagación, gravedad y mortalidad». Haciendo referencia a alteraciones genéticas que reducen un tipo de interferón implicado en la inmunidad y que se relacionan con enfermedad viral grave.
El reconocido experto, adelanta que el síndrome inflamatorio multisistémico del Covid 19 que afecta gravemente a algunos niños también tiene una explicación genética. Aunque los datos están a la espera de publicarse este año, la respuesta es sí. Hay una causa genética y, al menos en algunos niños, aparece por errores congénitos.
Esta investigación justifico la creación y desarrollo, en marzo de 2020 e impulsado por genetistas e inmunólogos, del Consorcio COVID Human Genetic Effort. Su primer proyecto fue concretar cómo la genética podía ayudar a entender casos extremos de gravedad. Jóvenes sin comorbilidades que fallecían o que necesitaban asistencia en unidades de cuidados intensivos con necesidades de ventilación mecánica asistida.
El resultado fue que hasta un 5% de los casos graves se debían a mutaciones en los genes. Otro 10% se asociaba con presencia de anticuerpos en la línea de defensa noqueada o por mutaciones genéticas o por bloqueos por los propios anticuerpos.
Estos esclarecedores resultados constituyen un nuevo punto de partida para los investigadores que conforman este consorcio. ¿Puede la genética esclarecer también por qué hay personas súper resistentes al Covid 19?

Son dos posibilidades: aplicar la medicina genómica para entender la opción A, personas jóvenes, sin patología previa y que presentan enfermedad grave. La opción B los que están sobreexpuestos al virus (duermen con sus parejas que han resultado positivas) y no se contagian.
¿La clave estaría en sus genes? explica la genetista Aurora Pujol, jefa de Grupo en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona.
Se trata de personas que han tenido exposiciones de riesgo de Covid 19, en el ámbito personal y profesional pero que no se han contagiado. En ellos, se ha descartado la existencia de Covid 19 con una PCR negativa y han presentado anticuerpos negativos en las cuatro semanas siguientes.
Un aspecto importante de este ensayo clínico, cuyas primeras conclusiones podrían obtenerse en los próximos seis meses, es que se recogen datos de distintas poblaciones y etnias que «genéticamente pueden ser dependientes de una vía u otra y ofrecer así datos clarificadores».
Con información de El Mundo.es