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María Tudor, una reina marcada por la fatalidad

Imagen Pixabay

Luego de vivir marginada durante su juventud, con 37 años subió al trono de Inglaterra y se casó con Felipe II de España.

En esta ocasión en Revista Única hablaremos de una mujer que durante el corto tiempo de su reinado realizó muchas persecuciones contra los protestantes en Inglaterra, hablamos de la reina María Tudor, quien murió el 17 de noviembre de 1558.

Nació en Greenwich, Inglaterra el 18 de marzo de 1516, sus padres fueron el rey Enrique VIII y su primera esposa, Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos. Su vida estuvo llena de altibajos debido a la vida que llevo su padre.

Sus padres habían esperado un varón que asegurara la sucesión al trono, pero María fue la única hija que tuvieron. Once años después de su nacimiento, y al no poder garantizar su descendencia, Enrique VIII pidió a Roma la cancelación de su matrimonio con Catalina.

Pero el Papa se negó, por lo que Enrique VIII optó por contraer matrimonio con Ana Bolena, con la que tuvo a la futura Isabel I.

Esta separación y el tratamiento tan cruel que estaba recibiendo su madre, junto con el cisma de la iglesia que se estaba llevando a cabo en el país, le hicieron replantearse si quería seguir bajo la religión de su madre o la de su padre, catolicismo frente a protestantismo. Finalmente escogió permanecer al lado de su madre.

maria tudor
Imagen Wikimedia

Para 1533, tras la boda de su padre con Ana Bolena, tuvo que renunciar a su título de princesa convirtiéndose en una simple ‘lady’, y fue apartada de la línea sucesoria un año después por el Parlamento inglés.

Esto otorgaba los derechos de sucesión a su hermana Isabel, hija de Ana. Además, como humillación, debió de estar al lado de Isabel como su dama de honor.

La ejecución de Ana Bolena en 1536 mitigó el ambiente enrarecido, pero la nueva esposa de Enrique VIII, Jane o Juana Seymour, logró que María y su padre se reconciliaran, jurando ésta las nuevas leyes religiosas del país. 

Ante la posición religiosa adoptada por Inglaterra, los acontecimientos no se hicieron esperar: la Torre de Londres se llenó de prisioneros que desobedecían el régimen impuesto.

Su nombramiento como reina de Inglaterra.

De este matrimonio nació Eduardo, futuro heredero a la corona. Cuando Enrique VIII murió, subió al trono Eduardo VI. Pero el destino quiso que su reinado durase poco y en 1553 falleció, lo que permitió a María subir al trono como María I.

Algo que tenía claro era que quería seguir siendo fiel a la religión de su madre, la católica, lo que suponía un respiro para aquellos ingleses que profesaban tal religión.

Una de las primeras medidas que llevó a cabo fue la abolición de muchas de las leyes que había promulgado su hermano durante su reinado, llegando a encarcelar a decenas de obispos que profesaban la religión protestante.

En su afán de instaurar de nuevo el catolicismo, buscó un pretendiente que tuviera la misma religión. Por ello se fijó en el príncipe Felipe, heredero de la corona española e hijo del emperador Carlos I de España y V de Alemania.

maria tudor
Imagen Store Norske leksikon

Con esto aislaría a Francia. Hubo muchas dificultades para poder llevar a cabo el matrimonio, pero finalmente el Parlamento inglés aprobó el enlace. La boda tuvo lugar el 25 de julio de 1554 en la Abadía de Westminster.

El enlace no fue bien visto en un primer momento por los súbditos ingleses, ya que con ello veían que estarían bajo la monarquía hispánica, que era una de las principales aliadas de la Santa Sede.

Tras el anuncio, se produjo una grave rebelión en Kent, organizada por el embajador francés y por sir Thomas Wyatt. Esta fue sofocada, pero la reina emprendió una durísima represión contra todo aquel que estuviera en contra de la reinstauración del catolicismo, cebándose con las clases de menor estatus social.

maria tudor
Imagen Wikimedia

Se cree que llegó a condenar a la hoguera a casi 300 personas, encerrando a otras cientos y persiguiendo a miles. Este hecho sería el que le diera su famoso apodo ‘La Sanguinaria’ o ‘Bloody Mary’.

En 1555, Felipe partió de Inglaterra para gobernar sus propios territorios, ya que aunque estaban casados, cada uno seguía gobernando los países que le pertenecían.

Algo que enfureció más aún a la población fue que esto no se cumplió tal cual. María decidió apoyar a su esposo en la guerra contra Francia.

La mala suerte acompañó a los ingleses y mientras los españoles ganaban batallas, ellos las iban perdiendo, llegando a perder Calais frente al enemigo francés, cuyas tropas estaban bajo el mando del duque de Guisa. Esto produjo un gran descontento en la población que no se vería aplacado hasta su muerte.

María I murió el 17 de noviembre de 1558 en el palacio de St James. A pesar de su deseo de ser enterrada junto a su madre, se le sepultó en la Abadía de Westminster.

Su muerte evitó una mayor rebelión de la que se había estado viviendo hasta el momento. Debido a que no tuvo descendencia, quién accedió al trono y declarada reina fue su hermana Isabel I, la hija de Ana Bolena.

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