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Jorge Negrete, fundador de la ANDA y uno de sus mejores líderes

Recordamos al Charro Cantor en su aniversario luctuoso.

Hoy recordamos a un cantante formado en técnica de ópera que revolucionó la música ranchera mexicana dándola a conocer por todo el mundo, conocido como el Charro Cantor, hablamos de Jorge Negrete, quien falleció un 5 de diciembre de 1953. Pero quien fue este famoso cantante, nació el 30 de noviembre de 1911, en Guanajuato, Guanajuato. Su nombre Jorge Alberto Negrete Moreno, fue hijo del General David Negrete Fernández y de Emilia Moreno Anaya. Tuvo cinco hermanos Consuelo, Emilia, Teresa, David y Rubén quien falleció al poco tiempo de nacer. Se crió con su hermano David y tres hermanas: Consuelo, Emilia y Teresa. Él y David estudiaron en la escuela católica Santa María de Guanajuato y en la escuela alemana Alexander Von Humboldt, donde aprendió alemán, inglés, francés e italiano y de manera autodidacta los fundamentos del náhuatl.

Hacia 1921, su padre se retiró de la vida militar, trasladándose con su esposa y sus hijos a la ciudad de México, donde trabajó como profesor de matemáticas en escuelas oficiales y en el Colegio Alemán Alexander Von Humboldt, gracias a lo cual pudo inscribir a sus hijos en dicha institución. Jorge Negrete, a los catorce años ingresó en el Colegio Militar. A los 18 años se graduó con altos grados como Teniente de Caballería y Administración y trabajó en una fábrica de armas, iniciando estudios de medicina y convirtiéndose en administrador en el Hospital Militar de Puebla. Jorge trabajó en la Fábrica de Armas de la Ciudadela, donde realizó tareas administrativas y estudió medicina.

Posteriormente se desempeñó como gerente general del Hospital Militar de Puebla. Fue durante su juventud que a Jorge le diagnosticaron una disfunción hepática (hepatitis C) que no le impidió fumar toda su vida. Jorge Negrete en 1930 solicitó su traslado a la Ciudad de México, donde recibió clases de canto de José Pierson, director de la Compañía Impulsora de Opera de México. En 1931 con el grado de Capitán 2o., solicitó licencia ilimitada del Ejército Mexicano, para dedicarse completamente a su carrera de cantante, comenzando en la radiodifusora XETR. Interpretaba entonces romanzas mexicanas y canciones napolitanas, además de piezas de autores como María Grever, Alfonso Esparza Oteo y Manuel M. Ponce.

Negrete también estaba interesado en la música, se convirtió en un talentoso cantante de ópera (en un momento, la Metropolitan Opera House de Nueva York le ofreció un puesto secundario).
Al año siguiente en la estación de radio XEW, canta seudónimo de «Alberto Moreno» y es el entonces locutor Arturo de Córdoba quien le aconseja usar el nombre de «Jorge Negrete». Canta por única vez en el Palacio de las Bellas Artes, en el coro de alumnos del maestro José Pierson, la obra musicalizada La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón. Cuando fue contratado por la estación de radio XEW, luchó para hacer la transición de la ópera al estilo ranchera más comercial. Después de cuatro años de desarrollo y aclamación creciente, Jorge Negrete hizo un viaje a Nueva York para presentarse y fue contratado por NBC. En 1935 debuta interpretando diversos roles en la Compañía de Revista de Roberto Soto y actuando como centurión romano. Entre otras puestas trabaja en “Calles y más calles” en el Teatro Lírico. En 1936 firmó con NBC para un programa de televisión con músicos cubanos y mexicanos.

Esto a fin de actuar en el Teatro Hispano de Nueva York dos veces por semana con otros músicos mexicanos y cubanos en transmisiones televisivas. Interpretando una mezcla de canciones mexicanas y cubanas. Conocido por sus fans como “El Charro Cantor”, hizo su primera película en 1937. Al año siguiente Jorge regresó a México para actuar en su primera película, La mariana del doable. En 1938 apareció en La Valentina, El fanfarrón, Caminos de ayer y Perjura. En esta última conoció a Marina Tamayo, con quien comenzó a salir. Al año siguiente protagonizó Una Luz en mi camino, Juntos, pero no revueltos, El Cementerio de las águilas y Juan sin miedo.

En el Café Tupinamba del centro de la Ciudad de México se reunía con Ramón Armengod y Emilio Tuero, quienes tenían planeada una gira a Nueva York pero Tuero desiste debido a otros contratos y Ramón Armengod propone a Jorge que lo acompañe en su lugar de modo que en noviembre de 1936 viajan hacia la frontera camino a Estados Unidos. En Monterrey se presentan como el dueto «Par de Ases» y finalmente en Nueva York como ‘The Mexican Caballeros’ para la cadena NBC. El dueto se desintegra en abril de 1937 y Jorge audiciona para aspirar a formar parte del elenco del Metropolitan Opera House . En la década de 1930 se necesitaba para esto un aval o un depósito de diez mil dólares. Negrete no encuentra muchas facilidades por ser extranjero y latinoamericano. Desesperado y sin trabajo acepta entrar como mesero en el «Yumurí» y restaurantes de ambiente latino. Ganando algún dinero haciendo adaptaciones de canciones estadounidenses al castellano. Una noche en la que el cantante de la orquesta de baile no se presenta, Jorge lo suple, y debido al éxito de esa modesta presentación es contratado por el músico cubano Eliseo Grenet para que cante con su orquesta.

El mismo año de 1937 en el cortometraje de la Warner Brothers «Cuban Nights», hace su primera aparición en Cine caracterizado como trovador cubano. Posteriormente viaja a México para actuar en La madrina del diablo donde comparte créditos María Fernanda Ibáñez (hija de Sara García, amiga de la familia de Jorge Negrete por la vía de Isaac Moreno) la célebre Sara García recomienda al joven Negrete para el estelar de ésta película. El año (1938) permanece casi todo el año en México protagonizando Caminos de ayer, Perjura, El Fanfarrón, Juan sin miedo, Juntos pero no revueltos y El cementerio de las águilas. Durante el rodaje de su próxima película, La Valentina (1938), conoció a la actriz Elisa Christy. Se casaron en 1940 y se mudaron durante un tiempo a Nueva York, donde Jorge escribió versiones en español de canciones en inglés para Southern Music. La pareja se mudó a Nueva York, donde Jorge Negrete actuó en La Conga con Desi Arnaz.

En México su estrella se levantó rápidamente gracias a su fuerte presencia en la pantalla y a su canto varonil, arrogante, pero de buen humor y romántico, vestido con un traje típico de charro, de ahí su apodo “El Charro Cantor”. La mayoría de sus películas son conocidas como “comedias rancheras” donde este mundo folklórico cobró vida, a menudo incluyendo canciones antiguas que conectaban con el público. De vuelta en Estados Unidos en 1939 consiguió un contrato con la compañía 20th Century Fox, para filmar películas en español en Hollywood pero el proyecto no llega a realizarse debido a un boicot por parte de la Unión de Actores de Estados Unidos (American Actors Union) contra actores latinos. Por esos días tuvo la primera manifestación grave de la afección hepática diagnosticada por los médicos del Colegio Militar y que lo llevaría finalmente a la muerte. Por falta de recursos, no pudo atenderse debidamente.

En 1941 realiza el papel principal en ¡Ay Jalisco, no te rajes!, película que lo catapultaría a la fama internacional y lo convierte en una de las máximas figuras artísticas en América Latina. En el set de filmación de dicha película comparte los principales créditos con Angel Garaza, Carlos López «Chaflán» y con Gloria Marín, con quien entabla una relación romántica a lo largo 10 años de éxitos cinematográficos. También entabla Negrete amistad con Lucha Reyes, comenzando a través de ella su verdadera admiración por la música ranchera, y de quien se dice adopta varias inflexiones al cantar. Durante el rodaje de Seda, sangre y sol también en 1942, se dictaría la sentencia de divorcio de Negrete y Elisa Christy, después del nacimiento de su hija Diana y el estreno de la película Ay Jalisco no te rajes.

Jorge, tenía una rivalidad en pantalla con Pedro Infante, que era un amigo en la vida real. Se convirtió en una de las principales estrellas de su tiempo, despertando multitudes en su mayoría femeninas dondequiera que fuera. Su carrera es a menudo comparada con la de Pedro Infante, el actor mexicano más conocido y popular de la época. La rivalidad pública no se trasladó a su vida privada, ya que eran amigos íntimos hasta la muerte de Negrete.

El mismo año, apareció en Fiesta. Jorge Negrete capitalizó su estrellato al recorrer América Latina cantando rancheras en el trío, Los Tres Calaveras. Durante el rodaje de El peñón de las ánimas, del director Miguel Zacarías, en 1943, alterna con la joven debutante que llegaría a ser la gran diva del cine iberoamericano y el amor de la vida de Negrete: María Félix. En 1949 durante la filmación de Lluvia roja de René Cardona, Jorge Negrete sostuvo un breve romance con la bella actriz mexicana Elsa Aguirre. En 1950 recibió la distinción como mejor actor por parte de la crítica en España, por la película Teatro Apolo, pese al recelo que durante la filmación provocó la interpretación de un actor mexicano en el nostálgico homenaje a la Zarzuela y al género Chico. Gloria Marín intentando recuperar a Jorge, e imposibilitada para tener hijos, consigue a una niña (huérfana) a la que adopta y bautiza en el año 1951. Negrete nunca la adopta. Ése año se filma «Tal para Cual» con Luis Aguilar y y cantante Rosa de Castilla.

En 1952 protagoniza con el también cantante y actor Pedro Infante Dos tipos de cuidado, dirigida por Ismael Rodríguez y producida por Miguel Alemán Velasco y David Negrete. Esta resultó ser una de las películas más vistas y aclamadas del Cine Mexicano. La Cadena Azul de Cuba le ofreció al ya famoso actor cantar en vivo en sus canales radiofónicos en combinación con el Teatro Nacional. Fue tanto el cariño del pueblo cubano, que el presidente Grau San Martín acudió al Teatro Nacional para aplaudirlo. Terminado su contrato, viajó a Puerto Rico, pero regresó a Cuba para realizar conciertos de beneficencia, ya que la isla había sido azotada por un huracán.

Durante los años 1945 y 1946 recorrió varios países de América Latina mientras también filmaba en México. En Argentina fue recibido por un multitud. En el Teatro Colón de Buenos Aires cantó, vestido de gaucho, «Adiós Pampa Mía», de Mariano Mores, con un lleno total. Se presentó durante tres semanas, y de ahí viajó a Chile y después a Perú donde tuvo también gran éxito. En Uruguay tuvo las entradas más altas que cualquier otro artista extranjero hasta entonces. Antes de regresar a Cuba, se presentó con gran éxito en Venezuela. En España sus presentaciones se asociaban a multitudes de mujeres que gritaban histéricas. Recibimientos de este tipo eran ya usuales para él, pero no en la España de ese tiempo. Los desmayos y los miles de admiradores obligaron a la guardia civil a escoltarlo. Su ideología liberal provocó recelo por parte del gobierno franquista, en una época en la que debido al exilio republicano se habían roto las relaciones diplomáticas con México.

Pese al alud de ataques por parte de la prensa controlada por la dictadura española, Jorge Negrete provocó un fenómeno de fanatismo y de expresión femenina que los estudiosos de ése período llaman «revolución negretista». Aún en la actualidad, en España hay clubes de admiradores del llamado Charro Cantor. Aún desde países que Negrete nunca visitó, las compañías discográficas filiales de RCA Victor reportaron ventas de sus grabaciones; países tales como Albania y Japón, además de países con inmigrantes latinoamericanos y nativos como de Estados Unidos, Francia, Italia, Canadá, URSS, Inglaterra, Egipto, Filipinas, Alemania, Bulgaria y Holanda.

Fue fundador del Sindicato de Trabajadores de la República Mexicana y reestructuró la Asociación Nacional de Actores (A.N.D.A.) siendo Secretario General de la misma así como su más destacado líder. Inició la lucha con varios actores importantes, entre ellos Mario Moreno, quien sin embargo tiempo después daría la espalda a Jorge Negrete. Algunos años después de su despegue como estrella internacional, Jorge Negrete, que mostraba características de líder desde la infancia, emprendió una lucha a favor de los trabajadores del espectáculo. Durante las décadas de y 1950, el cine en castellano se concentraba mayoritariamente en México, muchas películas se filmaron en la llamada «Época de Oro del Cine Mexicano», desde las muy modestas hasta grandes producciones de su tiempo. Sin embargo los trabajadores de ésta industria carecían de derechos en la práctica. Existía ya el «STIC» que funcionaba con las características generales sindicalismo corrupto mexicano. Jorge Negrete fundó el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana y anexó a éste la entonces pequeña Asociación Nacional de Actores de México tomando instalaciones de foros y estudios de cine y resisitiendo por varios días el asedio de los gatilleros enviados por los adversarios a su movimiento.

El conflicto de intereses que su lucha gremial generó en negocio del entretenimiento dio lugar a una campaña en su contra por parte de varios productores. Fidel Velázquez no ve con buenos ojos la creación de un Sindicato fuera del control de la CTM. A partir de entonces, y como un intento de modificar la percepción de sus admiradores, surge el muchas veces repetido y falso tópico de que en sus inicios, Negrete se negaba a cantar música ranchera hasta que vio en ella la posibilidad de éxito; esto, sin embargo, parece no tener fundamento, ya que Negrete era nacido en provincia y el primer contacto con la música se debió a su padre, quien era aficionado a la guitarra y tuvo durante años un conjunto folclórico. Es un hecho que antes de «Ay Jalisco No te Rajes» ya había aparecido como charro en 3 películas.

También se difundió el parentezco (en realidad bastante lejano) que los Negrete-Moreno tenían con familias de la aristocracia mexicana del Siglo XIX, una vez más con la finalidad de alejarlo de la aceptación por parte la gente del pueblo. El absurdo llega al colmo cuando en un país como México que aunque tiene una población mayoritariamente mestiza, la publicidad utiliza actores y modelos caucásicos, no obstante diversas publicaciones acusan a Jorge Negrete de parecer «más español que indio». Pero, de acuerdo con diversos autores de tratados sobre la canción mexicana como Jesús Jáuregui, Cirilo Marmolejo (fundador de la agrupación que lleva su nombre) y Hermes Rafael, las canciones que Negrete interpretó, no obstante su voz lírica, son mucho más cercanos al auténtico folclore (sones, corridos) que los boleros y baladas que después se han impuesto en la música ranchera. Las inflexiones que hacía en las melodías así como las notas «columpiadas» (portamentos) y acentos típicos de las canciones del centro y el occidente de México y del estilo del mariachi original son la característica de su aportación interpretativa además de voz cultivada pero bravía. Su brusca sinceridad le ocasionó múltiples roces con la prensa del espectáculo de diversos países.

Sin embargo el Estado Mexicano le debe a Jorge Negrete una parte del interés turístico y de la industria tequilera ya que en el mundo, la imagen del charro, el cine mexicano, la moda del tequila, y las canciones con mariachi se difundieron a través de la popularidad de Jorge Negrete, así como el interés por México y sus costumbres. Para sorpresa de algunos, en el año de 1952, Jorge Negrete se casó con María Félix. En un matrimonio que los mexicanos apodaron “la boda del siglo”. La Boda con María en la finca de Catipoato (hoy ex-Hacienda de Tlalpan), fue considerada como la «Boda del Siglo en México»; al evento asisitieron las celebridades más connotadas del espectáculo, además de personajes del medio intelectual, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Octavio Paz, además de toreros y deportistas famosos.

Su actividad sindicalista (contrariamente a lo que sucede en la mayoría de los casos) le hizo gastar grandes cantidades al construir la Clínica de Actores y donar, de su propio dinero, el predio donde se ubica el edificio de la Asociación. Dicen que ese 5 de diciembre de 1953 a la 1:45 del mediodía, todas las flores del Paseo de Reforma que había mandado a poner el entonces regente Uruchurto para embellecer la ciudad, de pronto se entristecieron. Que el cielo se nubló y que las palmeras borrachas de sol, dejaron de brillar. Que el chorro de agua de las fuentes, súbitamente dejó de correr. Dicen que de repente las campanas en la Basílica, se pusieron a repicar y que justo en esos momentos, los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe empezaron a llorar lágrimas de verdad. Dicen que todos los radios, vitrolas y cilindros dejaron de tocar, y que los mariachis en la Plaza Garibaldi, comenzaron a tocar «México lindo y querido», sin saber por qué.

A cientos y cientos de kilómetros de allí, en el Hospital Cedros de Líbano de la ciudad de Los Ángeles, en el cuarto 506, acababa de morir nuestro Charro Cantor, Jorge Negrete. Allá eran las 11:45 a.m. Días antes, había tenido una hemorragia. Sin embargo, dicen que minutos después, abrió los ojos, así de grandes, y a su lado vio a su mujer, María Félix, misma que no había visto en varias semanas ya que se encontraba en París seguramente haciendo un shopping en la casa Dior. «¡Te adoro!…», le dijo: «¡No me abandones! Yo sé que me voy, pero no quiero irme…¡Y tú lo sabes!», decía el pobre de Jorge Negrete con sus ojos totalmente entristecidos. María lo vio con los suyos, así de grandes, y como si estuviera actuando en una de sus tantas películas, le contestó con su voz tan característica: «¡Tú sabes también cuánto te quiero! Vine para llevarte a México», le dijo alzando una de sus cejas. Pero Jorge Negrete ya no podía más, sentía que la vida se le iba yendo poco a poquito: «Negrita…sé que esto es lo último…Ya no tiene remedio…¡No quiero que te separes de mí, ni un solo instante!». De pronto, se volvió a acordar de que amaba la vida y exclamó con la poca fuerza que le quedaba: «¡Por qué me he de morir si soy tan feliz contigo!…». Dicen que los dos se miraron y que se dijeron muchas cosas con los ojos.

Trece años atrás, en 1942, Jorge Negrete filmaba la película «El Peñón de las Animas», con una joven de quien se decía que era bellísima, pero que nunca había actuado en su vida, María de los Angeles Félix Güereña, mejor conocida como María Félix. Dicen que durante el rodaje del filme, Jorge Negrete y la nueva estrella no se dirigieron la palabra, que cuando ensayaban las escenas de amor, se echaban miradas de pistola. En ese entonces el apoderado del actor era su hermano mayor David. «Negro», le dijo, «te estás comportando de una manera muy altanera y descortés con la nueva actriz». Tal vez, le contestó Jorge, pero es que la pobre me es profundamente antipática. Tiene aires de niña bien y no la paso ni envuelta en papel celofán. No hay duda, ya desde entonces María era antipática.

Seguramente María no pensaba que Jorge era un niño bien, sino que era un actor a quien el éxito se le había subido a la cabeza. También a ella le era sumamente antipático. No obstante esta antipatía recíproca, «El Peñón de las Animas» fue un éxito rotundo. La prensa elogiaba la belleza de María con el mismo entusiasmo con el que aplaudía la actuación de Negrete como «Fernando Iturriaga», personaje que le valió el premio a la mejor actuación masculina de 1942, otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.

A partir de este éxito, Jorge Negrete y María Félix se convierten en los actores mejor pagados, 20 mil pesos por película. El año de 1942, fue sin duda uno de los años más importantes en la vida de Jorge Negrete: su trayectoria artística estaba ya consolidada, conoce a María Félix, gana un premio como mejor actor de cine, se empieza a interesar porque sus compañeros trabajen en un ambiente de equidad y justicia, por lo tanto quiere luchar por ellos, se enamora perdidamente de Gloria Marín, se separa de su primera mujer Elisa Chisty y nace su única hija, Diana.

El Charro Cantor y Elisa trabajaron juntos en 1938 en la película «La Valentina». Dos años después se casaron en el City Hall de Miami, el 28 de enero de 1940. Jorge Alberto Negrete Moreno tenía 28 años y Elisa Crochet Aspero , 21. Dicen que durante ese viaje Jorge Negrete le apostó a la ruleta y que se quedaron sin un centavo. Que no tenían dinero ni para el boleto para ir a Nueva York, donde deseaban pasar una temporada. «Pero, no te preocupes mi amor, acuérdate de lo que dice el refrán: ‘Desafortunado en el juego, afortunado en el amor'», le dijo Jorge con una sonrisa de enamorado.

Después se divorciaron al nacer su única hija Diana quien creció con sus abuelos maternos. Jorge Negrete que era un excelente hijo y un actor ya muy rico, le regala a sus padres una casa preciosa. Una tarde mientras paseaba con Diana, su «negrita», como la llamaba, por la colonia San José Insurgentes, dicen que justo estaban dando la vuelta por las calles del Angel, cuando de repente en el número 44, vieron un anuncio que decía: «Se vende». «Ahora sí mi negrita, Santa Clós me hizo caso. ¿Ves esa casa tan bonita que está allí? ¿Te gustaría vivir allí con tus abuelitos?» Su hija miró la casa con sus grandes ojos y dijo que sí con la cabeza, mientras se terminaba su barquillo de nieve de limón. Una semana después, David Negrete y su esposa entraban a la espléndida casa, llena de luz. Lo primero que hizo don David, fue dirigirse a lo que sería su biblioteca. «Mira aquí arriba de esta chimenea colgaremos el gran óleo del general Porfirio Díaz», le dijo a su mujer. «Y aquí en este rincón estará el piano de nuestro hijo Jorge, para que lo acompañen sus amigos Chucho Martínez Gil, Antonio Badú y, desde luego, Manuel Esperón», agregó la mamá de su Charro Cantor. Esa navidad de 1944, la celebraron en la nueva casa. Toda la familia la pasó reunida en compañía de los amigos del cantante.

Jorge Negrete falleció el 5 de diciembre de 1953 en la ciudad de Los Ángeles, California, a causa de una enfermedad crónica originada por una hepatitis «C» contraída en su juventud. –Nunca bebió alcohol, y en cambio fumó toda su vida, sin que esto afectase a su voz. Su tormentosa e intermitente relación con Gloria Marín así como los conflictos de la A.N.D.A., no obstante su resistencia le llevaron a un rápido deterioro de su salud. En la ciudad de Los Angeles asiste Negrete a una pelea del Ratón Macías cuando al gritarle: ¡Pégale duro Ratón! se revienta una de las várices del esófago produciéndole un hemorragia que obliga a su pronto traslado al Hospital «Lebanon Cedars» permaneciendo en coma durante varios días. Su esposa María Félix, así como su madre Emilia Moreno y hermanos acuden ahí para presenciar sus últimos momentos. El Sacerdote José Mª López y Ocampo de la parroquia de Guadalupe del Sur de California le aplicó la extrema unción en él (Coincidentemente Negrete era muy devoto de la Virgen de Guadalupe).

Ese día fue declarado de duelo nacional y se guardaron cinco minutos de silencio en todos los cines del país. Solamente en el aeropuerto de la Ciudad de México se aglutinaban cerca de 10.000 personas. Una valla humana de cientos de miles de admiradores bordeaba el trayecto del Teatro de la Asociación de Actores (hoy Teatro Jorge Negrete) hasta el Panteón «Jardín», al sur del Distrito Federal. En muchas ciudades de Iberoamérica se veían moños negros en las ventantas. A los pocos días, José Alfredo Jiménez, Luis Aguilar, Trío Calaveras, Amalia Mendoza, Antonio Badú, entre muchos otros artistas, le rindieron tributo en un cortometraje musical. Fue el primero en morir de los Tres Gallos Mexicanos (como él, Infante y Javier Solís, eran conocidos). Entrenado para la ópera fue presentado en muchas películas de la Época de Oro de México.

Anécdotas: También hubo una inventada rivalidad entre Pedro Infante y Jorge Negrete, que se debía precisamente a la popularidad de ambos. Sin embargo, Pedro siempre manifestó agradecimiento y respeto hacia Jorge, ya que gracias a él Pedro tuvo su primer papel protagónico en el cine mexicano, pues fue Negrete quien le recomendó e impulsó para interpretar el papel en la película de los hermanos Rodríguez El Ametralladora, así como fue también Jorge el que ayudó a Pedro para que los productores modificaran el contrato leonino en donde lo obligaban a trabajar en varias películas a cambio de un sueldo muy bajo. Diana Negrete, en alguna ocasión, refirió una anécdota del valor de la amistad entre Jorge y Pedro: fue en los últimos días de Jorge, cuando Pedro llegó a visitarlo al hospital, llevándole de regalo un tren eléctrico, manifestándole a Pedro que, de niño siempre soñó con un juguete así. Algunas gentes del personal hospitalario se deleitaron al ver a aquellos personajes tan famosos jugar como niños. Desgraciadamente la enfermedad acabó con Jorge, en los siguientes días. Quienes vimos por los noticieros que se transmitían en el cine, recordamos con admiración la forma tan imponente, como el llanto desgarró la sensibilidad de Pedro, al despedir para siempre a su querido amigo.

Jorge Negrete fue un gran promotor del turismo y las inversiones para beneficio de Guanajuato, del que siempre quiso ser gobernador y en donde organizaba con frecuencia festivales y caravanas artísticas para apoyar la construcción de la sede central de la Universidad de Guanajuato, un hospital, un dispensario y el templo de la calzada de Guadalupe en su ciudad natal.

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Alejandra Delgadillo
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UPAEP. Colaboradora en El Sol de Tlaxcala. Reportera de Noticias en Grupo Acir Puebla, donde tenía a mi cargo las fuentes de Salud, Instituciones Asistenciales, Iglesias, Agrarias, Ecología y Empresariales. Participé en el área de prensa de la Delegación del ISSSTE Puebla. Las secciones que escribo son: Vida Sana, Cábalas y Tradiciones, Mamás y Algo Más, Feminismo Hoy, Salud, Economía, Ciudad y Seguridad, en Revista Única. Además, soy colaboradora del programa de radio Cinco Mujeres en Cinco Radio. Coautora del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”.

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