Iniciar la semana con actitud y una comida deliciosa que no nos llevara mucho tiempo en la cocina.
Su combinación de sabores, texturas y crujientes exteriores hacen de estas pequeñas delicias una opción perfecta como aperitivo, merienda o acompañamiento. Hoy, te traigo una receta única y deliciosa: croquetas de queso y atún. Prepárate para sorprender a tus invitados con este platillo sencillo y lleno de sabor.
Ingredientes:
- 200 gramos de atún en lata (preferiblemente en agua)
- 100 gramos de queso rallado (gouda, cheddar, manchego o el que prefieras)
- 1/4 taza de cebolla picada finamente
- 2 dientes de ajo picados
- 3 cucharadas de mantequilla
- 1/4 taza de harina
- 1 taza de leche
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- Sal y pimienta al gusto
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite para freír
Instrucciones:
En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la cebolla picada y el ajo, y sofríe hasta que estén transparentes y fragantes.
Añade el atún escurrido y desmenuzado a la sartén. Saltea por unos minutos hasta que se mezclen bien los sabores.
Incorpora la harina y mezcla bien con los ingredientes en la sartén. Cocina por unos minutos para que la harina se cocine y no tenga sabor a crudo.
Vierte la leche de manera gradual, mientras revuelves constantemente para evitar grumos. Agrega la nuez moscada, sal y pimienta al gusto. Cocina la mezcla hasta que espese y obtengas una masa homogénea.
A continuación, agrega el queso rallado a la mezcla caliente. Remueve bien para que se derrita y se integre por completo.
Una vez que la masa esté lista, pasamos a un recipiente y la tapamos con un plástico para que esté en contacto directo con la masa y no se forme una costra. Refrigera hasta que esté completamente fría.
Pasado el tiempo de refrigeración, forma pequeñas bolitas con la masa fría. Luego, aplasta cada bolita para darle forma de croqueta.
Prepara dos platos hondos: uno con los huevos batidos y otro con pan rallado. Pasa cada croqueta por el huevo batido y, a continuación, por el pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Fríe las croquetas en tandas para evitar que se peguen entre sí, hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Una vez fritas, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de estas deliciosas croquetas de queso y atún. Sírvelas calientes para que todos disfruten de su cremosidad y sabor.
Experimenta con diferentes tipos de queso y sazonadores para adaptarlas a tu gusto personal. Además, si prefieres una versión más saludable, puedes hornear las croquetas en lugar de freírlas, manteniendo su sabor y textura irresistibles.
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