Imagen Cleopatra VII. Flickr
Con ella terminó la dinastía de los Ptolomeo.
Hoy en Revista Única recordamos a una de las mujeres que ascendió al trono de Egipto a los 18 años, hablamos de Cleopatra VII, este nombre en griego significa «gloria de su padre», nació alrededor del año 69 a.C. en Alejandría (Egipto). Hija de Ptolomeo XII y posiblemente de Cleopatra VI, aunque no se tiene constancia de esto.
Cleopatra descendía de una estirpe macedonia. Además fue la última reina de Egipto, pertenecía a la dinastía de los Ptolomeos. La figura de esta mujer es una de las más recordadas del Antiguo Egipto.
Su padre, a fin de que su dinastía continuara, ordenó a Cleopatra se casara con su hermano. Muchos piensan que la reina egipcia y Ptolomeo XIII tuvieron muchos enfrentamientos y que no se llegaron a casar.
No existe ningún documento que acredite que Cleopatra se casara con su hermano. Muchos son los que piensan que la reina egipcia y Ptolomeo XIII tuvieron varios enfrentamientos y que no contrajeron matrimonio.
Durante los años de reinado, Cleopatra tuvo que hacer frente a los problemas por los que pasaba su pueblo: desde hambrunas hasta sequías, pasando por crisis políticas. Además, heredó una importante deuda de su padre con Roma.

Guerra en Alejandría.
Pero, la peor crisis a la que se enfrentó fue la lucha de poder con su hermano Ptolomeo XIII. Este conservaba muchos aliados influyentes y estalló una guerra entre los dos bandos.
En el 50 a.C., Ptolomeo XIII parece que destronó a Cleopatra. Ésta quiso aliarse con su hermano Ptolomeo XIV, pero no lo consiguió. Ptolomeo XIII la aventajó y comenzó a firmar documentos como rey en el 49 a.C.
Mientras se desarrollaba el conflicto de los hermanos, el político romano Pompeyo, desterrado en Grecia en plena guerra civil romana, pidió ayuda militar. Tanto Cleopatra como Ptolomeo XIII aceptaron darle la ayuda.
Se cree que después de este gesto, Pompeyo nombró a Ptolomeo XIII único gobernador de Egipto, pero no hay documentos que lo afirmen. En cualquier caso, Cleopatra abandonó Alejandría.
A su regreso volvió con un ejército para luchar contra su hermano. Sin embargo, las fuerzas de Ptolomeo XIII aplacaron el avance de las tropas de Cleopatra, que no pudieron entrar en Alejandría.
Paralelamente, la guerra entre Pompeyo y Julio César tenía lugar en aguas egipcias. Pompeyo y su ejército se vieron fuertemente debilitados y tuvieron que huir. Se cree que, por su buena relación con Ptolomeo XIII, buscó asilo en Egipto.
Ptolomeo XIII, preocupado por si Egipto se convertía en la sede de una guerra civil romana y se quedaba sin medios para luchar contra Cleopatra, planeó una emboscada contra Pompeyo.
Engañado, Pompeyo fue asesinado por los aliados del egipcio. Cortaron su cabeza y se la mandaron a Julio César. Se cree que hizo esto en un gesto de muestra de poder, al mismo tiempo que acercaría posturas con el romano. Julio César entró en Alejandría y pidió a ambos hermanos que se reconciliaran, pero no fue así.
Relación con Julio César.
Mientras el conflicto entre los hermanos continuaba, Cleopatra y Julio César tuvieron su primer encuentro. La reina egipcia se enfundó sus mejores galas y, según la creencia popular, fue a Alejandría para seducir al político y militar romano.
Cuando Ptolomeo XIII supo la noticia, instó a la ciudadanía a amotinarse contra ellos. Sin embargo, el romano acabó con los aliados del egipcio y apaciguó a los alejandrinos.
La guerra contra Ptolomeo acabó con su muerte, alrededor del año 47 a.C. César tenía la autoridad para reinstaurar el poder en Egipto, por lo que casó a Cleopatra, con la que esperaba un hijo, con el hermano menor de ésta, Ptolomeo XIV.
Cesarión, el hijo de Cleopatra y de Julio César, nació poco tiempo después. Se cree que continuaron viéndose a escondidas, pero no hay certeza.
Cleopatra vio en Cesarión la oportunidad de convencer a Julio César de devolver el poder de la costa este del Mediterráneo a Egipto y de ser aliado de Roma. Sin embargo, esta aspiración se esfumó cuando Julio César fue asesinado en el 44 a.C.

Relación con Marco Antonio.
Muchos son los que creen que Cleopatra quería repetir lo que hizo con Julio César con su sucesor: Marco Antonio.
En un viaje a Alejandría, Marco Antonio cayó rendido ante los encantos de Cleopatra e iniciaron una relación como amantes. Marco Antonio estaba casado con su primera esposas cuando se enamoraron.
Su relación no fue idílica y siempre hubo periodos de idas y venidas. A pesar de ello, tuvieron tres hijos.
Tras una lucha contra el romano Octavio Augusto, se negoció que Marco Antonio tendría que casarse con su hermana, Octavia. Así fue y tuvieron dos hijos. No obstante, tres años más tarde la repudió y volvió a Alejandría con Cleopatra.
Los últimos años y la muerte.
En torno al año 32 a.C., estalló una nueva guerra en la que se enfrentaron, de nuevo, Marco Antonio y Octavio Augusto en Egipto.
En la batalla que se libró en las aguas de Actium en el 31 a.C. acabó con las fuerzas de Cleopatra y Marco Antonio. Fue el fin para ambos.
Se cree que Marco Antonio, asediado por las tropas de Octavio, se suicidó tras recibir la falsa noticia de que la egipcia había muerto.
Cleopatra, por su parte, se enteró de que el plan que Octavio tenía guardado para ella era exhibirla en Roma como trofeo. No pudiendo tolerar la humillación, la reina de Egipto se suicidó con la mordedura de un áspid.
Cleopatra fue la última reina de la dinastía ptolemaica. Tras su muerte, Egipto se anexo al Imperio Romano.
Mary Hamer, autora del libro «Las señales de Cleopatra: una lectura histórica de un ícono», señala que por el hecho de ser mujer y de gobernar un país muy rico, Cleopatra -sobre todo su independencia- era aborrecida por Roma.
Cabe recordar que ella había «seducido» a dos de sus principales generales, Julio César y Marco Antonio, y luego se unió a Antonio en una guerra contra Roma.
Se sabe que fuera de Europa, en África y los países de tradición islámica, fue recordada de manera muy diferente.
Los escritores árabes se refieren a ella como una erudita y 400 años después de su muerte aún se le rendía tributo a una estatua suya en Philae, un centro religioso que atraía a peregrinos de más allá de las fronteras de Egipto.
Hamer revela seis otros datos menos conocidos sobre la vida de la gobernante egipcia.
1.- Una belleza de fantasía.
Plutarco, el biógrafo griego de Marco Antonio, afirmó que no era su aspecto físico lo que resultaba tan atractivo de ella, sino su conversación y su inteligencia.
Cleopatra tenía el control de su propia imagen y la adaptó según sus necesidades políticas. Por ejemplo, en eventos ceremoniales aparecería vestida como la diosa Isis (era común que los gobernantes egipcios se identificaran con una deidad).
En las monedas acuñadas en Egipto, mientras tanto, eligió mostrarse con la mandíbula fuerte de su padre, para enfatizar su derecho heredado a gobernar.
Las esculturas tampoco nos dan muchas pistas sobre su aspecto: hay dos o tres cabezas en el estilo clásico y varias estatuas de cuerpo entero en estilo egipcio, pero en todas se la ve bastante diferente.

2.- El «pequeño César».
Cleopatra se hizo aliada de Julio César, quien la ayudó a establecerse en el trono.
Lo invitó a hacer un viaje por el Nilo y cuando posteriormente dio a luz a un hijo, llamó al bebé Cesarión o «pequeño César».
En Roma esto causó un escándalo. En primer lugar, porque Egipto y su cultura hedonista eran despreciados como decadentes. Pero también porque César no tenía otros hijos varones (aunque estaba casado con Calpurnia, y había tenido dos esposas antes que ella).
César acababa de convertirse en el hombre más poderoso de Roma y si bien la tradición era que la elite romana compartía el poder, él parecía querer ser el supremo, como un monarca.
Esto resultaba doblemente insoportable para los romanos porque significaba que Cesarión, un egipcio, podría eventualmente querer gobernar a Roma como el heredero de César.
3.- Cleopatra vivía en Roma como amante de Julio César cuando este fue asesinado.
Junto con el pequeño Cesarión habían estado viviendo en un palacio propio al otro lado del río Tíber de la casa de César (aunque es probable que ella no residiera allí permanentemente, sino que viajara regularmente desde Egipto).
Tras la muerte de César en 44 a. C. la vida de Cleopatra y de su hijo corrían peligro y debieron irse de Roma de inmediato.
No es de extrañar que Cleopatra fuera detestada en una ciudad que se había deshecho de sus reyes, ya que ella insistía en que se la llamara «reina».
Tampoco pudo haber ayudado mucho el hecho de que, para honrarla, César había colocado una estatua de ella cubierta de oro en el templo de Venus Genetrix, la diosa que da vida, y que su familia tenía en alta estima.
4.- Tuvo cuatro hijos.
Además de su hijo mayor, Cesarión, Cleopatra tuvo tres hijos más con Marco Antonio: los mellizos Cleopatra Selene y Alejandro Helios y el más pequeño de todos, Ptolomeo Filadelfo.
Ella mandó a hacer una imagen en la pared del templo en Dendera que la mostraba gobernando junto con Cesarión. Cuando ella murió, el emperador romano Augusto convocó al joven con promesas de poder, solo para matarlo.
Se cree que tenía 16 o 17 años, aunque algunas fuentes afirman que tenía apenas 14.
Los mellizos, que tenían 10 años cuando falleció su madre, y Ptolomeo, que tenía seis, fueron llevados a Roma y tratados bien en la casa de la viuda de Marco Antonio, Octavia, donde fueron educados.
De adulta, Cleopatra Selene se casó con Juba, un rey menor, y fue enviada a gobernar Mauritania a su lado. Tuvieron un hijo -otro Ptolomeo-, el único nieto conocido de Cleopatra.
Murió de adulto por orden de su primo, Calígula, por lo que ninguno de los descendientes de Cleopatra vivió para heredar Egipto.
5.- «Agosto», el mes que celebra la derrota y muerte de Cleopatra.
El emperador Augusto fundó su reinado sobre la base de la derrota a Cleopatra. Cuando tuvo la oportunidad de que se nombrara un mes en su honor, en lugar de elegir septiembre, cuando nació, optó por el octavo mes, en el que murió Cleopatra, para que todos los años se recordara su derrota.
A Augusto le hubiera gustado exhibir a Cleopatra como cautiva por toda Roma, como lo hicieron otros generales con sus prisioneros para celebrar sus victorias. Pero ella se suicidó justamente para evitar eso.
Cleopatra no murió por amor, como creen muchos. Al igual que Marco Antonio, que se suicidó porque ya no había un lugar de honor para él en el mundo, ella eligió morir en lugar de sufrir la violencia de ser mostrada y avergonzada por las calles de Roma.
Augusto tuvo que conformarse con utilizar una imagen de ella para su celebración.
6.- El nombre de Cleopatra era griego, pero eso no significa que ella lo fuera.
La familia de Cleopatra era descendiente del general macedonio Ptolomeo, que había obtenido Egipto en el reparto después de la muerte de Alejandro. Pero pasaron 250 años antes de que naciera Cleopatra -es decir, 12 generaciones, con todos sus enredos amorosos-.
Hoy sabemos que al menos un niño de cada 10 no es hijo biológico del padre que lo cría como propio.
La población de Egipto incluía a personas de diferentes etnias y naturalmente eso incluía a los africanos, ya que Egipto es parte de África. Así que no es del todo improbable que mucho antes de que Cleopatra naciera, su herencia griega se hubiera mezclado con otras.
Además, dado que se desconoce la identidad de su propia abuela, no podemos estar seguros de su identidad racial.
La joven faraona, que amaba la historia de su país, este fue uno de los motivos por los que se ganó el reconocimiento de sus súbditos egipcios.
Con información de Canal Historia, Historia National Geographic y BBC. @
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