viernes, abril 19, 2024
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Carmen Serdán pionera de la revolución, a quien poco se le reconoce su participación en esta guerra

La vida de esta heroína de la revolución, quien nunca quiso obtener beneficios de sus hazañas revolucionarias y tampoco pidió algún tipo de recompensa. 

En esta ocasión te voy a hablar de un personaje que fue quizás la primera revolucionaria de la gesta histórica del 1910 de México te hablo de María del Carmen Serdán Alatriste, nació un 11 de noviembre de 1875, aunque en algunas biografías dicen que nació en el año de 1873 en la ciudad de Puebla de Zaragoza, fue hija del abogado Manuel Serdán, quien fue redactor de la Ley del Pueblo, el primer plan de reforma agraria en el país y Carmen Alatriste, dentro de un seno familiar con tradición política, ya que su bisabuelo era el reconocido liberal Miguel Cástulo Alatriste, quien fuera gobernador de Puebla entre 1857 y 1861.

Algunos biógrafos manejan que Carmen fue la mayor de los Hermanos Sedán en otras se dice que la mayor fue Natalia, hecho que no se ha podido aclarar, pero el matrimonio tuvo 4 hijos Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo. Carmen comenzó sus primeros estudios en un colegio particular para niñas, y más tarde, en el Colegio Teresiano. En tal institución aprendió a leer y a escribir, además de otras lecciones que mantenía en su casa al lado de su madre. La familia Serdán se distinguió por poseer una buena posición social, por lo que Carmen aprendió algunas vertientes relacionada con las artes, las cuales se consideraban para la época actividades para los hombres.

Cuando su padre murió, Carmen solo tenía 4 años de edad. Tuvo que asumir desde muy pequeña la responsabilidad de su hogar al ser la hija mayor. Por tal motivo, desde su corta edad logró formar carácter, poder y decisión frente a las adversidades.
Sin embargo, la familia Serdán Alatriste tuvo que dejar la casa paterna por la mala situación económica que enfrentaban, por lo que tuvieron que marcharse a una casa mucho más pequeña,
que en la actualidad es el museo. A medida que fueron pasando los años, Carmen Serdán había asumido el lugar de su padre frente a sus hermanos. Si bien fue educada bajo los principios porfirianos, los cuales debía ocuparse solo de las labores del hogar, Carmen Serdán se destacó por diferir de la imagen de la señorita porfiriana tradicional. De lo contrario, adquirió un carácter atípico en comparación con las mujeres de su época.

El perfil de Carmen la presenta como una mujer hasta cierto punto contradictoria: por un lado, muy religiosa y piadosa, pero por el otro, liberal, violenta y con mucha valentía y determinación, que espiaba para los revolucionarios, pegaba clandestinamente propaganda subversiva en contra del gobierno, compraba armas y fabricaba bombas. Además, sufría de epilepsia. ¿Cómo es posible que teniendo esa enfermedad, no fuera impedimento para ser tan aguerrida? La familia Serdán tuvo una influencia de las ideologías políticas bien marcadas de sus antecesores, se caracterizaron por haber recibido principios relacionados con la libertad y defensa de los derechos humanos.

Tras varios años de conflicto por llegar al poder, Porfirio Díaz finalmente tomó el cargo de presidente en el año 1876 por un período de 4 años como declaraba la constitución de 1857. Díaz se había destacado como un militar que participó en la Segunda Intervención Francesa de México con el bando liberal. Desde muy temprana edad, Carmen Serdán fue creciendo bajo el dominio de Porfirio Díaz. El Porfiriato fue una etapa en la historia de México en la cual el país estaba siendo dominado bajo el control militar de Díaz. Tras la instalación en el poder del político Manuel González para el período 1880 – 1884, apoyado a por una elección presidencial, Díaz finalmente ganó las elecciones en 1884 con ayuda del sector eclesiástico y empresarial. Desde esa fecha, Díaz gobernó de manera ininterrumpida.

Si bien el gobierno de Díaz experimento un crecimiento notable en la economía, la estabilidad política se fue deteriorando significativamente. Desde ese momento creció el malestar en los ciudadanos mexicanos que estaban en contra de la dictadura de Porfirio Díaz. De ahí, muchos intelectuales y grupos de obreros encabezaron clubes antirreeleccionistas. Carmen trabajó junto a su hermano Aquiles (ambos pertenecieron al Partido Nacional Antirreeleccionista, fundado por él y por Francisco I. Madero) durante la campaña a favor de este último, quien se oponía al régimen de Porfirio Díaz Mori. Además, fue partícipe junto a su madre y sus hermanos del Partido Nacional Antirreeleccionista, liderado por Madero para buscar un cambio en la política mexicana, promover a Madero como el siguiente presidente y acabar con los abusos de poder de Porfirio Díaz y su gabinete.

Carmen colaboró en las páginas de El Hijo del Ahuizote y del Diario del Hogar. En marzo de 1908, Porfirio Díaz le concedió una entrevista al periodista canadiense James Creelman dos años antes de las elecciones presidenciales. La intención de la entrevista se debió a la preocupación que tenía Estados Unidos no solo con el tema relacionado a la reelección, sino a la situación política de México. En la entrevista, Díaz afirmó que su intención siempre fue alejar a México de la guerra y los conflictos, además de la recuperación económica tras estar expuesta a la pobreza. Si bien afirmó que sus métodos para lograr tal fin fueron duros, admitió que valió la pena para salvar a todos los ciudadanos.

El detonante a los conflictos posteriores fue la declaración de sus principios democráticos y la separación del cargo de presidente tras las elecciones de 1910; lo que significaría una renuncia de las tantas reelecciones de Díaz. A partir de esa entrevista, muchos grupos políticos opositores tomaron posición y más relevancia tras las declaraciones de Díaz. En este sentido, el político Francisco Madero comenzó un recorrido con miras a formar un partido político que defendiera al país de la dictadura de Díaz. Unido a esto, Carmen Serdán fue una de las pocas mujeres que difundió la entrevista en las reuniones políticas, así como las ideas de cambiar la situación de México. Si bien Díaz intentó mantener una imagen de orden y paz en México, la presión por parte de varios grupos aumentaba, razón por la cual se dio lugar al surgimiento de una serie de grupos que estaban en contra de las reelecciones de Porfirio Díaz.

El 22 de mayo de 1909, por iniciativa de Francisco Madero, se creó el Partido Nacional Antirreeleccionista con la intención de participar en las elecciones presidenciales de México y eliminar la dictadura de Porfirio Díaz. Carmen Serdán, motivada por un espíritu de cambio político, decidió involucrarse con el grupo antirreeleccionista al igual que sus hermanos Aquiles y Máximo. Su hermana Natalia se casó y en ese tiempo decidió dedicarse a su nueva familia. Los principios del partido político fue la democracia, el sufragio efectivo en vez de la reelección, la defensa de la constitución y el respeto a las garantías individuales. El partido tenía planes de lanzar a Francisco Madero como candidato a la presidencia.

Los hermanos de Carmen (Aquiles y Máximo), al ser mayores de edad podían asumir las responsabilidades políticas que tanto anhelaba. Por esa razón, ambos hermanos se afiliaron al Partido Nacional Reeleccionista. Ese mismo año y por decisión del partido, Aquiles fue elegido presidente del partido en el estado de Puebla. Más adelante, tanto Carmen como su madre se unieron al partido por la no reelección de Porfirio Díaz. De ahí, Carmen Serdán se fue involucrando con mayor fuerza a la política mexicana, siendo una de las voceras del partido.

En 1910, Francisco Madero comenzó a realizar varias giras por todo el territorio mexicano exponiendo su partido político antirreeleccionista e invitando a las elecciones de ese año. Por tal motivo, Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y arrestó a Madero en San Luis Potosí por motivos de insurrección en contra de su presidencia. Mientras estuvo en la cárcel, se gestaron las elecciones presidenciales, resultando Porfirio Díaz como ganador nuevamente. Sin embargo, Madero logró escapar y se dirigió a San Antonio, Texas, donde Aquiles Serdán se trasladó tras unos días en apoyo a Madero.

En octubre de ese mismo año, Carmen viajó a San Antonio en donde finalmente logró conversar con Madero, además de llevarle unas provisiones tanto para él como para su hermano. Los hermanos Serdán fueron unos de los primeros en recibir las instrucciones de Madero para iniciar la revolución el 20 de noviembre de ese año. Al cabo de unos días, Madero llamó a todo el pueblo mexicano a iniciar la revolución mediante la proclama del Plan de San Luis. De ahí, Carmen y su hermano comenzaron con sus actividades para dar inicio a la revolución.

Tras el acontecimiento de la entrevista a Porfirio Díaz, un grupo de mujeres encabezado por Carmen Serdán formaban parte de los grupos que se enfrentaría en la Revolución Mexicana. Tras la travesía de Madero en San Luis Potosí, quedó sorprendido por el grupo de mujeres, así como la formación política y liderazgo de Carmen. Durante varias noches, Carmen pegaba por las calles de Puebla propaganda política en contra de la dictadura de Díaz, además de repartir pólvora y dinamita entre otros revolucionarios. También elaboró bombas, realizaba compras de rifles y pistolas bajo el pseudónimo de “Marcos Serrato”.

Si bien Carmen fue una mujer muy religiosa, la causa revolucionaria fue incluso más fuerte que sus otras creencias. Se caracterizó por su personalidad valiente, determinada y aguerrida. Se presume que sufría de epilepsia, pero no fue un impedimento para sus relaciones políticas e ideas revolucionarias. Madero había ofrecido una remuneración al grupo político liderado por Carmen Serdán. Tras unos meses, se unió al grupo Sara Pérez Romero, la esposa de Madero.

El 20 de noviembre de 1910, Carmen quedó a cargo del movimiento revolucionario en Puebla con el pseudónimo de “Marcos Serrato” para poder intercambiar mensajes libremente con su hermano Aquiles, quien se encontraba en San Antonio, Texas. Mientras que muchos de los revolucionarios eran vigilados por el gobernador de Puebla, Mucio Martínez, las mujeres del grupo se encargaron de los preparativos para la guerra y la difusión del plan propuesto por Madero.

La casa de la familia Serdán, ubicada en la ciudad de Puebla, sirvió como punto de reunión con algunos de los miembros del partido político de Madero. El gobernador Mucio Martínez estaba ya tras los pasos de los hermanos Serdán, pero el 18 de noviembre de 1910, estando varias personas, entre ellas los hermanos Bautista con Aquiles y su familia, accidentalmente se cae una arma y se dispara; esto alertó a las autoridades, que bajo el cargo de conspiradores rodearon la casa. En el tiroteo mueren todos los hombre que se defendían desde la azotea, Aquiles es escondido en el sótano, mientras Carmen, herida, trata de llevar armas a los que estaban en la azotea.

El 18 de noviembre de 1910, unos días antes del llamado de Madero, un grupo de policías llegaron a la casa de los Serdán con una orden de allanamiento y arresto en contra de Aquiles. Cuando los policías entraron a la casa, comenzaron a disparar, convirtiéndose poco a poco en un intercambio de disparos de ambos lados. Mientras ocurría el tiroteo, Carmen Serdán gritaba desde el balcón invitando al pueblo a participar en la revolución, mientras que Aquiles se hallaba escondido en el sótano de la casa.

Cuando terminó el conflicto, Carmen, su cuñada y su madre fueron heridas y capturadas, acusándolas de recargar las armas de sus acompañantes durante el tiroteo. En su defensa, Carmen Serdán fue llamada a declarar lo que sucedió. Luego, las tres mujeres fueron enviadas a la cárcel de La Merced y más tarde al Hospital de San Pedro. De hecho, Carmen llegó a redactar una carta en la que declaraba los acontecimientos de principio a fin. La carta fue tomada como el mejor de los testimonios. El día siguiente del conflicto, Aquiles Serdán, quien se encontraba aún escondido en su casa, fue asesinado por uno de los oficiales que custodiaban el lugar.

Antes de estos acontecimientos, Madero visita Puebla y queda gratamente sorprendido del grupo de mujeres a favor de la causa, encabezado por Carmen, y le llama la atención ver la formación política de Carmen. Con el paso del tiempo comenzamos a develar una serie de imágenes de esta extraordinaria mujer; fue tan grande que inventó un lenguaje cifrado que salía en diferentes periódicos, firmado con el seudónimo de Marcos Serrato.

Luego de los eventos del 20 de noviembre de 1910, Carmen Serdán continuó en la lucha revolucionaria en su segunda etapa. Tras el golpe de estado que dio Victoriano Huerta a Francisco Madero en 1913, estuvo de lado de la revolución con la Junta Revolucionaria en Puebla; una organización fundada por ella en pro de sus ideas revolucionarias antihuertistas. Dentro de la junta, Carmen se mantuvo activa proporcionando armas a los rebeldes, reclutando tropas y participando en la distribución de información. Por otro lado, sostuvo varias conversaciones con Venustiano Carranza y Emiliano Zapata de forma clandestina, además de organizar a un grupo de enfermeras al servicio de los heridos por la causa. Carmen Serdán nunca se casó, sino que dedicó su vida al estudio y a la revolución. Sin embargo, se dice que varias veces recibió invitaciones de Venustiano Carranza a las que acudió con varias de sus amigas.

Tras el triunfo de los constitucionalistas, Carmen Serdán se retiró de la vida pública y política. Los constitucionalistas fueron un grupo de políticos, liderados por Carranza, que tenían la intención de reformar la constitución liberal de 1857. Sin embargo, casi permanece oculta y sólo queda en el recuerdo de su patria chica Puebla. Dentro de los innumerables mitos y estereotipos de la soldadera, Carmen queda casi invisible, quedando confinada al espacio doméstico. A la que fue pionera de la Revolución Mexicana no se le ha dado su justo valor al abonar el camino al levantamiento de 1910.

Carmen Serdán murió el 28 de agosto de 1948 a los 75 años en su ciudad natal. En su muerte, se mantuvo sola y fuera de la vida pública; de hecho, nunca quiso obtener beneficios de sus hazañas revolucionarias y tampoco pidió algún tipo de recompensa.Por su valor histórico y simbólico la casa de los Serdán, lugar en donde se libraron los primeros combates de la revolución, fue convertida en el Museo de la Revolución de Puebla, lugar en el que se rescata el papel de la familia en la revolución. La revolucionaria fue representada en la historieta número cinco de la serie Historias de la Historia, titulada Carmen Serdán y las revolucionarias de Puebla, colección creada por el INAH.

Historia-Biografía, Heroínas y Lifeder

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