¿Sabías que su primer pago por cantar lo obtuvo a los 12 años?
Hoy recordamos en su aniversario luctuoso número 17, a la reina de la salsa o la guarachera del mundo, Celia Cruz, quien falleció el 16 de julio de 2003. Su nombre completo Úrsula Hilaria Celia de la Caridad de la Santisima Trinidad Cruz Alfonso nació en el barrio de Santos Suárez de La Habana el 21 de octubre de 1925. Si bien algunas fuentes señalan su nacimiento cuatro años antes, un dato de difícil comprobación, dada la persistente negativa de la estrella a confesar su edad. Fue la segunda hija de un fogonero de los ferrocarriles, Simón Cruz, y del ama de casa Catalina Alfonso Ramos, Celia Cruz compartió su infancia con sus tres hermanos –Dolores, Gladys y Bárbaro– y numerosos primos, y sus quehaceres incluían arrullar con canciones de cuna a los más pequeños; así empezó a cantar. Siendo niña, cantando para un turista consiguió calzar a todos los niños de la casa. Solía observar los bailes y a las orquestas a través de las ventanas de los cafés cantantes, y no veía la hora de saltar al interior. Sin embargo, sólo su madre aprobaba esa afición: su padre quería que fuese maestra de escuela, y no sin pesar intentó satisfacerle y estudiar magisterio, pero pudo más el corazón cuando estaba a punto de terminar la carrera y la abandonó para ingresar en el Conservatorio Nacional de Música.

El primer pago que recibió por su música, lo recibió por parte de un turista en La Habana, a quién le cantó y él, encantado con su talento, le obsequió un par de zapatos nuevos. Celia tenía tan sólo 12 años. Lo de cantar le empezó desde muy chiquita, hasta el punto de que sus padres le encargaron el papel de cantar canciones para arrullar a los más pequeños de la casa.
Celia Cruz cantaba y bailaba en las corralas habaneras y participaba en programas radiofónicos para aficionados, como La hora del té o La corte suprema del arte, en los que obtenía primeros premios tales como un pastel o una cadena de plata, hasta que por su interpretación del tango «Nostalgia» recibió en pago 15 dólares en Radio García Serra. Más tarde cantó en las orquestas Gloria Matancera y Sonora Caracas y formó parte del espectáculo Las mulatas de fuego, que recorrió Venezuela y México.

Celia fue descubierta como en 1950 por el director de la Sonora Matancera, el guitarrista Rogelio Martínez, quien la contrató inmediatamente para reemplazar a Mirta Silva. Esta última era la solista oficial de la orquesta y acababa de dejar el grupo. Allí conoció a quien fuera su marido, y el amor de su vida, Pedro Knight, el 3 de agosto de 1950, cuando ambos trabajaban para la orquesta, ella como cantante y él como trompetista.
Recibió su primer disco de oro en el año 1957, en Nueva York.
En sus inicios como solista fueron junto al famoso percusionista Tito Puente, con el que grabó un total de ocho álbumes

«¡Azúcar!» era su grito de guerra, la contraseña de apertura y cierre de sus conciertos y la clave para hacerse entender en todo el mundo.
Una de sus tantas frases «No te aflijas, chico, ¡vive tu vida con sabor!»
Existía un programa radial llamado «Cascabeles Candado» y cuya orquesta exclusiva era la Sonora Matancera. Un buen día, Celia luego de la entrevista con Don Rogelio fue a Radio Progreso donde ensayaban de lunes a sábado de 9:00 a 12:00, con el primero que se encontró en el estudio fue con el que sería su futuro esposo: Pedro Knight que era el segundo trompetista de la Sonora. Habiendo llegado todos los integrantes ensayaron, pero no sonaba nada bien, Celia como tenía sus arreglos que no coincidían con el número de integrantes de la Sonora, se los entregó a Severino Ramos para que los adecuase, y que la llamarían para cuando estuvieran listos los mismos. Debutó con la agrupación el 3 de agosto de 1950. Inicialmente no fue acogida por el público, mandando cartas al director y a la Radio para que fuese cambiada, no logrando su objetivo. Rogelio Martínez, teniendo fe en ella fue a su casa discográfica SEECO Records, cuyo director y gerente era Sidney Siegel. Allí hubo otra oposición ya que el criterio de Mr. Siegel, como le llamaban, era que las mujeres no vendían discos y no podían atreverse a cometer semejante error, pero aun así Rogelio, convenció al dueño retándolo y es así que grabó el 15 de diciembre de 1950 en formato 78 rpm.
Celia y su sentido de la moda. Además del colorido de su ropa, otro elemento icónico en su guardarropa eran los zapatos de tacón invertido, de los que tenía más de 60 pares. Lady Gaga no dudó en copiarlos.

Semana negra para la música cubana. Celia Cruz falleció el 16 de julio de 2003, dos días después de Compay Segundo y Tito Duarte. La “guarachera del mundo” fue enterrada en el cementerio Woodland de El Bronx, en la ciudad de Nueva York. Cada año, fanáticos de Celia, van en el aniversario de su muerte o nacimiento y le dejan flores y mensajes e incluso un pastel el día de su cumpleaños.
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