El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pidió que pare la violencia que se está registrando en la zona metropolitana, en el estado y en el país, problema que está dejando más sufrimientos en las familias.
Al encabezar la misa dominical en la Basílica Catedral de Puebla, el arzobispo poblano hizo oraciones por el eterno descanso del fotógrafo Alan Torrentera y su sobrina Camila Alcalde, quienes fueron asesinados en la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, en la capital del estado, el pasado 31 de marzo de este año.
Las primeras investigaciones revelaron que los fueron ocupadas armas blancas en el doble homicidio; además, se registró el robo de equipos fotográficos, de cómputo y diversos bienes personales.
“Pedimos por dos asesinatos más en nuestra ciudad, en San Baltazar Campeche, Alan Torrentera y Camila Alcalde. ¡Qué pare la violencia! Le pedimos al Señor”, dio a conocer Sánchez Espinosa al expresar las intenciones de la misa dominical.
El líder de la grey católica en Puebla lamentó que en medio de la pandemia de la covid-19, se estén presentando casos de violencia, criminalidad e injusticias en medio de procesos de confrontación entre personas.
“Ante toda la situación que estamos viviendo, tenemos que esforzarnos, ante esas situaciones que vivimos de violencia, de criminalidad, de injusticias, de no criticar por criticar al hermano. No condenemos a nadie, sino que nos confrontemos con nosotros mismos, con nuestra propia conciencia, más que juzgar y condenar a los demás”, apuntó.
El arzobispo de Puebla destacó que aquellas personas que comenten actos violencias e injusticias contra los demás, en realidad, se están dañando y generando mayores conflictos interiores que no encuentran una solución.
“Cuando estamos haciendo el mal con violencia, con injusticias, nosotros mismos nos estamos dañando (…). Esta es una invitación para iniciar una vida nueva, una vida distinta. Tenemos la oportunidad de ser mejores”, apuntó el arzobispo de Puebla.
Para el arzobispo de Puebla, el camino para que una persona mejore comienza con el reconocimiento de los propios errores antes de que intente señalar a los demás como responsables de los problemas.
“El verdadero camino es reconocer los propios errores, lo cual, nos hará más comprensivos y misericordiosos. Tenemos que reconocer nuestros propios errores para poder corregir al hermano”, destacó.
Sánchez Espinosa reiteró que, a pesar de las adversidades, existe la esperanza y resaltó la importancia de que los seres humanos no sigan el camino de la violencia y las agresiones hacia los demás.
“Ante la guerra, destrucción de muerte, dolor, desplazamientos, tanta gente desplazada de un lugar para otro, con todo lo que significa la migración, con todo los sufrimientos de tantas y tantas familias, nosotros no solo solidaricémonos con ellos, pidamos por todas estas situaciones y, de alguna manera, esforcémonos por salir de estas situaciones en que nosotros mismos nos podemos ver envueltos”, alertó.
Por último, ante el inicio de la última semana de cuaresma, Sánchez Espinosa destacó que todavía hay tiempo para que las personas comiencen un proceso de conversión interna que se traduzca en ser mejores seres humanos.
