«Escuela de vagabundos» fue la película más taquillera, de Pedro Infante.
En esta ocasión recordamos a un gran ídolo mexicano, una de la leyendas en la música, Pedro Infante, quien hoy cumpliría 106 años ya que nació el 18 de noviembre de 1917, en Mazatlán, Sinaloa.
En Revista Única hablaremos del galán de cine, cantante, icono de un época, rompecorazones en la vida real, leyenda mexicana que con su prematura muerte en trágico accidente aéreo llenó a México de luto.
Las curiosidades de la vida de Pedro Infante Cruz que en su carrera realizo más de 60 filmes y unas 300 canciones.
Pedro Infante Cruz nació en una familia humilde, pero creció en Guamúchil, Sinaloa. Fue el cuarto de 15 hermanos y aprendió a tocar diferentes instrumentos musicales.
Entre 1939 y 1957 apareció en más de 60 películas y grabó unas 310 canciones. Interpretó vals, chachachá, canción mexicana tradicional y ranchera, bolero y, especialmente, música en mariachi y ranchera.
Inició como extra en las películas, pero fue hasta 1943 cuando debutó como actor principal en «La feria de las flores». Pero en 1942, en realidad su primera aparición en cine se dio tres años antes en el corto “El organillero”, de José Benavides Jr.
No quería que nadie más cantara en su familia. De acuerdo con su nieta Lupita Infante, hija de Pedro Infante Jr, no quería que nadie más cantara en la familia: “He escuchado historias de sobrinas de mi abuelo a quienes no se les permitía cantar. Dicen que era muy celoso”.
Su estrella en Hollywood. En 1994 se le dio su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Era un apasionado de la aviación, había acumulado 2,989 horas de vuelo. Previo al accidente que le provocó la muerte, Pedro ya había tenido otros dos desplomes en una avioneta, es por eso que tenía una placa de titanio en el cráneo.
Placa de platino en la frente. Llegó a tener una placa de platino en la frente luego de un accidente, también de avión, que ocurrió en 1949 en Michoacán.
Sufrió una lesión desde la parte media de la frente hasta la oreja izquierda, por lo que fue necesaria la colocación de la lámina. De hecho, esta fue la que permitió reconocer el cadáver de Infante en el fatídico avionazo de 1957.
Además de estos dos accidentes, hubo uno antes, de menores consecuencias: cuando volaba en Sinaloa y sólo tuvo una herida en el mentón.
Su carrera musical. Si bien comenzó como vocalista de varias orquestas en su natal Sinaloa, fue hasta que se inició en la XEB que su carrera empezó a despegar. Ahí, le pagaban dos pesos por una hora
Fue tanto el cariño que Pedro sentía por María Eugenia Llamas la Tucita, que le pidió varias veces a su mamá que se la regalara.
Para la película “Cuando lloran los valientes” tuvieron que pintar un caballo negro de color blanco para que apareciera, se llamaba Corsario.
Cuando tenía 11 años padeció poliomielitis, por lo que siempre ayudó a las instituciones encargadas de combatir la enfermedad.
«Escuela de vagabundos» fue su película más taquillera.
Cuando filmaba «Nosotros los pobres», un niño le regaló un taco para que no tuviera hambre, por lo que conmovió al actor y le regaló dinero para que pudiera estudiar.
Tenía un sarape que muchos de sus compañeros querían pero él siempre se negaba a regalar, hasta que un día vio a un anciano en la calle que tenía frío y se lo dio.
A pesar de interpretar personajes machistas, mujeriegos y alcohólicos, Pedro era no todo lo contrario, no bebía y era muy deportista.
Su respeto por Jorge Negrete. Ismael Rodríguez, el director de cine que encumbró el Cine de Oro Mexicano, contó que Pedro tenía demasiado respeto por Jorge Negrete y no se imaginaba siquiera actuar a su lado como sucedió en la cinta “Dos tipos de cuidado”.
La anécdota del cineasta decía: “yo, chaparro; Negrete, más alto que yo. Él, cadete, habla tres idiomas; yo, mi mujer me enseñó a escribir cuando nos casamos. Él, vocerrón que tiene, yo, méndigo chisguetito, cómo me voy a poner con él”, en referencia a la incredulidad de Infante de actuar al lado de quien era su ídolo musical. Incluso, según Rodríguez, el actor nunca tuteó a Jorge Negrete.
Gracias a su personaje de Pepe el Toro, Pedro se posicionó a la altura de grandes actores, como Mario Moreno Cantinflas. «¡Torito!». Joaquín Cordero, quien compartiría créditos con Pedro Infante en “Pepe el Toro”, narró en algún momento que en la escena en la que Pedro saca a su hijo ya muerto de entre las llamas -con aquella típica frase de “¡Torito!”-, Infante entró de tal manera en el papel que tras el corte de escena siguió llorando.
Tenía facilidad para aprenderse las letras de las canciones, tardaba aproximadamente 15 minutos, por eso le decían «el oreja de oro».
Pedro siempre bromeaba con sus compañeros, cambiaba los bastones de utilería que usaba Doña Sara García por unos reales, lo que hacía que los golpes dolieran de verdad.
En 1956 se ganó un Oso de oro del festival de Cine de Berlín gracias a la película Tizoc.
Entre sus premios solo obtuvo un Ariel por la cinta “La vida no vale nada” y de manera póstuma un Oso de Plata a Mejor Actor en el Festival de Cine de Berlín por “Tizoc” -incluso, en esta competencia se enfrentó a 42 actores, entre esos Glenn Ford, Marlon Brando y Henry Fonda-.
“Tizoc”. Dicha película, al lado de la también mítica María Félix, se estrenó en cines mexicanos seis meses después del accidente aéreo en el que murió el actor.
En la piel de Tizoc. Fue tal su dedicación para la película Tizoc (1956), que antes de empezar a filmarla usaba a diario caites, para que le produjeran callos, y así, interpretar mejor la manera de caminar de su personaje.
Su fatal accidente. Cuando en un fatal accidente su compañera de escenas Blanca Estela Pavón, murió, Infante le confesó a Ismael Rodríguez -que ya los había dirigido juntos-: “sé que yo también voy a morir en un accidente de aviación”.
Murió el 15 de abril de 1957 en un accidente aéreo.
En su vida personal en 1953 contrajo matrimonio con la actriz Irma Dorantes, en Mérida, Yucatán, pero fue anulado tiempo después por la demanda que presentó María Luisa León Rojas, su primera esposa, porque legalmente aún estaban casados, desde 1939.
Tuvo muchas amantes, con las que, según se dice, procreó gran cantidad de hijos, pero solo se han reconocido cuatro.
La trilogía más sobresaliente de su trayectoria fílmica fue, sin duda, la constituida por Nosotros los pobres (1947), Ustedes los ricos (1948) y Pepe El Toro (1952).
Entre los temas que volvió mundialmente famosos están Las mañanitas, Amorcito corazón, Dicen que soy mujeriego, Cielito lindo, Qué te ha dado esa mujer y Yo no fui.
Ganaba más que Cantinflas. En la década de 1950, el productor Antonio Matouk aseguraba que Infante ganaba el triple que Cantinflas, ya que aparecía en más películas, y que cobraba 20 mil pesos semanales por presentaciones. Se creía que su fortuna ascendía a unos 10 millones de pesos en 1957.
Récord de ventas. Infante grabó Las mañanitas el 23 de julio de 1950. En ese año se vendieron 155 mil copias, un récord de ventas en aquella época.
Según la disquera Peerles, la versión del cantante había vendido más de 15 millones de copias hasta 1985, solo en México.
Sin ropa. Es difícil pensar que el artista se tomara fotos desnudo, pero fue así.
En 1991 se exhibió, en el Palacio de Bellas Artes, en México, una imagen en la que aparece enjabonado en el patio de su casa, en Mérida.
Devoto de la Guadalupana. Fue muy devoto de la virgen de Guadalupe, por lo que el 23 de octubre de 1954 condujo un maratón televisivo en beneficio de la Basílica de Guadalupe, en la que durante 30 horas cantó y presentó a otros artistas. Recaudó un millón trescientos mil pesos.
Amante de las motos. Era dueño de una motocicleta Harley Davidson en la que, se decía, salía a pasear en su tiempo libre para recorrer las calles de Mérida.
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