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Octavio Paz: el lado oscuro del Premio Nobel de Literatura

En Revista Única te vamos a platicar sobre algunos datos oscuros en la vida de Octavio Paz.

El 31 de marzo de 1914, Octavio Paz nació en la Ciudad de México.

Por lo que este 2025 se cumplen 111 años desde su natalicio.

Y fue el 19 de abril de 1998 cuando, en el mismo lugar, perdió la vida.

Hoy, en Revista Única, te vamos a platicar sobre la otra cara del escritor.

Quien si bien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1990, en su vida personal no siempre fue un hombre ejemplar.

Octavio Paz y Elena Garro, una pareja «tóxica»

Existen diversas fuentes en las que se recopilaron datos oficiales sobre la relación «tóxica» que mantuvo con Elena Garro.

Rasgos que, sin duda, se minimizaron con el pasar de los años.

La fecha que cambió la vida de Elena Garro fue el 24 de mayo de 1937.

Ante cuatro testigos, esa estudiante que soñaba con ser bailarina, se casó con el poeta Octavio Paz.

Se conocieron en la UNAM y llevaban dos años de novios.

Garro afirmó que Paz la manipuló para casarse.

Ella iba a la escuela un día y Paz y sus amigos la desviaron al juzgado sin que ella supiera nada.

Decía que fue víctima de una conspiración que puso fin a su vida de estudiante.

Y lo peor, una conspiración que casi mató su sueño artístico.

Durante el tiempo que estuvieron casados, además de tener una hija, Helena, la escritora produjo varias obras literarias.

Aunque afirmaba que no tenía la libertad creativa que deseaba debido al riesgo de opacar al poeta.

Fue entonces que decidió dedicarse al periodismo porque “eso no opacaba a nadie”.

Celos del verdadero amor

A finales de los años 40, Octavio Paz comenzó a mantener una relación con la pintora Bona Tibertelli de Pisis.

Mientras que Elena se enamoró perdidamente del escritor argentino Adolfo Bioy Casares.

«Es el único hombre en el mundo del que me he enamorado y creo que eso no me lo perdonó nunca Octavio”, dijo.

De acuerdo con Helena Paz, su madre quedó embarazada de Bioy.

Pero Paz la obligó a deshacerse del producto porque, legalmente, el bebé era suyo.

Elena Garro vivía frustrada por la opresión de Octavio Paz y por formar parte de un grupo de intelectuales en el que ella era “la esposa de Paz”.

Esto la llevó a intentar suicidarse en dos ocasiones en 1947.

El naufragio de su matrimonio era evidente; nada lo podía salvar, pero el divorcio llegó hasta 1959.

Paz acudió a Ciudad Juárez a tramitar una separación exprés.

Elena se enteró a través de una notificación judicial.

La ruptura hizo que tomaran caminos distintos: él conservó la fama, la gloria, y amasó un gran prestigio; ella inició un descenso al mismo infierno.

Su proximidad al PRI y su servicio secreto, y, sobre todo, sus errores ante la matanza de Tlatelolco, la volvieron una escritora maldita.

Novelista, dramaturga y poeta, Garro hizo posiblemente de su existencia un cuento absurdo.

Pero dio al mundo una literatura que sólo ahora empieza a contemplarse en toda su inmensidad.

Registro historiográfico de las violencias que ejerció Octavio Paz

Especialistas y periodistas han hecho un registro historiográfico de las violencias que ejerció Octavio Paz contra Elena Garro.

Las cuales iniciaron desde que se casaron, de forma irregular, cuando la autora no tenía ni 21 años.

“Me casé porque (Paz) quiso, pero desde entonces nunca me dejó volver a la universidad. Me dediqué a ser periodista porque él ganaba muy poco dinero entonces y porque eso no opacaba a nadie, sino que producía dinero. Y me dediqué a callar porque había que callar”.

Escribió Carlos Landeros en su obra biográfica «Yo, Elena Garro».

Octavio Paz y su envidia por el talento de Elena Garro

Otras de las violencias registradas contra Octavio Paz, y una de las más comentadas, es la forma en la que el poeta interfirió en la carrera literaria de Elena Garro, a quien habría disuadido de escribir cuentos y poesía para no opacarlo.

Tal como asegura la biógrafa oficial de Elena Garro, Patricia Rosas Lopátegui.

“Elena Garro en una entrevista me dijo que Octavio Paz le había prohibido incursionar en el género de la poesía porque Ese era su terreno”.

Declaró Rosas Lopátegui, de acuerdo con Infobae.

La propia Elena Garro escribió en sus Memorias de España 1937 que durante su matrimonio siempre tuvo “la impresión de estar en un internado de reglas estrictas y regaños cotidianos” por parte de su esposo.

Estos regaños hicieron que, durante muchos años, la obra de Elena Garro quedara relegada.

Incluso cuando se le considera precursora de uno de los géneros literarios más importantes de Latinoamérica en el siglo XX con Los recuerdos del porvenir: el realismo mágico.

La opresión y las violencias también quedaron en evidencia cuando se acusó a la dramaturga de ser la responsable de organizar el movimiento estudiantil de 1968.

Y se le señaló por sus trastornos mentales (se piensa que tenía depresión) obligándola a exiliarse en España.

Aun fuera de la influencia y poder de Octavio Paz, Elena Garro cargó con la culpa de ser “rebelde” y no obedecer a su esposo.

Tal como demuestra la correspondencia entre ambos escritores difundida por el periodista cultural Guillermo Sheridan.

“¡Ay! Octavio, yo tengo que llorar hasta mi último día, a ver si Dios me perdona por haber sido tan rebelde, estúpida, egoísta y majadera. No creo que tú puedas perdonarme, pero yo cumplo con una necesidad muy grande, que tengo de implorar tu perdón”.

Escribió Elena Garro a finales de 1989.

Un triste final para Elena Garro

El regreso de Garro a México estuvo alejado de la gloria.

Ella pasó sus últimos días en una vivienda de Cuernavaca, junto a su hija.

El 22 de agosto de 1998 murió de cáncer de pulmón.

Sin embargo, en unas de sus últimas líneas podemos notar cómo su felicidad nunca llegó a su plenitud debido a su «enemigo»: Octavio Paz.

Paz pocas veces se refirió a su matrimonio.

Muchos estudiosos de sus obras creen que en diversos poemas se puede apreciar el rencor que llegó a sentir por Elena debido a que no fue la mujer sumisa que él quiso.

Sin embargo, nunca hizo público su sentir sobre su primer matrimonio, sobre la relación, inclusive sobre la dinámica con su única hija.

No obstante, Elena sí refirió hasta sus últimos días el rencor que le guardó a Paz porque nunca supo ser pareja ni padre:

“Yo vivo contra él, estudié contra él, hablé contra él, tuve amantes contra él, escribí contra él y defendí indios contra él. Escribí de política contra él, en fin, todo, todo, todo lo que soy es contra él (…) en la vida no tienes más que un enemigo y con eso basta. Y mi enemigo es Paz”.

Con información de Vibetv / De10 / Infobae.


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Aurora Bravo
Egresada de la Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla he colaborado escribiendo para medios digitales como Chidas Mx (CDMX), Quórum Informativo (PUE) y El Blok (TLAX); actualmente escribo sobre espectáculos, cine, conciertos, poesía y, a veces, sobre feminismo en Revista Única (PUE). Los fines de semana soy tía de tiempo completo y me encanta ir a conciertos a cantar, bailar y tomar fotitos. Mi playlist suena a Juan Gabriel, Gustavo Cerati, Mon Laferte, Natalia Lafourcade, Bandalos Chinos y Siddhartha, principalmente.

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