sábado, julio 6, 2024
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No todos los amores merecen ser vividos

Los seres humanos, estamos en una búsqueda constante al reconocimiento. Nos sentimos amados cuando nos sabemos reconocidos, sin importar la edad. Cuando somos bebés, sabemos a quién sonreírle para que nos haga una fiesta. Cuando somos más grandes y nos enamoramos, identificamos que hay amor porque más allá de la emoción, existe el reconocimiento. Porque nos sentimos tomados en cuenta, porque sabemos que a alguien más le brillan los ojos cuando escucha nuestro nombre. Porque obtenemos un logro y lo compartimos con esa persona especial deseando que disfrute y abrace de la misma manera el logro obtenido.

Se dice que las parejas suman y no restan. Suman porque apoyan, motivan, impulsan. Y he de decir que coincidía en su totalidad con esta postura, postura que nadie me enseñó en la escuela o en algún lugar en específico. Postura que fui comprándola a partir del andar en diferentes caminos, con diferentes personas y en diferentes contextos. Sin embargo, en uno de esos días en donde no se sabe hacia dónde ir. Esos días en los que uno se pregunta tantas cosas y no puede responder ni una sola.

Foto de RDNE Stock project: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-en-traje-negro-de-pie-junto-a-la-mujer-en-vestido-negro-5616189/

Escuché al psicoanalista argentino Gabriel Rolón. Mismo quien habla de lo que he mencionado, la relación entre el reconocimiento y el amor. En una de sus entrevistas mencionaba que muchas de las heridas que hoy tenemos como adultos, son heridas que traemos desde la infancia (Aprendemos Juntos 2030, 2023). Entonces ¿cómo se ama con el corazón herido? El psicoanalista mencionaba que, cuando estamos en una relación, y termina la etapa del enamoramiento. Empieza a resaltar con mayor frecuencia el tipo de amor que se vive.

¿Cuántas veces hemos sido cómplices de esos amores violentos, desinteresados, de esos amores que enferman, de esos amores que detectan heridas de la infancia y buscan la manera de hacerlas presentes? De esos amores que humillan, que hacen sentir menos. Entonces, ¿por qué hemos comprado la idea de que todos los amores son sanos? ¿Será que las heridas son un elemento importante que permiten o no vivir y disfrutar de un amor sano?

De acuerdo con el psicoanalista argentino. Los amores sanos, son aquellos que incomodan, aquellos que antes de sumar, primero restan. Incomodan porque te hacen ver lo que uno se niega a aceptar y te llevan a mejorar. Restan porque se debe aprender a ceder. El psicoanalista decía “no se puede llenar un vaso lleno, se tiene que ir vaciando; solo así, se la da su lugar al amor”. Es decir, para que entre el amor a nuestras vidas, debemos hacerle espacio.

El amor es una emoción, amar es un encuentro con un rasgo del pasado que se quiere traer el presente, es eso que no sabemos qué es, pero lo buscamos de manera inconsciente. Amar es también un compromiso. Amar ilumina la vida, le da color a un mundo blanco y negro. Amar en esperanza, amar en libertad es lo que hace que un amor merezca ser vivido. Amar implica amar(se). Amar es abrazar(te) y abrazar a otro, amar es cuidar(te) y cuidar del otro. Amar es caminar y tropezarse, lastimarse, sentirse perdido en algunos caminos. Amar es aceptar que el dolor es parte de este proceso.

Amar es caerse, incomodarse y utilizar esta incomodidad como una herramienta para convertirse en una mejor persona. Entonces, un amor que merece ser vivido, es aquel que en principio resta, que incomoda, que duele, pero no que humilla, que violenta o que enferma. Amarse implica aceptar que no todos los amores merecen ser vividos. Y tú ¿qué amor estas viviendo?

Aprendemos Juntos 2030. (2023, 4 diciembre). “En un mundo en blanco y negro los que amamos nos llenan de color”. Gabriel Rolón, psicoanalista [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=afCAeOnXGqk

Por Mariana González Morales

Foto de Andre Furtado: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-y-mujer-sentar-banco-1417255/

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