Hay historias que comienzan con una taza de café, una charla familiar y un sueño guardado en el corazón.
Hace 15 años, Joshua y su familia soñaban con tener una cafetería. Pero, como suele pasar, la vida los llevó por otros caminos y ese sueño quedó en pausa. Hasta que, después de la pandemia, decidieron volver a intentarlo.
Así nació Musgo, como un espacio donde la pasión, la familia y la perseverancia se mezclaron con el aroma del cacao puro.
“Queríamos empezar con una cafetería chica —cuenta Joshua—, pero el destino tenía otros planes. Encontramos este lugar… y lo que iba a ser algo pequeño, terminó convirtiéndose en un restaurante grande, llamado Musgo.”
Y así fue como Musgo echó raíces. Primero como un restaurante de desayunos, y hoy, dos años después, con servicio de brunch y cena, ofreciendo una experiencia gastronómica completa que enamora a cada visitante y por supuesto ellos hornean su propio pan.
Su cocina es ecléctica como la vida misma. ¡Aquí los platillos son bastos, presentaciones cuidadas y un sabor que se queda en la memoria!

Y si algo distingue a Musgo es su bebida icónica: el cacao.
Aquí no hay chocolate comercial, sino cacao puro, artesanal, con notas de cardamomo, chile o naranja, y un compromiso genuino con la productora local que lo cultiva.
El nombre «Musgo» evoca la paz del bosque: ese refugio natural donde el tiempo se desacelera y todo florece con calma.
Así como el musgo crece entre la humedad y la quietud del lago, este lugar busca ofrecerte esa misma sensación de refugio, frescura y serenidad, un espacio donde puedes estar en paz y disfrutar sin prisa con la familia y amigos.
La filosofía de Musgo se basa en honrar las tradiciones mexicanas, manteniendo su esencia y sabor, pero siempre con un toque de innovación que les da vida nueva y sorprende al paladar.


Musgo y sus ricas hojaldras
Y esta temporada de Día de Muertos, su propuesta de hojaldras artesanales se roba todas las miradas (y los corazones):
- Matcha, pistache y jocoque
- Cacao con avellanas y crema de chocolate
- Betabel con arándanos y ciruela
- Cardamomo con azúcar de ceniza
- Cítricos con queso crema y naranja caramelizada
- Calabaza con dulce de leche y cacahuate
Entre las más pedidas por los comensales destacan las de matcha y cacao, verdaderas joyas que conquistan por su equilibrio de sabor y originalidad.
Cada una respeta la esencia del pan de muerto, pero con ese toque experimental que define a Musgo.
El equilibrio entre lo dulce y lo salado es perfecto —como la vida cuando sigues tu propósito.
“Una hojaldra con café sin azúcar o cacao”, recomienda Joshua, “para que los sabores hablen por sí solos”.

Hasta el 8 de noviembre, podrás probar esta colección efímera de sabores que, como los sueños, solo se disfrutan si te atreves a vivirlos.
Musgo es pet friendly, acogedor y está lleno de alma. Un rincón donde el tiempo se detiene y los sueños, finalmente, se sirven en la mesa.
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