México crecería por debajo de su potencial.
El Banco Mundial había advertido desde enero de 2023 que el crecimiento mundial se estaba desacelerando en forma pronunciada debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
En su reciente estudio de marzo de 2023, denominado “Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo: Tendencias, expectativas y políticas”, el Banco Mundial considera que casi todas las fuerzas económicas que impulsaron el progreso y la prosperidad en las últimas tres décadas se están disipando.
Se espera que entre 2022 y 2030 el crecimiento potencial promedio del producto interno bruto (PIB) mundial disminuya aproximadamente un tercio respecto de la tasa observada en la primera década de este siglo y se ubique en torno al 2.2 % anual.
En el caso de las economías en desarrollo, la disminución también será pronunciada, ya que se pasaría del 6% al año entre 2000 y 2010 al 4% anual durante el resto de esta década. Estas caídas serían mucho más marcadas en caso de producirse una crisis financiera mundial o una recesión.
En el análisis el Banco Mundial considera que el crecimiento potencial del PIB podría aumentarse hasta 0.7 puntos porcentuales —y alcanzar así una tasa media anual del 2.9 %— si los países adoptan políticas sostenibles y orientadas al crecimiento. De este modo, la desaceleración prevista se traduciría en una aceleración del crecimiento potencial del PIB mundial.
Algunas de las medidas de política específicas a nivel nacional que el Banco Mundial propone ejecutar para contribuir notablemente a la promoción de las perspectivas de crecimiento a largo plazo, incluyen acciones para alinear los marcos monetario, fiscal y financiero, el aumentar el ritmo de las inversiones productivas, la reducción de los costos del comercio, capitalizar los servicios y aumentar la participación en la fuerza de trabajo.
En este contexto, México crecería por debajo de su potencial y podría cerrar este año con un crecimiento anual del PIB de 1.4% (que estaría por abajo del crecimiento anual mundial esperado) y para 2024 de 1.8%, según datos de los economistas privados consultados por el Banco de México.
La inflación llegaría a finales de 2023 a 5.15% (todavía por arriba de la meta inflacionaria) y 4.08% para 2024.
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