Este sábado antes de ir a dormir tienes que adelantar una hora tu reloj, ya que iniciará el horario de verano.
El cambio de horario de Verano tiene como objetivo principal es el ahorro de energía eléctrica realizando así un mejor uso de la luz natural. En casi todo el país este domingo 4 de abril a las 2:00 AM entrará en vigor, por esto se le pide a la población adelantar una horas sus relojes antes de irse a dormir. Solo la franja fronteriza del país, Quintana Roo y Sonora, no realizaran este cambio debido a que en estos dos últimos estados no tienen horario de verano, y en el caso de los estados de la franja fronteriza, su ajuste se hizo hace un par de semanas, en específico el 14 de marzo.
Este horario estará vigente hasta el 31 de octubre de 2021, fecha en que otra vez la mayoría de los estados de México volverá a atrasar una hora sus relojes y se regresará al horario natural; y para los 33 municipios fronterizos el ajuste se hará una semana después, el 7 de noviembre.
Solo el año pasado México entró en proceso de valoración de los cambios de horario. La Secretaría de Energía comenzó un análisis sobre si en realidad hay ahorros energéticos significativos, y el Congreso hizo a finales de 2019 una serie de mesas para que asociaciones civiles, CFE y cámaras de comercio dieran argumentos en favor y en contra de eliminar los cambios de horario. Entre las conclusiones estuvo que si bien hay ahorros, según el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, ya no son los mismos de antes.
Hace 25 años se ahorraba un 2% con el horario estacional; ahora la cifra es del .5%. La posición de la Concanaco fue de mantener los cambios de horario, pues se dijo que a México le conviene tener husos horarios similares a los de sus socios comerciales. La Coparmex se pronunció de forma similar y el movimiento ‘No al Horario de Verano’ se dijo en contra pues «la gente se ve afectada por el reloj biológico», comentaron.
Con las conversaciones estancadas a raíz de la pandemia, no parece que los cambios de horario se vayan a ir a ninguna parte en los próximos años. Este 2021 el cambio del horario de verano ocurrirá en la madrugada del domingo 4 de abril, a las 2:00 de la madrugada, momento en el que los relojes serán adelantados una hora pasando a ser las 3:00 de la madrugada. Este horario concluye el 31 de octubre, con una duración de un poco más de seis meses.
Se dice que al desplazarse la demanda debido a este cambio de horario, se deja de consumir energía eléctrica y, por consiguiente, disminuye la quema de combustibles. El Horario de Verano consiste adelantar una hora los relojes para modificar la hora de encendido de la luz en los intervalos en los que se muestra una variación en el consumo de energía. Estas diferencias son mayores en las mañanas de las 5:00 a las 8:00 horas, y en la tarde-noche de las 17:00 a las 24:00 horas. Además de los beneficios económicos que representan los horarios estacionales, es importante adoptar todas las medidas posibles para racionalizar el uso de la energía y contribuir a reducir la vulnerabilidad de la población y los ecosistemas del país frente a los efectos adversos del cambio climático, con acciones de mitigación, como el Horario de Verano.
Algunos antecedentes históricos.
El primero en concebir la idea de adaptar el horario en los meses de mayor insolación fue el científico e inventor estadounidense Benjamín Frankin. En 1784, durante su estadía en Francia, publicó un ensayo en Le Journal de Paris, en el que calculó los ahorros que se lograrían dejando de utilizar velas si los parisinos se levantaran más temprano durante los meses de verano, aprovechando la luz solar y reduciendo la necesidad de iluminar artificialmente sus hogares.
Además de los beneficios económicos que representan los horarios estacionales, es importante adoptar todas las medidas posibles para racionalizar el uso de la energía.
La idea de Franklin fue retomada por el londinense William Billet en Inglaterra, en 1907, cuando en un panfleto titulado “Desperdicio de la luz natural” propuso avanzar 20 minutos los relojes cada domingo de abril y retardarlos 20 minutos cada domingo de septiembre, con el objetivo de modificar la hora en que la población se despertara para aprovechar la luz de día de las mañanas y las largas tardes soleadas durante el verano. Gracias al cabildeo de Billet, la idea de adaptar el horario llegó al parlamento inglés a través de Robert Pierce en 1908, pero la ley nunca se emitió.
No fue sino hasta la Primera Guerra Mundial que Alemania adoptó la medida reemplazar la luz artificial y así ahorrar combustible, indispensable para la guerra. Inglaterra y otros países de ambos bandos siguieron el ejemplo, incluido Estados Unidos. Una vez terminado el conflicto, la mayoría volvió al tiempo de la preguerra, y no fue sino hasta la Segunda Guerra Mundial que volvió a adoptarse la medida bajo los mismos motivos económicos de ahorrar recursos energéticos para la guerra. Desde entonces, muchos más países han adoptado el Horario de Verano, hasta alcanzar un total de 86 hoy en día.
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