jueves, marzo 28, 2024
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Los secretos de Fátima

Te contamos una historia de conversión por una canción a la Virgen de Fátima que fue cantada por Elvis Presley.

Hoy recordamos las apariciones de la Virgen de Fátima mucho de habla de los secretos que les reveló a los pastorcitos Lucía Dos Santos de 10 años, Francisco de 9 y Jacinta Marto de 7 años de edad, a quienes se les apareció la Virgen María en Fátima, Portugal, este hecho se realizaba los días 13 de cada mes; en sus apariciones, les comunicó también que el 13 de octubre de 1917 diría las razones de sus recurrentes visitas a todo el pueblo, que se reunió para presenciar este milagro.

Así el 13 de octubre de 1917, más de 40 mil habitantes del pueblo y sus alrededores estuvieron presentes para ver la señal que vendría del cielo. Fue un día lluvioso, y a la hora acordada, las nubes se disiparon y apareció el sol; todos gritaron «¡milagro!». Dos de los tres niños a los que les apareció la Virgen murieron y fueron canonizados por el Papa Francisco, uno de ellos Francisco murió en 1919 y Jacinta en 1920. Los dos murieron por una epidemia de gripe. Pero antes padecieron de las burlas y persecuciones de varios de los habitantes que no creían en sus relatos. En tanto Lucía sobrevivió a los males de esa épca y tomó los hábitos; ella ingresó en el Convento Santa Teresa, en Coimbra. Ella moriría mucho después en el año 2005.

Sor Lucía fue quien escribió «los tres secretos de Fátima» que habían sido transmitidos a los tres, certificados y autorizados por la Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano. Los dos primeros fueron dados a conocer en agosto de 1941. El tercero, al que sólo los sucesivos pontífices tuvieron acceso pleno, fue hecho público por Juan Pablo II en mayo de 2000. Había sido escrito en 1944 por Sor Lucía y revelado 83 años después.

Primer y segundo secreto.

Tendré que hablar algo del secreto, y responder al primer punto interrogativo.

¿Qué es el secreto? Me parece que lo puedo decir, pues ya tengo licencia del Cielo. Los representantes de Dios en la Tierra me han autorizado a ello varias veces y en varias cartas; juzgo que V. Excia. Rvma. conserva una de ellas, del R. P. José Bernardo Gonçalves, aquella en la que me manda escribir al Santo Padre. Uno de los puntos que me indica es la revelación del secreto. Sí, ya dije algo; pero, para no alargar más ese escrito que debía ser breve, me limité a lo indispensable, dejando a Dios la oportunidad de un momento más favorable.

Pues bien; ya expuse en el segundo escrito la duda que, desde el 13 de junio al 13 de julio, me atormentó; y cómo en esta aparición todo se desvaneció.

Ahora bien, el secreto consta de tres partes distintas, de las cuales voy a revelar dos.

La primera fue, pues, la visión del infierno.

Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo que caían hacia todos los lados, parecidas al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin equilibrio ni peso, entre gritos de dolor y gemidos de desesperación que horrorizaba y hacía estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros.

Esta visión fue durante un momento, y ¡gracias a nuestra Buena Madre del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa de llevarnos al Cielo! (en la primera aparición). De no haber sido así, creo que hubiésemos muerto de susto y pavor.

Inmediatamente levantamos los ojos hacia Nuestra Señora que nos dijo con bondad y tristeza:

– Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.

Tercer secreto de Fátima.

Tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima.

Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.

Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un obispo vestido de blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos ángeles, cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios.

La carta de Juan Pablo II y la interpretación de la Iglesia.

El papa Juan Pablo II envío una carta a Sor Lucía el 19 de abril de 2000. En ella le pedía que atendiera al obispo Tarcisio Bertone, quien la entrevistaría para conocer más respecto a este tercer secreto. «Puede hablar abierta y sinceramente con Bertone, que me referirá sus respuestas directamente a mí». Karol Wojtyla quería saber más respecto a la revelación de Fátima. El 27 de abril, se encontrarían.

Tiempo después de haber interpretado y releído el «tercer secreto», Joseph Ratzinger -quien después se convertiría en el sucesor de Juan Pablo II como papa y renunciaría para dejarle su lugar a Francisco-, escribió un «comentario teológico» tratando de explicar la revelación de la pastorinha.

«Quien lee con atención el texto del llamado tercer ‘secreto’ de Fátima, que, tras largo tiempo, por voluntad del Santo Padre, viene publicado aquí en su integridad, tal vez quedará desilusionado o asombrado después de todas las especulaciones que se han hecho. No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo del futuro. Vemos a la Iglesia de los mártires del siglo apenas transcurrido representada mediante una escena descrita con un lenguaje simbólico difícil de descifrar. ¿Es esto lo que quería comunicar la Madre del Señor a la cristiandad, a la humanidad en un tiempo de grandes problemas y angustias? ¿Nos es de ayuda al inicio del nuevo milenio? O más bien ¿son solamente proyecciones del mundo interior de unos niños crecidos en un ambiente de profunda piedad, pero que a la vez estaban turbados por las tragedias que amenazaban su tiempo? ¿Cómo debemos entender la visión? ¿Qué hay que pensar de ella?», relató el por entonces cardenal Ratzinger, ex refecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Entre las interpretaciones que se hicieron respecto al «tercer secreto» uno fue discutido entre los emisarios del Papa y la protagonista. El hombre vestido de blanco no es otro que el Sumo Pontífice, quien es víctima de un ataque con arma de fuego. El pasaje de la revelación recordó el atentado que sufriera Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. En aquella oportunidad el Papa diría que «una mano materna guió la trayectoria de la bala» salvándole la vida. Años después se conocería que Sor Lucía coincidiría con él.

Estas son siete cosas que debes conocer sobre las apariciones de la Virgen de Fátima:

1. La Virgen se apareció 6 veces en Fátima.

Aunque se suele hablar de la «aparición» de la Virgen de Fátima, en realidad fueron seis las veces en que María se apareció a los tres pastorcitos en 1917.

Lucía y sus primos Francisco y Jacinta Marto vivían en el pueblo de Aljustrel, en Fátima, y trabajaban como pastores de los rebaños de sus familias. El 13 de mayo de 1917 los tres niños vieron una aparición de la Virgen María que les dijo, entre otras cosas, que regresaría durante los próximos seis meses todos los días 13 a la misma hora.

María también reveló a los niños, en la segunda aparición, que Francisco y Jacinta morirían pronto y que Lucía sobreviviría para dar testimonio de las apariciones.

En la tercera aparición de la Virgen, el 13 de julio, a Lucía se le revela el secreto de Fátima. Según los informes, se puso pálida y gritó de miedo llamando a la Virgen por su nombre. Hubo un trueno y la visión terminó.

El día 13 de agosto, en que debía darse la cuarta aparición, los niños no llegaron a Cova da Iria pues fueron retenidos por el administrador de Ourém. Así, el encuentro con la Virgen ocurrió el 19 de agosto en un lugar llamado Valinhos.

Los niños volvieron a ver a la Virgen el 13 de septiembre en Cova da Iria.

En la sexta y última aparición, el 13 de octubre, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima, se produjo el denominado “Milagro del sol”, en el que luego de la aparición de la Virgen a los pastorcitos, se pudo ver al sol temblar en una especie de “danza”, según los testimonios.

2. Francisco y Jacinta murieron pronto, y Lucía se hizo religiosa.

Una pandemia de gripe española barrió Europa en 1918 y mató a cerca de 20 millones de personas. Francisco y Jacinta contrajeron la enfermedad ese año y fallecieron en 1919 y 1920, respectivamente. Por su parte, Lucía entró en el convento de las Hermanas Doroteas.

El 13 de junio de 1929, en la capilla del convento en Tuy (España), Lucía tuvo otra experiencia mística en la que vio a la Santísima Trinidad y a la Virgen María. Esta última le dijo: «Ha llegado el momento en que Dios le pide al Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, hacer la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio» (S. Zimdars-Schwartz, Encuentro con María, 197).

El 13 de octubre de 1930, el Obispo de Leiria (ahora Leiria-Fátima) proclamó las apariciones de Fátima como auténticas.

3. Sor Lucía escribió el secreto de Fátima 18 años después de las apariciones.

Entre 1935 y 1941, bajo las órdenes de sus superiores, Sor Lucía escribió cuatro memorias de los acontecimientos de Fátima.

En la tercera memoria -publicada en 1941- escribió las dos primeras partes del secreto y explicó que había una tercera parte que el cielo aún no le permitía revelar.

En la cuarta memoria añadió una frase al final de la segunda parte del secreto: «En Portugal, se conservará siempre el dogma de la fe, etc».

Esta frase fue la base de mucha especulación. Se dijo que la tercera parte del secreto se refería a una gran apostasía.

Tras la publicación de la tercera y cuarta memoria, el mundo puso atención en el secreto de Fátima y las tres partes del mensaje, incluyendo la petición de la Virgen para que Rusia se consagre a su Inmaculado Corazón a través del Papa y los obispos del mundo.

El 31 de octubre de 1942 Pío XII consagró no solo Rusia, sino a todo el mundo al Inmaculado Corazón de María. Lo que faltó, sin embargo, fue la participación de los obispos del mundo.

En 1943, el Obispo de Leiria ordenó a Sor Lucía poner el tercer secreto de Fátima por escrito, pero ella no se sentía en libertad de hacerlo hasta 1944. El texto fue guardado en un sobre lacrado en el que Sor Lucía escribió que no debía abrirse hasta 1960.

4. La tercera parte del secreto de Fátima fue leída por varios Papas.

El secreto se mantuvo con el Obispo de Leiria hasta 1957, cuando fue solicitado (junto con copias de otros escritos de la Hermana Lucía) por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Según el Cardenal Tarcisio Bertone, el secreto fue leído por Juan XXIII y Pablo VI.

«Juan Pablo II, por su parte, pidió el sobre que contiene la tercera parte del ‘secreto’ tras el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo 1981».

Después de leer el secreto, el Santo Padre se dio cuenta de la conexión entre el intento de asesinato y Fátima: “Fue la mano de una madre que guió la trayectoria de la bala”, detalló. San Juan Pablo II decidió que se hiciera público en el año 2000.

5. Las claves del secreto: arrepentimiento y conversión.

El entonces Cardenal Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló que la clave de la aparición de Fátima es su llamado al arrepentimiento y a la conversión.

Las tres partes del secreto sirven para motivar al individuo al arrepentimiento y lo hacen de una manera contundente.

6. La primera parte del secreto es una visión del infierno.

La primera parte del secreto -la visión del infierno- es para muchos la más importante, porque revela a las personas lo que les espera después de la muerte si no se arrepienten de sus pecados y no se convierten.

7. La segunda parte del secreto es sobre la devoción al Inmaculado Corazón.

En la segunda parte María dice:

«Has visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón».

Después de explicar la visión del infierno, María habló de una guerra que «iniciará durante el pontificado de Pío XI.»

Esta fue la Segunda Guerra Mundial, ocasionada, según las consideraciones de Sor Lucía, por la anexión de Austria a Alemania durante el pontificado de Pío XI (J. de Marchi, Temoignages sur les apparitions de Fatima, 346)Los

Te damos las claves que permiten comprender el «tercer secreto» de Fátima.

Las apariciones de la Virgen de Fátima son famosas por el «secreto» –dividido en tres partes– que fue transmitido a la humanidad.

De estas partes la más famosa es la tercera, conocida comúnmente como el «tercer secreto», que se mantuvo de manera confidencial en el Vaticano hasta el año 2000, cuando el Papa San Juan Pablo II decidió hacerlo público al mundo entero.

8 claves para comprender este “tercer secreto”:

1. ¿Cuál es la tercera parte del secreto o «tercer secreto» de Fátima?
Esto es lo que Sor Lucía escribió:

«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron uno tras otro los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios».

2. ¿A qué se refiere el secreto?
En una carta del 12 mayo de 1982 dirigida al Papa San Juan Pablo II, Sor Lucía escribió:

«La tercera parte del secreto se refiere a las palabras de la Virgen [en la segunda parte del secreto]: ‘Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas’».

En términos generales, la tercera parte del secreto se refiere al conflicto del siglo XX entre la Iglesia y la Rusia comunista.

3. ¿Qué simboliza el ángel con la espada de fuego?

El ángel con la espada de fuego representa el juicio que caería sobre el mundo si no fuera por la intercesión de María (que irradia la luz que detiene la espada de fuego).

Durante muchos años se rumoreó que la tercera parte del secreto implicaba la posibilidad de una guerra nuclear. Si hay algo en el texto que sugiere esto, es el fuego de la espada que Sor Lucía describió como algo que «dejaría el mundo en llamas».

En la Escritura, el fuego puede ser una imagen del juicio o de conflicto en general. En su comentario sobre la espada de fuego sostenida por el ángel, el Cardenal Ratzinger parece aludir a una guerra nuclear:

“La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego”. (Comentario Teológico)

Durante la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María en 1984, la segunda de las peticiones del San Juan Pablo II fue:

«De la incalculable autodestrucción, de todo tipo de guerra, líbranos». (Cardenal Angelo Sodano)

4. ¿Qué representa el obispo vestido de blanco y su viaje?

El tercer secreto revela que los videntes, luego de ver una inmensa luz proveniente de Dios, tuvieron “el presentimiento de ver al Papa”. Además, el Santo Padre junto a otras personas subió a una montaña empinada “en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos”.

Las montañas son lugares tradicionales donde el hombre se encuentra con Dios, la difícil escalada de una montaña sugiere la perseverancia necesaria para seguir a Dios. La robustez de la cruz representada en la visión evoca la dureza de los sufrimientos de Cristo y quienes los comparten.

El viaje del Papa y sus acompañantes “a través de la ciudad en ruinas” sugiere que la Iglesia deberá atravesar la destrucción que acompaña a la guerra y que evoca el sufrimiento del Pontífice al ser incapaz de detenerla. Esto refleja la experiencia de muchos Papas del siglo XX.

5. ¿Qué significa la aparente muerte del obispo vestido de blanco?

Esto parece referirse al intento de asesinato de San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición de la Virgen de Fátima.

Esto demuestra que él, al igual que muchos otros miembros de la Iglesia, debe enfrentar la posibilidad del martirio durante el conflicto entre la Iglesia y el comunismo ruso.

Los críticos de la interpretación dada por la Santa Sede apuntan al hecho de que San Juan Pablo II no murió. Para esto, hay un par de respuestas:

(1) Si en la visión Lucía vio que le dispararon al Papa y cayó al suelo, ella pudo haber pensado que fue asesinado, aun si en realidad solo estaba herido gravemente.

(2) La intercesión de María cambió lo que pudo haber sucedido. Después de leer el tercer secreto, San Juan Pablo II atribuyó su supervivencia a María. El entonces Cardenal Ratzinger comentó al respecto lo siguiente:

“Que una ‘mano materna’ haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones”.

6. ¿Qué quiere decir que los ángeles carguen una jarra de cristal en la mano?

Los ángeles que “recogían la sangre de los mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios” son un poderoso símbolo de la salvación y enseñan la importancia de su sangre. Ellos completan en favor del Cuerpo de Cristo lo que aún falta a sus sufrimientos (Col 1,24).

El Cardenal Ratzinger señaló:

“La visión de la tercera parte del ‘secreto’, tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con un imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre”.

7. ¿El Vaticano ya ha revelado todo el tercer secreto de Fátima?

A pesar de que algunos digan lo contrario, el Vaticano ha revelado todo el secreto. En su comentario teológico, Benedicto XVI lo señala dos veces:

(1) “Quien lee con atención el texto del llamado tercer ‘secreto’ de Fátima, que tras largo tiempo, por voluntad del Santo Padre, viene publicado aquí en su integridad, tal vez quedará desilusionado o asombrado después de todas las especulaciones que se han hecho. No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo del futuro. Vemos a la Iglesia de los mártires del siglo apenas transcurrido representada mediante una escena descrita con un lenguaje simbólico difícil de descifrar”.

(2) “Llegamos así, finalmente, a la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima publicado íntegramente aquí por primera vez”.

8. ¿Existen otras interpretaciones posibles del tercer secreto de Fátima?

Dado que la Santa Sede no ha definido infaliblemente la materia, son posibles otras interpretaciones. Pero esto no quiere decir que otras interpretaciones sean racionales, sobre todo si se apartan de las líneas principales de la interpretación dada por la Santa Sede.

Sor Lucía misma indicó que estaba de acuerdo con la interpretación ofrecida por el Vaticano:

Sor Lucía estuvo de acuerdo en la interpretación según la cual la tercera parte del secreto consiste en una visión profética comparable a las de la historia sagrada. Reiteró su convicción de que la visión de Fátima se refiere sobre todo a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de las víctimas de la fe en el siglo XX. (Cardenal Tarcisio Bertone)

Finalmente te damos a conocer la historia de conversión de esta canción a la Virgen cantada por Elvis Presley.

Aunque pocos lo sepan, Elvis Presley, uno de los cantantes más populares del siglo XX y considerado un ícono cultural, interpretó una canción dedicada a la Virgen de Fátima y el Rosario, que además tiene una bonita historia de conversión detrás.

Aunque fue criado en la Iglesia Evangélica de la Asamblea de Dios, Elvis Presley grabó “El milagro del Rosario” el 15 de mayo de 1971. Sin embargo, no es su canción, sino de su amigo Lee Denson, quien perteneció a la Iglesia Bautista, pero se convirtió al catolicismo después de casarse con una católica.

La familia de Lee Denson ayudó a los padres de Elvis cuando se mudaron de Tupelo a Memphis en 1947. Lee fue el primer maestro de guitarra de Presley.

La historia de la canción “El milagro del Rosario” fue escrita en 1960 cuando Lee se acercó al catolicismo. Su esposa Mary era católica y devota de la Virgen de Fátima. Todos los días rezaba el Rosario como la Madre de Dios había pedido a los tres pastores en Cova da Iria.

Sin embargo, debido agitada carrera de músico profesional de su esposo, ella comenzó a descuidar su fe. Un día, el Rosario que un amigo le había traído de Fátima desapareció. Ella buscó en toda su casa, pero no la encontró.

Fue en la noche del 13 de octubre de 1960 que, tras llegar a su hogar, encontró el Rosario en su estuche, sobre una almohada en la cama. Mary y su esposo estaban sorprendidos. Más tarde, mientras dormían, se despertaron de repente: Ella después de sentir un suave toque en sus labios y él por haber escuchado un sonido similar a una campana.

A la mañana siguiente, decidieron ir a Misa y luego revelaron haber escuchado al sacerdote decir que Nuestra Señora de Fátima hace milagros en la vida todos los días y que pocas personas le agradecen o se detienen a pensar en lo que les sucedió.

Lee y su esposa dijeron que fueron los únicos en escuchar esas palabras. Perplejo, el músico no volvió a dormir bien, hasta que decidió componer una canción para Nuestra Señora de Fátima.

Pensando en un artista que pudiera grabarlo para dar una gran proyección a los milagros de Fátima, pronto recordó a su amigo Elvis Presley. Sin embargo, decidió esperar hasta 1967, cuando se celebró el 50 aniversario de las apariciones de la Virgen en Cova da Iria. Sin embargo, Elvis no pudo grabar ese año, pero se hizo realidad en 1971.

Lee Denson abandonó su carrera artística para dedicarse a la iglesia en Memphis. En una ocasión, en 1978, cantó “El milagro del Rosario” en la Misa y, según los informes, la Iglesia estaba llena del aroma de las rosas. Entre los fieles, estaba el arzobispo panameño Tomás Clavel, quien lo consideró un signo “milagroso”.

Más tarde, el Papa Pablo VI bendijo la canción “El milagro del Rosario». En la década de 1980, Lee Denson la cantó en el Santuario de Fátima y en Carmelo de Coimbra, en presencia de la hermana Lúcia, una de las visionarias de Fátima.

Mira la traducción de esta canción a continuación:

Oh, Bendita Madre, te rogamos
Gracias por el milagro de Tu Rosario
Solo Tú puedes sostener
la bendita mano de Tu Hijo el
tiempo suficiente para que el mundo entienda.

Dios te salve María, llena eres de gracia
Que el Señor esté contigo
Bendita seas entre las mujeres
Y bendito sea el fruto de Tu vientre, Jesús
Oh, Santa María, querida Madre de Dios
Por favor ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte.

Y te agradezco nuevamente
por el milagro de tu Rosario.

Con información de Infobae y Aciprensa

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