Carlos Azomoza, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Puebla, expresó su desacuerdo con la decisión del gobierno de la capital para cerrar calles en el Centro Histórico como medida para regularizar el ambulantaje.
Azomoza Alacio señaló que esta acción no fue la correcta ya que no se dialogó, ni se midieron las consecuencias antes de implementarla.
«Deberíamos habernos sentado a platicar y medir las consecuencias. Hoy en día, cerrar el Centro Histórico no ayuda mucho porque los ambulantes siguen presentes en diversas zonas como la 8, la 10 y la 12 Oriente-Poniente, lo único que se está protegiendo es el zócalo de la ciudad el tramo de la Avenida Reforma, hasta la 6 de Septiembre», afirmó.
El líder empresarial destacó que esta medida ha afectado gravemente a los restauranteros, quienes han registrado hasta un 40 por ciento de caída en sus ventas durante algunos días de semana.
«Ayer platiqué con algunos restauranteros y me dijeron que tuvieron días con más de un 40% de afectación en sus ventas. No fue toda la semana, pero sí hubo días más complicados», explicó.
El dirigente sugirió que se establezcan mesas de trabajo para dialogar con el presidente municipal Adán Domínguez, a quien considera una persona dispuesta a escuchar y alcanzar acuerdos.
«Es importante no permitir que el número de comerciantes informales sobrepase los espacios, pero también es esencial respetar a aquellos que pagan impuestos y rentas, y que tienen derecho a trabajar» aseveró.
El presidente de CANIRAC mencionó que existen 700 restaurantes registrados en el primer cuadro del Centro Histórico, de los cuales más de la mitad han sufrido afectaciones, especialmente en la zona norte.
