El museo Van Gogh es el segundo más visitado de Ámsterdam.
En Revista Única en los 130 años de su muerte recordamos al pintor Vincent Van Gogh, quien decidió quitarse la vida el 29 de julio de 1890. Este artista nació en el año de 1853 en Groot-Zundert, Holanda, recibió una esmerada educación en un internado, se empleo en varios puestos de trabajo hasta que descubrió su verdadera vocación la pintura. Vincent pretendía crear un grupo de pintores impresionistas, por lo que alquiló una casa donde invitó a los artistas con lo que compartía intereses, entre ellos Gauduin.
Durante la Navidad de 1888 Vincent tuvo su primera crisis mental que le llevó a cortarse parte de la oreja izquierda. Para 1888, Van Gogh ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico donde permaneció un año. Durante este tiempo perdió el contacto con la realidad y le invadió una gran tristeza. Cuando su estado mental se deterioró aún más, el artista acabó disparándose en el pecho en 1890. Murió a los dos días a la edad de 37 años. En vida vendió sólo un cuadro.
En Ámsterdam, Holanda está el Museo Van Gogh, es el segundo museo más visitado de Ámsterdam con más de 2 millones de visitantes de manera anual. En donde puedes encontrar a lo largo de sus tres plantas más de 200 obras originales del pintor holandés; además de 500 dibujos y cientos de cartas del artista.

En tu recorrido por la primera planta disfrutaras cada una de las paredes cargadas de historia. La historia de Vincent Van Gogh contada cuadro a cuadro. Las pinturas se encuentran ordenadas cronológicamente, de modo que puedas observar fácilmente la evolución del artista desde las escenas campestres de sus inicios hasta los tormentosos trabajos del final de su vida.
En la segunda planta se exponen investigaciones realizadas sobre algunos de los cuadros de Van Gogh y sobre otros que se le atribuían sin tener certeza de ello.
Finalmente la tercera y última planta se muestra una colección de pinturas del siglo XIX, donde se observa la relación de los artistas contemporáneos de Van Gogh con su obra.
El Museo Van Gogh es el segundo museo más visitado de Ámsterdam y las colas que se forman, de manera especial los días festivos, son interminables. Para tratar de evitarlas lo mejor es llegar a primera o a última hora. Hay una cola especial para los propietarios de la tarjeta I Amsterdam Card.
Para muchos los cuadros de Van Gogh no son de su agrado pero al admirar su colección (casi completa) y poder relacionarla con las etapas de su vida cambia la visión que muchos tienen sobre el pintor holandés.
Puedes reservar una visita guiada o también realizar una visita solo con el folleto en español que ofrecen en la entrada del museo.
Los costos de entrada antes de la pandemia era adultos 19 euros, menores de 18 años entrada gratuita y la visita guiada tiene un costo de 39 euros.
La opción que tenemos debido a la distancia y el confinamiento es la visita virtual te damos una dirección para conocer la obra del pintor Vincent Van Gogh: https://artsandculture.google.com/partner/van-gogh-museum?hl=es.
Otra forma es conocer parte de la obra del artista holandés.
Anciano en pena (1882)
Van Gogh tenía una inclinación por las figuras de la clase trabajadora. Este personaje, por ejemplo, vivía en una casa de beneficencia en La Haya. De hecho, el pintor pasaba mucho tiempo en este lugar, donde le pagaba a los residentes por retratarlos a lápiz con la finalidad de practicar las proporciones humanas, posturas y expresiones faciales.

Los comedores de patatas (1885)
Durante su estancia en Nuenen, el neerlandés pintó esta escena cotidiana de una familia de agricultores. Un retrato honesto y sin adornos sobre la vida de los trabajadores de la tierra. En palabras del pintor, “habían usado las mismas manos con las que ahora toman comida del plato para cavar la tierra”. Para muchos críticos, Los comedores de patatas fue la primera gran obra de Van Gogh.

Autorretrato frente al bastidor (1887-1888)
En este autorretrato —uno de muchos que realizó durante su carrera—, Van Gogh se presentó como un pintor moderno que sostenía sus pinceles y una paleta de colores brillantes detrás del bastidor. Se trata de la última obra que produjo en París, ciudad que lo agotó física y mentalmente.

La casa amarilla (1888)
En mayo de 1888, Van Gogh rentó cuatro habitaciones de esta casa en Arlés (las ventanas color verde indican cuáles). Esta pieza buscaba capturar la vida alrededor de su nuevo hogar: el restaurante, los locales y el puente donde pasaba el tren. Además de tener un lugar para vivir y pintar, la idea original del artista era convertir este espacio en un punto de reunión para otros genios de la época, lo cual nunca se concretó.

El dormitorio en Arlés (1888)
Primero pintó la casa, después el dormitorio. Esta obra —un juego de proporciones y perspectiva— fue la primera de una serie de tres (casi idénticas). La segunda se encuentra en el Art Institute de Chicago y la tercera en el Musée d’Orsay. Sin duda, una de las más famosas imágenes en el imaginario colectivo que tenemos sobre Van Gogh.

Almendro en flor (1890)
Tomando como inspiración la xilografía japonesa, Van Gogh plasmó en este óleo uno de sus elementos favoritos: flores contra un cielo azul. La pintura fue creada como un regalo para su hermano Theo y su cuñada Jo que acababan de tener un bebé. Esto explica la elección del almendro, el cual florece en la primavera como símbolo de una nueva vida.

Trigal con cuervos (1890)
Más allá de ser una de sus pinturas más famosas, Trigal con cuervos representa uno de los grandes mitos sobre el artista. Algunos dicen que el cielo turbio y los cuervos eran un presagio sobre su muerte, y otros aseguran que se trató de su última obra. Para Van Gogh esta pieza significaba “un regreso al campo, pero con un mensaje de tristeza, soledad y contrastes”.

Van Gogh y Holanda
Aunque el pintor impresionista pasó gran parte de su vida en Francia, en especial en Arlés, una ciudad que da al Mediterráneo, su formación como artista la vivió en los Países Bajos. Desarrolló su técnica a lo largo de su carrera de forma autodidacta, pero desde una temprana edad mostró afinidad por el dibujo. Entre 1883 y 1885 vivió en Nuenen, al sur de su país natal, impartiendo clases. Durante esta estancia se concentró en plasmar escenas de los telares de las mujeres del pueblo, y le sirvió como marcador para migrar de un estilo oscuro a uno más luminoso y colorido.
Actualmente Van Gogh sigue siendo una figura central en la cultura holandesa. Además del famoso museo, el invierno pasado los canales de Ámsterdam se iluminaron con una versión contemporánea de La Noche Estrellada durante el Festival de Luces de la ciudad. Este icónico óleo se exhibe en el MoMA de Nueva York.
Imágenes cortesía de Van Gogh Museum.
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