Esta es una ceremonia movible y el miércoles de ceniza se puede celebrar entre el 4 de febrero y 10 de marzo.
Esta es una celebración internacional, el Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma en los calendarios católico, protestante y anglicano; se celebra cuarenta días antes del inicio de la Semana Santa.
Este día cae en diferentes fechas cada año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua; puede ocurrir entre el 4 de febrero y el 10 de marzo. Este año el Miércoles de Ceniza será el 14 de febrero.
Pero ¿por qué un miércoles? Lo que ocurre es que cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta iniciaba 6 semanas antes de la Pascua, así para calcular la fecha de la Pascua se usaba el Computus; en domingo, el llamado domingo de cuadragésima.
Así en los siglos VI y VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal; por lo que aquí surgió un inconveniente desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser “día de fiesta”, la celebración del día del Señor.
Por esto el inicio de la Cuaresma se corrió al miércoles previo al primer domingo. El miércoles es el primer día de Cuaresma e inicia un tiempo espiritual particularmente importante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Ministerio Pascual, el decir la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
En los primeros siglos de la Iglesia en Roma, se tenía la costumbre que los penitentes o grupos de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, a las puertas de la Pascua, comenzaran su penitencia pública el primer día de la Cuaresma, ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el jueves antes de la Pascua.
La práctica cayo en desuso del siglo VIII al X, cuando ya habían desaparecido el grupo de penitentes en el siglo XI, viendo que el símbolo de la imposición de la ceniza al iniciar la Cuaresma era buena, se empezó a realizar este rito para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.
El Miércoles de Ceniza es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, y se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa.
Por algún tiempo la imposición de la ceniza se realizaba al principio de la celebración litúrgica o independientemente de ella.
Ya en la última reforma litúrgica se reorganizó el rito de la imposición de la ceniza con el objetivo de que sea un símbolo más expresivo y pedagógico para los fieles, pasándose a realizar después de las lecturas bíblicas y de la homilía, la cuales ayudan a entender el profundo significado de lo que estamos viviendo.
La Palabra de Dios, en ese día invita a la conversión, el deseo de convertirnos y volver al Señor es lo que da contenido y sentido al gesto de las cenizas.
Las cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior o de algunas reliquias que se tienen en los templos y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o en la frente de los fieles como signo de caducidad de la condición humana; como signo penitencial ya usado desde el Antiguo Testamento y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
Con esto el rito católico de la imposición de la ceniza lo realiza el sacerdote sobre los fieles, quien puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en su cabeza, o también en algunos templos usa un sello para imponer la ceniza.
En el caso de los clérigos se pueden aplicar en la tonsura que es la parte de la coronilla cuando es rapada en una ceremonia para darle un grado al presbítero. Mientras lo hace puede emplear una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras: “Recuerda que polvo ere y en polvo te convertirás” (Génesis capítulo 3 versículo 19) o “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Marcos capítulo 1 versículos 14 y 15).
Se acostumbra a dejar la ceniza hasta que desparezca por si solo y no lavarla. En la antigüedad los judíos y otros pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo. La Biblia menciona múltiples ocasiones y pueblos que utilizaban la ceniza en significado de duelo como en Mateo capítulo 11 versículo 21.
También fue usado el periodo de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Jesús con sus 40 días de ayuno.
Pero la palabra ceniza proviene del latín “cinis” que significa producto de la combustión de algo por el fuego, por extensión pues representa la conciencia de la nada, de la muerte, de la caducidad del ser humano y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. Por lo que ahora que acudas a realizar esta práctica recuerda que tienes que cambiar y realizar algunos actos de penitencia.
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