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Conoce algunos datos que desconocías de Santa María Magdalena.
En Revista Única Hoy hablaremos de Santa María Magdalena ya que este 22 de julio se celebra a esta santa de quien poco conocemos, te diremos algunas curiosidades de la vida de esta mujer.
Su verdadero nombre era Myriam, María en hebreo. Para algunos el nombre es de origen egipcio, que significa «amada de Dios». Para otros el significado de su nombre es mar amargo, iluminada o iluminadora.
De acuerdo a «La Leyenda dorada», escrita en el año de 1276, por el dominico italiano, Jacques de la Vorágine, María Magdalena era hija de Siro y Eucaria, una familia descendiente de reyes.

Magdalena o Magdala es un sobrenombre, según algunos es una derivación del sustantivo arameo Migdal (torre). Para muchos deriva del griego Magdalini, basándose en que los evangelios canónicos se transmitieron en esa lengua.
Varios historiadores, dicen que la Magdalena descendía de la tribu de Benjamín, una de las doce tribus de Israel.
El 22 de julio aparece en el martirologio anglosajón del monje Oengo, como La Sagrada Natividad de María Magdalena y el 28 de marzo La Fiesta de su Conversión a Cristo.
Hipólito, obispo de Roma, en el siglo III, le otorga el título de Apostola Apostilorum (Apóstol de los apóstoles). Para él es la «Nueva Eva», por la que la iglesia de los judíos, representada por la primera Eva, es ahora superada y glorificada por la Iglesia de Cristo, encarnada en Santa María Magdalena.

Los colores litúrgicos que se usan en la festividad de la santa con el blanco y el oro, como símbolos de los contemplativos.
Se tiene la idea de que Juan el Bautista, inició su predicación en Betania, el pueblo de Marta, María y Lázaro.
Magdala, era una ciudad localizada a los pies de lago Tiberíades o mar de Galilea, también era conocida como Tariquea («pesca salada» en griego) o Dalmahuta y Gabara. En el lugar existían ochenta hilaturas de lana fina. Era una de las tres ciudades de Galilea que aportaba una mayor contribución al Templo, hasta tres carros llenos.
Algunos historiadores, afirmaban que seis días antes de la Última Cena, María de Magdala ungió a Jesús en Betania. Para Mateo y Marcos esto ocurrió sólo dos días antes.

Así varios investigadores, afirman que la Magdalena estuvo presente en el juicio a Jesús.
De acuerdo a «La Contemplación» en el hogar de María de Magdala se reunieron la Virgen y las otras mujeres durante la flagelación de Jesús.
Cuenta la tradición occidental que la Magdalena llegó en una pequeña nao juntos con sus hermanos y otros cristianos, a las costas de Francia. A un pequeño pueblo llamado hoy «Les Saintes Maries de la Mer» hacia el año 40 del siglo I.
Si alzas una línea recta imaginaria hacia el cielo desde las catedrales de Francia junto a la Basílica de La Magdalena, en Vézelay, entre todas forman la conjunción de Virgo, dedicada a la Virgen María.

Desde el siglo IV hasta el siglo XIII, la comunidad religiosa de los casianistas –fundada por el presbítero Casiano-, fueron los custodios de las reliquias de la Santa, conservadas en la cripta de San Víctor. Hoy se encuentran en San Maximino (Aix -en Provence, Francia) dentro de una gran urna rematada con una escultura de bronce que representa a la Magdalena en éxtasis, obra de Alessandro Algardi.
Tras la invasión de Francia por los sarracenos en el siglo VIII, las reliquias de la Santa reaparecen el 4 de Diciembre de 1279, en la cripta de San Maximino.
En el medioevo comienza a ser representada con el tarro o alabastrorum, que significa el Eterno Femenino, el contenedor de la vida y la muerte. Anteriormente era representada con los clavos de la cruz de Cristo en sus manos, popularmente llamada “la Virgen de los clavos”.
Se dice que el tarro con que ungió a Cristo estuvo en la iglesia de San Víctor, en Marsella, según testimonio de Silvestro de Prierio en 1497. El monasterio de Saint Sever en Las Landas, afirmaba poseer parte del ungüento.

San Anselmo de Canterbury, en 1081, le dedica oración lírica.
En el 1103 el Papa Pascual II, promulga una bula por la que autoriza la romería en su honor en Vézelay, y estimula al pueblo para aumentar la devoción a la Santa.
San Jerónimo le atribuye el epíteto “fortificada con torres”.
El 6 de marzo de 1058, el Papa Etienne IX promulga una bula, donde afirma que el cuerpo de Santa María Magdalena, reposa en la abadía de Vézelay (Borgoña, Francia).
El santuario occidental más antiguo –de finales del siglo X- erigido en honor a la Santa, fue el de Halberstadt, en Alemania. En 1205 el obispo de ese lugar, Conrad de Krosik, regresó de la Cuarta cruzada y trajo consigo diferentes reliquias, entre ellas parte del cráneo de María Magdalena. La llegada de la reliquia se celebra el 17 de agosto.
Hacia 1155 la familia Baffo o Baffa decía poseer un dedo de la Santa y mandó construir en Canaregio, la primera iglesia veneciana, en su honor, para albergar la reliquia. La iglesia se llamaba “Santa María Maddalena Penitente”. Más tarde, en el siglo XVI, fue decorada con cuadros de Tintoretto. Según el historiador de la época, Francisco Sansovino, era la última iglesia que se visitaba durante las celebraciones del Viernes Santo.
A principios del siglo XII se le dedicó una iglesia en Jerusalén, situada en el barrio judío. Se menciona otra iglesia en su honor hacia el 1101-1102 en Ascalón. También existía en Jerusalén un convento dedicado a la Santa donde se alojaban peregrinas, hacia el siglo XII.
Bernardo de Claraval, (San Bernardo) define las reglas de la Orden de los templarios, en ellas encomienda obediencia a Betania, al castillo de Marta y María.
Tras el mandato de disolución de la Orden templaria, algunos de ellos se hallaban cautivos en el Rosellón. Fueron castigados el día 22 de julio de 1307, festividad de Santa María Magdalena.
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