En Revista Única te contamos acerca del robo de los cuadros de Edvard Munch, «El Grito» y la «Madonna», ocurridos el 22 de agosto de 2004 en el museo en Oslo.
El museo dedicado a las obras de Edvard Munch en Oslo fue sorprendido por varios individuos la mañana del 22 de agosto de 2004 a punta de pistola ante un numeroso grupo de visitantes para robarse el famoso cuadro de “El Grito” pintado en 1893 y convertido en uno de los cuadros más famosos del mundo y la “Madonna”.
Inmediatamente la policía noruega implementó un dispositivo de seguridad para capturar a los ladrones.
La información circulaba lentamente, no se conocía el número de los asaltantes, si iban vestidos de negro y enmascarados o si solo era un asaltante. Incluso se mencionó que había un vehículo negro afuera del museo esperando a los ladrones.
Curiosamente no era la prime vez que se robaban “El Grito”, en 1994 desapareció de la Galería Nacional de Oslo en plena celebración de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Lillehammer.
Las investigaciones no daban pistas por lo que las autoridades ofrecieron una recompense de 250 mil euros a quien diera información veraz y útil acerca del paradero de las obras sustraídas del museo de Oslo.
Se estima que “El Grito” valdría entre 50 y 60 millones de euros, mientras que “La Madonna” unos 18 millones de euros.
En agosto de 2006 la policía noruega recuperó hoy los dos cuadros de Edvard Munch, los cuales se encontraban en mejor estado de lo que esperaban sin pagar ningún rescate ni a ningún informante.
Se cree que las pinturas no salieron de Noruega durante su desaparición.
¿Sabes el significado de la obra “El Grito”?
El pintor describió con estas palabras la experiencia que lo llevó a pintar la obra -citado por el experto en arte Miliko A. García Torres-: «Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado.
Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza». (elpais.com)
K.Q.
También te puede interesar: