Estos son los miedos más comunes de los hombres y de las mujeres.
La falta de una educación sexual temprana, aunada al aprendizaje de tabúes sociales relacionados con los órganos sexuales y la sexualidad en general, además de fomentar la ignorancia en el terreno sexual y dificultar la aceptación de las características psicobiológicas particulares de cada quien, vuelven más complicadas las interacciones psicosexuales adultas con temores y miedos infundados.
Hombres:
Los miedos más comunes en el hombre derivan de la dificultad de aceptar el tamaño de su pene al creer que es inadecuado. Una gran mayoría de hombres durante la pubertad se cuestionan acerca del «tamaño ideal» de su pene. La duda sobre ese tamaño ideal no se resuelve nunca porque las estadísticas que constantemente aparecen en los medios sobre este tema arrojan resultados siempre diferentes y después de décadas de «mediciones» no hay ninguna medida standard reconocida como referencia universal válida (lo cuál, si llegara a suceder tampoco ayudaría). Un dato muy interesante es que los comentarios de la pareja sobre el tamaño del pene, son una referencia muy importante sobre la que, -en la gran mayoría de veces-, descansa la seguridad o la inquietud subjetiva de muchos hombres. La mujer en ese sentido tiene un súper poder sobre la frágil autoestima masculina.
Relacionado con el tamaño del pene, tenemos otro temor masculino muy común, éste deriva de la creencia que relaciona directamente el tamaño con el grado de satisfacción sexual otorgado. Esta fórmula funciona subjetivamente como una ecuación directamente proporcional -a mayor tamaño mayor grado de satisfacción y a menor tamaño, menor grado de satisfacción-.
Otro de los miedos comunes, se refiere a «fallar» (perder la erección), en algún momento del encuentro sexual. Cuando se ha tenido esta experiencia, algunos hombres generalizan la posibilidad de su ocurrencia a otros momentos y de esa manera anticipan que terminarán perdiendo la erección como una profecía autocumplidora.
La preocupación constante sobre no poder satisfacer a la pareja adecuadamente, y también, sentir que no son capaces de responder a las demandas sexuales de la pareja se presenta con cierta frecuencia aún con una pareja que les asegura que su grado de satisfacción sexual es bueno. En esas cabezas masculinas siempre cabe la duda y no dejan de preguntarse si su pareja es realmente honesta con ellos.
Tener un pene con un tamaño inadecuado que no logre satisfacer a la pareja, temor a perder la erección en cualquier momento, no poder responder adecuadamente a las demandas sexuales de la pareja y otros más, traen consecuencias negativas directas sobre la expresión de la personalidad y el comportamiento masculino que rebasan con mucho, el aspecto sexual.
Mujeres:
En el caso de las mujeres tenemos que sus miedos más comunes están relacionados con no sentirse suficientemente atractiva con su pareja. Sentir que no se es capaz de satisfacer a la pareja. Creer que puede no estar a la altura de las demandas sexuales de su pareja. Sentir que en cualquier momento, puede perder el interés de su pareja.
Como sabemos, las mujeres son mucho más cuidadosas de su aspecto personal que los hombres. De manera simplificada ellas cuidan su aspecto personal desde dos ángulos, el aspecto de la belleza misma y el que tiene que ver con la atracción sexual. Una chica no luce su belleza solo porque quiere ser atractiva sexualmente, tiene otros muchos motivos. Tampoco sentirse atractiva sexualmente se identifica con ser bella. Parece que estamos refiriéndonos a dos matices del mismo énfasis sobre el aspecto personal, el cuál es altamente sensible a la percepción masculina por lo cuál el hombre tiene un súper poder sobre la frágil autoestima femenina.
Muchas mujeres se interesan en la satisfacción de su pareja más que en sí mismas ya que ese hecho les procura una sensación de bienestar. Algo así como «me siento plena porque puedo satisfacer tus deseos». El miedo a perder esa capacidad es altamente perturbador para la mujer ya que ellas sólo encuentran un motivo para que esto esté sucediendo: «hay otra mujer mejor que yo en su vida».
Relacionada con lo anterior, muchas mujeres tienen miedo de no poder responder adecuadamente (satisfactoriamente) a las demandas sexuales de su pareja y que por ese motivo la pareja se decepcione y se aleje de ellas. Los motivos son inimaginables: por no tener experiencia, por tener mucha experiencia, por no saber entender lo que la pareja quiere, por un equívoco, etc.
Otro miedo muy común es que su pareja pierda el interés en ellas. Que no las busque y que se vuelva indiferente a su presencia física (y emocional). Este miedo hace que la mente de la mujer le haga trampas y la lleve a interpretar cualquier detalle del comportamiento de su pareja como una posible pérdida de interés lo que la lleva a incrementar innecesariamente sus atenciones y su presencia ante él -lo que muchas veces resulta contraproducente-.
No sentirse suficientemente atractiva, sentirse incapaz de satisfacer a la pareja, creer que no está a a altura de las demandas sexuales de su pareja y sentir que en cualquier momento puede perder el interés de su pareja entre otros, al igual que en el hombre, traen consecuencias negativas directas sobre la expresión de la personalidad y el comportamiento femenino que rebasan con mucho, el aspecto sexual.
Por Alfonso Aguirre Sandoval