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Daguerre uno de los padres de la fotografía

Daguerre fue Caballero de la Legión de Honor

Louis Jacques Mandé Daguerre nació el 18 de noviembre de 1787 en Cormeilles en Parisis, Francia y murió el 10 de julio de 1851 en Bry-sur-Marne, Valle del Marne Francia. Fue pintor y decorador de teatro; ademas fue alumno de Degotis, quien era creador de decorados en la Opera, con quien inició a los 16 años, posteriormente fue discípulo de Pierre Prévost, especialista de los panoramas, inmensos decorados circulares pintados sobre los muros de una rotonda y expuestos a la vista de los espectadores instalados en el centro.

Si las obras de Daguerre expuestas en los salones de pintura no tuvieron un gran éxito, en revancha, los decorados que realizó de 1817 a 1822 para los espectáculos del teatro l’Ambigu-Comique o de la Opera, atrajeron las loas unánimes de la crítica y del público. Hizo prueba en efecto de originalidad en los juegos de luz, creando la salida de la luna, o bien soles en movimiento que permanecieron en las memorias. Llevó luego el arte del decorado al rango de verdadero espectáculo asociándose con otro estudiante de Prévost, Charles Marie Bouton para crear «que llevará el nombre de Diorama».

En 1824, Daguerre fue hecho Caballero de la Legión de Honor. Había aprendido a servirse de la cámara obscura con Prévost quien lo empleó para preparar sus inmensas telas en «trompe-l’œil». El óptico que aprovisionaba Daguerre era Vincent Chevalier, el mismo que en cuya casa Niépce encargaba sus lentes. En efecto, es por intermedio de Chevalier que Daguerre obtuvo la dirección de Niépce.

El Diorama de Daguerre

Es en 1822 que Bouton y Daguerre se habían asociado con vista al «establecimiento de un espectáculo que llevaría el nombre de Diorama». Los dos hombres creaban allí, decorados de teatro de grandes dimensiones, buscando a exponer escenas de un gran realismo. Para ello, no dudaban de disponer de toda clase de elementos animados con la excepción de personajes vivientes (juegos de agua, animales…).

Por otra parte, Daguerre desarrollaba toda su ciencia de la iluminación, adquirida durante los años en que fue decorador en la Opera, el Ambigu etc.…para cambiar la atmósfera de una misma escena. El conjunto creaba la ilusión de la realidad, a tal punto que el Diorama conoció un gran éxito. A continuación, los socios adoptaron a esos inmensos decorados, el principio que consistía en mirar las vistas de óptica que eran iluminadas por delante o por detrás. En el segundo caso, la escena era observada con iluminación atenuada, de allí el efecto nocturno que se acentuaba pintando en el reverso de la vista un decorado apuntando a enmascarar algunas partes de la imagen para hacer aparecer sombras nuevas correspondientes a la noche. Pasando de uno a otro de las dos iluminaciones, en una misma escena se pasaba progresivamente del día a la noche.


El Diorama de Daguerre : efectos de luces de día y de noche

El Diorama tenía con qué impresionar al visitante. La sala, de doce metros de diámetro, contenía trescientos cincuenta plazas. Por rotación, la sala venía a ubicarse delante de una abertura de 7,5 metros de largo y 6,5 metros de alto, haciendo oficio de proscenio y cuyos costados iban ensanchándose hasta el famoso cuadro pintado sobre las dos caras que medía 14 metros de alto por 22 metros de ancho. A partir de ese momento el espectáculo comenzaba. Mas allá del cuadro, unos grandes chasis con vidrios permitían la iluminación por detrás o por transparencia, mientras que otros chasis daban, desde los culmenes, una iluminación desde lo alto y por delante.

Interponiendo delante de esos chasis unos paneles translúcidos tintos de diferentes colores y accionados por intermedio de cordajes, se podía cambiar la tonalidad general o local del cuadro, permitiendo así producir en el cuadro entero, o en algunos puntos, efectos, que iban de la intensa niebla, al sol resplandeciente. El espectáculo duraba alrededor de quince minutos, luego de lo cual la sala entraba nuevamente en rotación y venía progresivamente a ubicarse delante de una nueva abertura idéntica a la precedente, practicada en la circunferencia de la sala. Un nuevo cuadro se presentaba a la vista de los espectadores y un nuevo cuarto de hora de animación, por medio de juegos de luces, podía comenzar.

En Diciembre 1827, Daguerre hará el encuentro con Niépce durante su pasaje por Paris antes de dirigirse Inglaterra. Los dos hombres se apreciarán mutuamente. Niépce quedará fascinado por el Diorama. Daguerre también había tenido la idea de captar las imágenes de la cámara obscura. Para esto, disponía polvos fosforescentes en el fondo de su cámara obscura. La imagen proyectada sobre este polvo, luego quedaba visible durante varias horas antes de que desapareciese poco a poco. Ambos volverán a verse cuando Niépce regresa de Inglaterra en febrero de 1828.

Comenzarán después a intercambiar ideas por correo y en 1829, Niépce ofrecerá a Daguerre de formar una asociación para contribuir al desarrollo de la invención de la heliografía. Una vez el contrato de asociación firmado en diciembre de 1829, Daguerre se aplicará a trabajar sobre el procedimiento. Aportará una contribución importante dado que los dos inventarán en 1832 un nuevo método: el fisautotipo. Luego de la muerte de Niépce, Daguerre continuará solo las investigaciones sobre la captura de imágenes e inventará el Daguerrotipo, procedimiento fotográfico cuya práctica se volvía más fácil, dado que el tiempo de exposición no era mayor que de algunos minutos. El daguerrotipo provocará un inmenso entusiasmo y Daguerre conocerá la celebridad en el mundo entero.

Luego de haberse retirado a Brie-sur-Marne, Daguerre morirá el 10 de julio de 1851.

Con información de Photo Museum.org

Alejandra Delgadillo
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UPAEP. Colaboradora en El Sol de Tlaxcala. Reportera de Noticias en Grupo Acir Puebla, donde tenía a mi cargo las fuentes de Salud, Instituciones Asistenciales, Iglesias, Agrarias, Ecología y Empresariales. Participé en el área de prensa de la Delegación del ISSSTE Puebla. Las secciones que escribo son: Vida Sana, Cábalas y Tradiciones, Mamás y Algo Más, Feminismo Hoy, Salud, Economía, Ciudad y Seguridad, en Revista Única. Además, soy colaboradora del programa de radio Cinco Mujeres en Cinco Radio. Coautora del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”.

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